Siendo Esa Princesa

-¿Qué diablos, dices?"ñ- Dijo el duque Hendrick enojado.

-Lo siento. Pero realmente amo a Diana- respondió Ashlan con firmeza.

-Su Majestad- llamó Verónica con los ojos llorosos.

La niña se sintió herida cuando escuchó la confesión de Ashlan pensaba que estaba enamorado de ella.

-¡Lo siento, Verónica!- Ashlan dijo sin el menor arrepentimiento respecto a su decisión.

-¡Esto es un gran insulto para la familia Hendrick, Ash!- el Duque Hendrick gruñó, sintiendo que su familia había quedado empañado.

-Sabes que controlo al menos el 60 por ciento del total de la población noble de este país, ¿verdad?- amenazó a Ashlan.

-¿Qué quieres decir con eso, quieres darme un golpe de estado?

-Si es necesario, lo haré- se burló el Duque Hendrick con una sonrisa torcida.

Ashlan guardó silencio. El hombre pensó por un momento antes de volver a mirar al duque Hendrick.

-Un golpe sólo ocurrirá si alguien es capaz de derrotarme y derrocarme.

Mientras pueda mantenerme erguido, no permitiré que nadie ocupe el trono que heredé por mi padre.

-¡Ya veremos, Ashlan!- gruñó el duque Hendrick, que ardía cada vez más de ira.

-¡Recuerda! Tengo el secreto de por qué tu rostro ha estado oculto todo este tiempo.

Las manos de Ashlan se apretaron en puños mientras la familia del Duque Hendrick se marchaba. La ira retumbó en su pecho cuando escuchó la amenaza del hombre.

Ashlan ha tomado una decisión que podría generarle aún más enemigos. Sin embargo, aun así, esta vez quiso ser egoísta al tener las cosas que desea para él.

......................

-¿Por qué tengo que estar tan triste?- Diana susurró mientras se limpiaba las lágrimas que seguían cayendo por sus mejillas.

Actualmente, la bella mujer se encontraba en medio del bosque. Sentada sola en la orilla de un hermoso lago mientras disfrutas de la suave brisa que soplaba.

En realidad estaba perdida. Sus apasionadas emociones le hicieron no pensar mucho e inmediatamente se escapó. Sin embargo, aunque sabía que estaba perdida, Diana extrañamente no tenía miedo.

Al contrario, esperaba que nadie lo encontrara, que nadie tuviera tiempo de seguirla. Se escapó sin que los guardias ni Mulanie lo supieran.

-No debería haberme sorprendido. ¿No era esto algo predecible? ¿Pero por qué? ¿Por qué duele tanto saberlo de primera mano?- Se sostuvo el pecho y sintió dolor.

-¿Di? ¿Alguna vez has amado a Ashlan?- se preguntó a sí misma. No sabía de quién eran los sentimientos de decepción que sentía ese momento.

¿Es puramente suyo o pertenece a Diana Emerald? Ni siquiera sabía acerca de los verdaderos sentimientos de Diana Emerald por Ashlan.

¿La pobre mujer alguna vez amó a su marido o contrajo matrimonio simplemente por coerción?

Después de pensarlo, hay muchas representaciones incompletas en esta historia. Respecto a los sentimientos de Diana Emerald y Ashlan, ni una sola página los explica claramente.

Desde el principio de la historia hasta el final, la descripción de la cercanía entre los dos nunca excede el límite de hablar más de tres frases.

Parecían lejanos y extraños a pesar de que su vínculo era tan estrecho. Y la tarea actual de Diana Steel es adivinar los verdaderos sentimientos de Ashlan por Diana y los verdaderos sentimientos de Diana por Ashlan.

-¡Ay! ¡Odio esto!- dijo mientras se golpeaba la cabeza.

-¿Por qué debería?- gimió desesperadamente a su destino.

El anochecer comenzaba a acercarse al bosque. Un tinte naranja comenzó a aparecer y se reflejó en la superficie del agua clara y tranquila del lago.

Diana seguía abrazada a sus rodillas mientras cantaba melodiosamente su canción favorita titulada 'A Thousand Year'.

Cantaba libremente. Disfrutaba de la tranquila soledad mientras cerraba los ojos. No se dio cuenta de que en ese momento en el árbol en el que estaba apoyada había alguien que estaba tan fascinado por su voz y apariencia.

El sonido de una rama rompiéndose hizo que Diana dejara de cantar justo en el segundo estribillo. Levantó la vista e inmediatamente miró molesta cuando la figura que no quería ver estaba sentada allí casualmente.

Cuando se dio cuenta de que había sido descubierto, saltó del árbol y se acercó a Diana, que se había movido debajo del otro árbol.

-¡Reina!- llamó Ashlan.

-¿Qué?- espetó Diana.

-¡Disculpa!- Ashlan dijo mirando hacia abajo mientras jugueteaba con sus pulgares.

Diana resopló. No quería mirar el rostro del hombre. De hecho, ni siquiera quería respirar el mismo aire de él.

-¿Por qué está aquí Su Majestad?- Diana preguntó cuando Ashlan tomó asiento junto a ella sin permiso.

-¡Disculpa!- Nuevamente el hombre repitió las mismas palabras.

-¿Que cosa?

-Todo.

Diana se rió entre dientes. ¿No hay una frase larga que este hombre pueda decir? Sintió que quería apretarse la boca porque sentía que era demasiado tacaño para hablar.

-¿Por qué elegiste casarte conmigo en lugar de con Verónica?

Entre las muchas preguntas, por alguna razón esa fue la que le vino a la mente a Diana hacer.

Ashlan respiró hondo. Luego, exhaló lentamente.

-Le propuse matrimonio a petición de su padre. Pero él se negó porque pensaba que mi cara era tan fea como la gente había dicho todo este tiempo- dijo el hombre.

-¿Y qué si eres feo? ¿No le gustas?- Ashlan se encogió de hombros.

-Posiblemente.

-Entonces, ¿por qué te casaste conmigo?

La niña miró a Ashlan directamente a los ojos del hombre. Ashlan tragó bruscamente. Su respiración pareció detenerse cuando miró los ojos verdes de Diana que parecían tan encantadores.

Ni siquiera podía parpadear. Temía que si parpadeaba, Diana simplemente desaparecería.

-Honestamente, al principio planeé casarme contigo sólo para ser una prisionera. Pero, cuando te vi en persona ese día, me enamoré de ti.

Admitió honestamente. El sentimiento que había estado tratando de evitar finalmente llegó a su Sentidos.

-¿Enamorarse?- Por alguna razón, Diana se puso nerviosa y palpitante cuando escuchó esa confesión.

-¡Diana!- De repente Ashlan agarró la mano de la mujer.

-Conmigo puede que no sea tan romántico como los romances de los líderes de otros países. Sin embargo, intentaré darte lo mejor aunque sé que después de esto puede haber más personas que te harán daño.

-S-Su Majestad- Diana intentó retirar su mano pero Ashlan no permitió que eso sucediera.

-Por favor, Di- preguntó Ashlan en voz baja.

-Aunque todavía no te agrado, ¿puedes hacerlo lentamente? Te daré tiempo para que esos sentimientos surjan.

Diana miró otra dirección. Reacia a mirar los ojos del hombre que la arrastraría más a un torbellino de sentimientos que no deberían existir.

-Es un hombre cruel. ¡Es un asesino!- Estas frases pusieron a prueba las creencias de Diana.

-¿Cómo podría amar a alguien de quien ni siquiera sé nada?- susurró mientras miraba hacia abajo.

-¿Qué quieres saber de mí, Di? ¡Dímelo!

-Todo- dijo Diana rápidamente.

-¡Primero, quiero que me digas, porque usas esa máscara!- Dijo Diana mientras le quitaba la máscara que cubría el hermoso rostro de su marido.