Un Sinvergüenza En Redención

Como Jane estaba muy cerca de Milena, terminó notando su nerviosismo e incluso vio una lágrima entrometida correr por el rabillo del ojo de Milena, Jane estaba muy preocupada y seguramente querría saber qué estaba pasando, sin embargo Milena forzó una sonrisa y dijo:

—Jane, por favor lleva a este joven apuesto a jugar en la piscina de pelotas, estoy usando un vestido y hacerlo es un poco incómodo - dijo Milena mientras le entregaba a Levi a Jane y antes de que la joven le preguntara el porqué de esa excusa falsa, Milena prácticamente se escapó.

Lejos de Jane, Milena finalmente pudo contestar la llamada de David, pero claro el teléfono ya no sonó y por eso Milena se sintió obligada a devolverle la llamada, sin embargo no fue necesario, pues en ese momento David volvió a llamar y esta vez Milena respondió sin demora. , fue una videollamada, pero ambos activaron la cámara.

—Hola David, perdón por no...

David interrumpió las palabras de Milena diciendo:

—No lo siento, debes tener cuidado con el teléfono, eres mi empleada y como tal debes hacer lo que te digo – dijo, dejando a Milena un poco avergonzada, después de todo ella está en un gran centro comercial, gente caminando de un lado a otro, otra, tal vez alguien escucharía eso y le daría vergüenza.

Milena ya se dio cuenta de que no tenía sentido enfrentarse cara a cara con un niño así, pues él siempre buscaba la manera de hacerla sentir humillada, así que rápidamente respondió:

—No era mi intención molestarte, puedo invitarte a una comida como disculpa - dijo Milena con una voz ligeramente dulce, dando la impresión de que estaba sonriendo cálidamente, pero aun así, David todavía no se rindió. .

—¿Soy solo yo o simplemente me invitaste a salir? Lamento mucho eso, pero tengo algo mejor que hacer- dijo con voz llena de burla y luego de esas últimas palabras, David encendió la cámara de su celular, haciendo desaparecer la sonrisa de Milena.

En la pantalla, David aparece recostado boca abajo en una cama de lujo, estaba desnudo y sobre su espalda había una mujer completamente desnuda, sentada, que parecía estar dándole un masaje.

Por las imágenes, Milena pensó que acababan de hacer el amor y tal vez por eso le costaba mantener la calma y aún sin saber por qué lloraba, era como si estuviera viendo al amor de su vida en los brazos de otra mujer. .

“Dios, no dejes que esta opresión en mi pecho sea amor, ya he sufrido demasiado”, suplicó Milena mentalmente mientras intentaba mantener la calma.

Para aumentar ese sentimiento de pérdida y desesperación que hacía llorar a Milena, David acercó su celular, acercando su rostro a la cámara, sonrió y dijo:

—Te lo dije, si no lo quieres, hay quien lo quiere – dijo estas palabras con una mirada sucia, incluso se lamió los labios, parecía querer enviarle un mensaje a Milena.

En ese momento pasaba un grupo de jóvenes, tal vez vieron todo y por eso se rieron mucho, haciendo que Milena se sintiera como un payaso en el ring, pero se tragó el enojo y la vergüenza, forzó una sonrisa y dijo:

—Que hermosa presentación Sr. David Miller, como usted mismo escuchó las risas, el público se volvió loco – luego de decir eso, Milena encendió la cámara de su celular y dejó que David viera claramente el lugar donde ella se encontraba, había gente por todos lados. haciendo desaparecer la sonrisa de David.

Su rostro estaba rojo, no estaba seguro si era enojo o vergüenza, se levantó bruscamente, haciendo que la mujer cayera de la cama, ni siquiera se molestó en saber si estaba herida o no, David tenía muchas ganas de expresar. su malestar, pero Milena volvió a hablar.

—Cuando tengas algo que decirme, envía a André a buscarme, es más práctico y también más agradable, que tengas un buen domingo – dijo y luego cortó la llamada, dejando a David muy enojado, no solo por lo que acababa de pasar. , pero también porque Milena mencionó el nombre del conductor.

Por la mañana, David escuchó la conversación entre André y Milena, eso de defecar por la boca seguramente era de lo que ella hablaba y pensar en ello, hizo que David se sintiera herido.

“¿Por qué ellos se llevan tan bien y yo ni siquiera obtengo una sonrisa sincera? No sé qué me pasa, pero necesito reaccionar”, reflexionó mentalmente mientras esbozaba una sonrisa fingida.

—Vaya, eso no estaba incluido en el servicio, dijo la mujer mientras se levantaba para luego buscar su propia ropa y vestirse rápidamente.

—Solo sal de aquí-dijo David y luego tomó su billetera de la mesa de noche, sacó unos billetes de 100 dólares y se los entregó, la mujer lo recibió con una sonrisa de satisfacción.

—¿Estás seguro de que puedes conformarte solo con el masaje?—preguntó mientras contaba el dinero.

En respuesta a la pregunta de esa mujer, David simplemente le dio una mirada indescifrable y con eso ella pronto se fue.

—Hice todo esto solo porque quería humillarla, pero tengo la extraña sensación de que fui yo quien fue humillado en esta historia. Lo que sea que esté sintiendo por esta mujer, lo voy a matar, lo juro-murmuró para sí mismo, se vistió y luego rápidamente se fue de allí.