En una novela de romance y fantasía, Anastasia Alborán fue la hermana de la villana, una simple extra que pagó con la muerte los crímenes que su hermana cometió, mientras que la villana jamás fue castigada por sus pecados cometidos.
Pero ahora un alma proveniente de otro mundo ha reencarnado en Anastasia y ella está dispuesta a evitar ser víctima de la villana. Sin esperarlo, Anastasia termina siendo la pareja destinada del emperador de las bestias, Luciano Baroni, un poderoso lycan, el cual la busca después de haber pasado una noche con ella.
¿Anastasia aceptará su destino como la pareja de Luciano? ¿Será esta la forma en la que pueda evitar su trágico final?
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Ya en Galeón
Los allí presentes solo veían a Luciano perdido en sus pensamientos, por lo que deducen que él está hablando con Nero.
—Bien, iremos al imperio Galeón a ver qué pasó, solo irán conmigo 200 soldados, que todos se preparen para salir mañana en la tarde, para llegar a ese imperio durante el día— ordena él, y Rodrigo quien deseaba ir para ver por sí mismo el chisme, quiso proponer ir, pero Luciano le dejó en claro, que debe de quedarse a proteger el imperio.
Mientras Luciano arreglaba todo para ir al imperio de Galeón de improviso, en ese imperio, Anastasia estaba meditando algunas cosas.
Pues hace unos días unas personas extrañas quisieron pasarse con ella y le dio su merecido, y de manera misteriosa ellos desaparecieron durante el ataque.
“Será que esas personas son magos” piensa ella para sí misma, pues no sabe qué pensar al respecto. El día del ataque, Talia no estaba con ella, y no quiso decirle, para no preocuparla de más con esas cosas, cuando ella en realidad puede defenderse de quien sea.
Por lo menos, esos extraños no llegaron a buscar problemas nuevamente, y con lo generosa que fueron las abejas, he posible que no regresen nunca más a estos terrenos.
Tal cosa la hizo dejar de preocuparse, y como era de noche, se limitó mejor a dormir.
Al día siguiente
Al día siguiente, Anastasia se levantó como de costumbre, y fue a desayunar al comedor, allí estaba su amiga Talia, quien la recibió con una sonrisa.
—Estamos teniendo éxito en el negocio, tus proyectos son muy solicitados por todos, al paso que vamos, tendremos negocios en el mundo entero— dice la mujer muy feliz y Anastasia solo se limita a sentarse.
—Veremos, no quiero tener demasiado trabajo, como para no disfrutar de la vida— dice ella y toma su desayuno y lo comienza a comer.
Al escuchar eso, Talia fue y se sentó a su lado y ambas comenzaron a hablar de algunos asuntos.
Cuando el desayuno terminó, ambas se fueron al negocio a trabajar, ya que ese día tendrían mucho que hacer.
Cuando llegaron al lugar, igual que siempre, estaba lleno de personas y la fila era muy grande.
Ellas solo lanzaron un suspiro y entraron al local, dónde también estaba lleno, y los empleados del lugar, estaban muy ocupados.
De manera diligente, ambas se pusieron a trabajar también, y de esa manera, poco a poco el flujo de personas fue bajando.
De tantas personas que había allí, se saltaron la comida, y cuando llegó la hora de salir, estaban muy cansadas y también con mucha hambre.
Talia para llegar rápido a casa, realizó un hechizo de portar, ya que moría de hambre.
Al llegar, luego de lavar sus manos, se fueron a la cocina a buscar comida y por suerte, las doncellas tenían comida, por lo que sin perder tiempo, devoraron todo cuanto pudieron.
Cuando llenaron sus estómagos, ambas se quedaron un momento en la cocina reposando. Cuando lo hicieron, ambas se fueron a sus habitaciones a bañarse.
Al terminar, cada una se fue a dormir como dos lirones.
Para el siguiente día, un lujoso y extravagante carruaje llegaba al palacio imperial de Galeón, detrás de él, llegaban unos 200 hombres, todos con un fino uniforme militar.
El hombre que llegaba era el emperador Luciano Baroni, y su pequeño pero letal ejército de hombres lobos.
La llegada de aquel ser, ha tomado por sorpresa al emperador de Galeón, pero al tener tratado de paz con Galaxia, está seguro que Luciano y sus hombres no llegan para causar problemas, sino por otro motivo.
La familia imperial, estaba allí presente, la cual está compuesta por los emperadores, y dos hijos y una hija de 20 años, aquella última es la menor de todos los hijos.
Desde que el carruaje se detuvo, Luciano baja de él con suma elegancia, y la familia imperial sale a su encuentro y hace una reverencia ante él, y él solo agradece su amabilidad.
La hija menor de los emperadores, estaba emocionada por ver llegar a semejante hombre tan guapo, y planea hacer algo para estar cerca de él y así seducirlo.
En cambio Luciano, de vez en cuando dejaba de respirar, porque sentía como un olor fuerte a carne descompuesta, mezclado con olores de tabaco, vinagre, y cebolla.
Él sabe que esos olores son de esa familia y tratará de hacer lo que tiene que hacer allí e irse, pues cuando los olores que él siente no son de su agrado, se pone de mal humor y nadie allí soportaría el mal genio de aquel hombre y su lobo.
—Emperador Luciano, gracias por llegar a nuestro imperio, nos tomó de sorpresa su visita, y espero estar acorde con sus expectativas— dice el emperador con amabilidad.
—Ya hemos preparado el palacio de invitados para usted y su gente, desde que recibimos su mensaje, preparamos todo para su llegada— dice la hija de los emperadores, quien lleva por nombre Vania, y al ser la única mujer entre sus hermanos, fue mimada como nadie y es muy engreída.
Al esa chica hablar, Luciano sintió su olor a carne descompuesta, y ese olor salía de esa niña, que por su pinta, ha de ser toda una majadera y mimada.
—Agradezco su amabilidad majestades reales, antes de ir al palacio de invitados, quiero conversar con los emperadores en privado— dice el hombre y los emperadores entienden, por lo que luego de mandar al palacio de invitados a los que andan con Luciano, los tres se fueron para el salón del trono a hablar.
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Nota😄
Feliz inicio de semana para todos.
Ando trabajando, pero me escapé unos minutos para preparar estos dos capítulos
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