Clarissa Davenport es una chica amable, inteligente y trabajadora, pero poco sabe ella que su vida está a punto de volcarse por completo, gracias a su padre.
Heitor Mancini, un empresario multimillonario, está a punto de enfrentar su mayor desafío y haría lo que fuera para no perder la empresa.
¿Qué será lo que el destino tiene preparado para estos dos?
NovelToon tiene autorización de victoria loures para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 20
Isla, Maldivas.
...Clarissa D. Mancini ...
Había dormido un poco, el viaje fue completamente agotador, ahora aquí estoy, tomando un baño para relajar mi cuerpo, el agua estaba tibia, magnífica diría yo. Estaba pasando el champú por mi cabello, cuando golpean la puerta. Sabía que era Heitor, así que decido gritar.
...Clarissa• ¡¿Qué pasa?!, ¿en qué puedo ayudarte?....
...Heitor• Clarissa, apúrate, vamos a cenar a un restaurante aquí....
...Clarissa• Está bien ...
Termino de enjuagar mi cabello, después de un rato, salgo del baño envuelta en un albornoz, había olvidado mi ropa. Heitor, que estaba mirando su celular, simplemente se detiene y me observa, eso de alguna manera me estaba incomodando. Voy hasta la maleta y busco qué ropa ponerme, aquí está un bochorno, aunque sea de noche. Agarro un vestido negro con una abertura, vuelvo al baño, sintiendo la mirada del hombre con el que me casé. Cierro la puerta, me pongo el vestido, hago un maquillaje ligero y decido dejar mi cabello suelto. Miro en el espejo y me considero hermosa.
Echo otro vistazo al espejo y salgo del baño, Heitor ya estaba listo. Me mira y me da una ligera sonrisa de lado.
...Heitor• Estás bellísima...
...Clarissa• Muchas gracias, vamos ...
...Heitor• Claro ...
Sé que fui un poco grosera, pero es una situación complicada. No quería estar en pie de guerra todo el tiempo, ya que es el tipo con el que tengo que convivir durante un año y medio. Prefiero vivir en un ambiente menos tóxico, porque yo crecí y conviví en uno. No voy a decir que no le estoy agradecida a Heitor por lo que hizo, sacándome de allí; eso siempre tendrá mi gratitud. Pero aquel Heitor parece haber muerto, tras aquel viaje a Brasil. Salimos del hotel, el silencio era incómodo, caminamos un poco y llegamos al restaurante donde había una mujer con una sonrisa amable.
...• Buenas noches, me llamo Elena, señor y señora ...
...Clarissa• Buenas noches, Elena ...
...Heitor• Buenas noches, tengo una reserva a nombre de Heitor Mancini ...
...Elena• Ah, sí, señor Mancini, por aquí ...
La seguimos hasta la mesa, y cuando llegamos, ella se retira. Él me saca la silla para que me siente, y así lo hago. Luego, él se sienta a la mesa. El camarero pronto viene a entregarnos los menús. Elegimos, pero el clima sigue tenso entre nosotros dos.
...Heitor• Quería pedirte perdón por la forma en que te traté y por lo que sucedió en nuestra boda ...
...Clarissa• Mira, Heitor, solo pides perdón cuando estás dispuesto a cambiar. ¿Me dejarás trabajar en paz?...
...Heitor• Puedo pensar en eso....
...Clarissa• Si vas a pensar es señal de que no has cambiado, era una respuesta fácil, sí o no....
...Heitor• Clarissa, no lo compliques....
...Clarissa• ¿Estás dispuesto a cumplir con el contrato a partir del momento en que dice que no se puede traicionar?...
...Heitor• Clarissa, amo a ella, no podré separarme de Alicia....
...Clarissa• Entonces, ¿por qué no te casaste con ella?...
...Heitor• Alicia no es adecuada para eso, diría que es una mujer libre....
...Clarissa• Puedo al menos intentar dar una tregua para que no tengamos un clima pesado, pero no intentes forzar más la situación, porque no tengo paciencia para estas cosas....
...Heitor• Está bien, Clarissa, intentaré hacer que confíes en mí....
El camarero trajo nuestra comida. De vez en cuando, Heitor decía algo, y después de que terminamos de comer, él pagó la cuenta. Luego me levanto y salgo del restaurante. Miro hacia arriba, el cielo está hermoso. Me acerco más al mar y me pierdo en mis pensamientos, salgo de mi ensoñación con Heitor hablando.
...Heitor• ¿Por qué no me esperaste ahí adentro, Clarissa? Ya estaba desesperado....
...Clarissa• No hay de qué preocuparse, no voy a huir, voy a disfrutar de este viaje, aunque sea contigo. Al fin y al cabo, ahora también soy una Mancini, ¿no crees? Así que no hay razón para tener miedo....
...Heitor• Eres complicada, después, Clarissa, voy a volverme loco contigo....
...Clarissa• Eso ya no es mi problema, gracioso....
Su rostro estaba rojo, me encantaba provocarlo. Le dije que podía al menos intentar darle una tregua, aunque aún sentía mucha ira. Regresamos a nuestra habitación, él fue a ducharse. Tan pronto como terminó, yo fui a tomar mi baño. Después de 20 minutos, salí del baño y él ya estaba acostado. Era muy guapo; si pudiera, lo tiraría a la basura. Caminé hacia la cama, monté una barrera de almohadas para separarnos y me acosté dándole la espalda, dejándome vencer por el cansancio...