Alisha. El Ascenso De La Reina De Reyes.

Henry sonrió al escuchar lo que Alisha había dicho, y bebió un poco de su copa de vino mientras la observaba. Alisha se sentó en un hermoso sillón rojo que estaba dispuesto a un costado de aquel gran escritorio de madera y mármol que ocupaba la oficina de Henry. Alisha se percató de aquello, -un escritorio realmente ostentoso-, pensó cuando lo había visto.

Henry después de que la pelirroja se sentara en el sillón, se quedó observándola un poco mientras bebía, hasta que la vio cómoda. Se acercó a ella y se sentó a su lado. Agarró un mechón de ese cabello rojo y jugó con ella hasta que finalmente dijo;

- quiero verte en tu forma real. Realmente extraño eso-, comentó de repente.

- ¡tú!-, exclamó Alisha señalando al pelinegro con el dedo y luego se separaba un poco de él.

Henry sonrió de nuevo y volvió a hacer la misma petición y está vez Alisha accedió, no había peligro alguno con él al lado de ella. Su magia estaría controlada.

Henry se posicionó mejor en el sillón para mirarla adecuadamente mientras Alisha revelaba su apariencia.

- eres más hermosa de lo que recordaba-, mencionó.

Alisha lo observó un poco antes de decir;

- pareces todo un maldito psicópata. Desde que llegamos noté que te ves de todo menos como un lobito-.

Henry se rió por el comentario de Alisha mientras la seguía mirando.

A estas alturas, Alisha ya se sentía nerviosa. Ese lobo parecía ser todo lo opuesto a lo que ella creía. -¿A dónde fue el tímido lobito?- pensó para sí misma, y dio un gran suspiro.

Al verla así, Henry se incorporó y la acorraló en el sillón, y antes de besarla le dijo;

- ahora que ya no eres la prometida de mi hermano, puedo hacer esto-

El beso fue algo prolongado hasta que Alisha lo empujó con brusquedad.

- ¡idiota!- dijo limpiándose la boca.

Henry solo sonrió mientras volvía a beber de su copa de vino.

- a lo que vinimos, termina de contar la historia que empezaste hace un momento allá afuera-, dijo mientras bebía de su vino. Y al hacerlo no pudo evitar recordar aquella noche de borrachera con Daniels. -idiota-, pensó para sí misma.

Henry volvió a su rostro serio y empezó a relatar la situación.

- como sabes, Ariel es el hijo mayor de la familia, pero cuando él nació, también lo hizo Carla, son mellizos, pero muy diferentes uno de otro. Incluso físicamente son diferentes. Mi madre cuando supo que tendría mellizos, había preparado todo con la intención de que mi padre no estuviera al tanto, así podría traer a uno a escondidas a esta mansión. ¿Escuchaste alguna vez hablar del reino oscuro?-. Preguntó Henry mirando fijamente a Alisha, quién negó con la cabeza diciendo;

- casi nada, solo sé que existe, pero hasta ahí. Incluso muchos dicen que en realidad no existe, pero mi madre una vez me aseguró su existencia. Pero eso es todo lo que sé-, respondió ella.

- bueno, ese reino está bajo nuestro control. Mi madre lo controla, y yo soy su sucesor. Carla creció y fue educada para serme de apoyo. Madre hace viajes constantes y siempre dijo que eran vacaciones, pero en realidad viajaba para resolver unos asuntos y dedicarle tiempo a mi hermana. Cuando mi padre hizo mucha diferencia entre sus hijos, mi madre observó e investigó el comportamiento de mi padre descubriendo algunas cosas no muy buenas. También vio que Ariel tenía mucha ambición, y fue entonces que empezó a llevarme en sus viajes, para prepararme para asumir su lugar. Cuando el momento sea oportuno, iba a fingir mi muerte o desaparición para poder hacerme cargo de ese reino. Cuando descubrí lo que mi hermano pretendía hacer y lo enfrenté, fui capturado, hasta que pude escapar. Pretendía alejarme de aquí por un período largo, y después de un tiempo iba a contactar a mi madre para aprovechar esta situación. Pero ahora volví-, comentó Henry dando por finalizado su relato.

- interesante-, se limitó a decir Alisha con otro sorbo de su copa de vino, mirando de reojo a Henry. -está demasiado bueno, hasta me dan ganas de pecar-, pensó Alisha mientras bajaba la mirada para observar mejor el cuerpo del lobito, quién ya se había percatado de las miradas de la princesa y sonrió por aquello.

- princesa, si me sigue observando así, no voy a poder resistir mucho más-, comentó con una sonrisa y Alisha se puso roja.

Ella se levantó con intención de salir de ahí mientras pensaba, -se supone que la pervertida soy yo, pero siento que él es peor. Estoy huyendo como una cobarde-.

Cuando estaba a punto de salir de la oficina, Henry la alcanzó, y la abrazó por atrás. Alisha se sorprendió e intentó zafarse, pero él le dijo;

- no me rechaces, esperé por ti tanto tiempo. Solo dame una oportunidad-.

Alisha se quedó quieta en el lugar, y pensó un poco antes de responder.

-es muy probable que solo sea una atracción física de mi parte, ¿estarás de acuerdo con eso?-.

- mientras me des una oportunidad estaré de acuerdo con lo que sea. Solo quiero la posibilidad de tratar de ganar tu corazón. Sabes que los lobos no mienten cuando se trata de su pareja, y yo te elegí a tí.

Alisha se dio la vuelta para estar frente a frente con él, y lo observó un rato, parecía que el lobo feroz volvía a ser un lobito rogando por una oportunidad. Sonrió al pensar aquello, y sin decir nada se acercó para besarlo. Fue un beso que duró bastante, hasta que se escuchó que tocaban la puerta.

- ¡Maldición!-, murmuró Henry antes de separarse de Alisha y preguntar quién estaba en la puerta.

Era Carla quién pedía permiso para entrar. Henry dio permiso y ella entró encontrándose con la apariencia real de Alisha, ambos, tanto Alisha como Henry se habían olvidado de aquel detalle.

- prin, prin, princesa - tartamudeo la pelinegra muy sorprendida por lo que sus ojos estaban viendo y miró a su hermano como pidiendo una explicación.