Cálido Y Dulce Amor (8)

Así fue, como la consentida de los Asaf, cenó todas las delicias que le fueron proporcionadas y luego de limpiarse la boca con la servilleta, se levantó y entró al baño, para cepillar sus dientes, lavar su cara y volver a su cama para acostarse, escribió por el grupo de sus padres, deseándole buenas noches, sonrió al oír su respuesta, apagó la luz y se durmió

Al día siguiente, Adalet se levantó sin ánimos, al parecer, la soledad de esa ala del edificio ya le estaba afectando, en su casa siempre se escuchaban ruidos de sus hermanos o de su padre, tocando de puerta en puerta todas las noches y las mañanas para darle su bendición,

El silencio la agobiaba y la hacía sentir abandonada, la tenía tan afectada que incluso, ella juraría que escuchó voces un poco más tarde de la medianoche, pero ella se obligó a retomar sus sueños y a volver a dormirse, pues aún faltaban dos días para comenzar las clases y ella sabía que nadie estaba alojado allí solo ella, porque el Director estaba de viaje

Esos supuestos ruidos debían ser productos de su imaginación y sus ganas de estar acompañada, pues ella se sentía aburrida, aunque su actitud era contradictoria, porque como ya no tenía las instalaciones de la academia para ella sola, ella había decidido permanecer en su habitación el mayor tiempo posible, sin embargo, había una idea que la hizo dibujar una sonrisa en su rostro,

Pero a la vez la desconcertaba, pues ella no entendía por qué la llenaba de emoción, saber que hoy llegará su discípulo, ella se imagina riendo y bromeando con este pequeño, ella se imagina una versión de su primo Allan, que tiene doce años, Adalet a pesar de que su discípulo tiene la misma edad que Misael, ella no lo compararía con él, porque su catire aparte de que aparenta más edad, también se comporta como un joven de quince años,

__ Viejito prematuro _ susurró Adalet y no pudo evitar sonreír al recordar a Misael siempre serio y molesto por las bromas de los más pequeños

Adalet suspiró y la nostalgia la embargó, ella extrañaba a su familia, pero indudablemente volar del nido, tenía su precio y ella por sus sueños estaba dispuesta a pagarlo, al final todo era por el bienestar de sus hermanos, ella se convertiría en su guía y los apoyaría a cada uno, para labrar su propio futuro,

Con esos pensamientos Adalet se quedó acostada, esperando con ansiedad que el portero, le anunciara la llegada de su pequeño compañero, pero justo en ese momento, el teléfono de Adalet sonó y ella sonrió, sabía que el momento había llegado, así que respondió con mucha emoción

__ ¿llegó?, oh disculpa, buenos días ¿Cómo amaneciste?

__ jajaja, buenos días mi niña, no el tuyo no ha llegado, pero quiero anunciarte que, en la madrugada, llegó un estudiante, el chico no estaba en ninguna de las listas, pero aquí te tengo los datos,

__ ¿Qué raro no?, _ le preguntó Adele, mientras buscaba su lápiz para anotar los datos

__ Si es muy raro, pero ya nos enteraremos, se llama Demetrio Ferretti, tiene 15 años, es ruso

__ ¿y la foto?, _ preguntó ella intrigada

__ No, mi niña, fue de imprevisto, pero es rubio, alto con cara de perro bravo, como todos los rusos, jajaja

__ jajaja, si tienes razón, pero ahora estaré en problemas, te aseguro que cuando lo vea, me voy a reír en su cara por culpa de tus ocurrencias, gracias amore mío _ dijo Adele haciendo sonar un beso en su celular, ocasionando una sonrisa en la cara del hombre mayor

Adalet se levantó muy animada, ella tenía mucha curiosidad en conocer al nuevo estudiante, ella sentía que el misterio de su llegada, escondía algo muy interesante, así que saldría de su madriguera solo para investigar a fondo este asunto,

Ella se sacudió la pereza, y se levantó decidida a bajar a desayunar, se dio una ducha rápida y se vistió con una falda negra hasta la rodilla, una camisa blanca y una chaqueta marrón, uso unos botines del mismo color y peinó su cabello rubio, recogido en una cola de caballo, ella no quería impresionar a nadie, pero tampoco quería desentonar con toda la elegancia y el glamour que se derrochaba en la mesa,

Así que se mensajeó con su amiga de la cocina y su puesto fue reservado, no era uno de los puestos principales, ella desde el inicio había escogido un puesto en la esquina de la mesa, que está cerca de la entrada de la cocina, así ella podía levantarse y marcharse del comedor sin llamar mucho la atención

Pero al parecer, pasar desapercibida no era una tarea fácil para ella, pues ella se retrasó un poco y al llegar vio que ya todos estaban en el comedor, ella solo saludó con los buenos días y se sentó, fijo su vista en el plato y vio que ya estaba servido, giró su vista hacia la cocina y ahí estaba su amiga, enseñándole su dedo pulgar hacia arriba y ella le sonrió en respuesta

En realidad ese pequeño gesto, la había librado de tener que esperar que las empleadas le sirviera a los demás, ya que ella llegó de última, así que ella se alegró y comenzó a comer, ahí no existían ningún tipo de orden para disfrutar de los alimentos, algunos ya estaban comiendo, incluso algunos ya estaban terminando, cuando aún no le terminaban de servir a los demás,

Pero ese era el método correcto de hacerlo, pues eran más de ochenta estudiantes, así que era imposible, comer de manera sincronizada, además entre ellos no existían ningún tipo de relación amistosa, ni mucho menos, todo lo contrario, parecía una convención mundial de presidentes, todos hablaban de sus familiares, su abolengo y sus propiedades,

Ádale se sintió frustrada, su desayuno estaba delicioso, pero la compañía había sido terrible, en un momento, algunos comenzaron a hablar en distintos idiomas y ella como los hablaba casi todos se sintió atormentada, todas las palabras eran de críticas y burlas de los demás compañeros e incluso las gemelas idiotas estaban sonriéndole, mientras hablaban de ella en su maldito idioma retorrománico sin saber que Adalet, las entendía perfectamente, pero no quiso darle importancia, estaba molesta se aguantó a todos esos idiotas por gusto, porque no observó ningún rostro nuevo,

Ella suspiró y acarició su cabello para liberar un poco de ansiedad y algunas preguntas llegaban a su mente, pero, ¿Qué demonios pasó?, ¿Dónde se había metido el estudiante misterioso?, ella se limpió la comisura de sus labios con una servilleta, pidió permiso y se levantó para caminar de regreso a su habitación, necesitaba pensar si debía bajar para el almuerzo o quedarse encerrada, en ese momento, ella escucha su nombre y siente que la toman de la mano

__ Adalet, por favor espera…