Las cosas pueden cambiar muy rápido, en un solo segundo puedes estar en un lugar para después caer en otro, esta es la historia de como sobrevivir a un mundo lleno de ratas sucias qué buscan aprovecharse de la debilidad.
"no voy a permitir que se aprovechen de mi, no más, protegeré a mis hijos de todas esas bestias, por que yo soy la duquesa de este lugar."
Reencarne en un cuerpo que no es el mio y una vida que no me pertenece, pero eso es lo de menos hay personas que necesitan mi ayuda y yo los ayudaré sin importar que suceda lo haré hasta que pueda volver a mi vida original."
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Un vistazo a la vida de la duquesa. 4
Los días pasaban y el duque no dejo salir a sacha de la habitación hasta que estuviera cien por ciento seguro de que no le pasaría nada.
De vez en cuando el duque llevaba su papeleria y la revisaba en el cuarto de sacha haciendole compañía para que esta no se aburriera, sacha por su parte le ayudaba para que el duque estuviera menos estresado y pudiera pasar más tiempo con sus hijos.
—¿entonces habra un gran baile aquí en la mansión?. —Dijo sacha revisando los documentos que tenia en su mano.
—si, bueno más bien será una celebracion para celebrar el cumpleaños del emperador, cada año le toca a uno de los 6 grandes ducados hacer la fiesta y esta vez nos toco a nosotros, esta es la primera vez que organizo algo así desde que murió mi padre.
—ya veo, esto será interesante.
—A la chica que trajiste para ser tu escolta le di la oportunidad de que entrenará con los caballeros para que mejorará sus habilidades.
—¿y como le va con ellos? ¿La molestan?
—al principio se enojaron por compartir lugar con una mujer, pero después se ganó su respeto por vencer al mejor de ellos, es muy hábil ¿en donde la encuentraste?
—ella era una sirvienta en la casa de una amiga, pero después me dijo que quería ser mi escolta por que yo era una buena persona o algo así, la lleve conmigo, le di trabajo y se ha vuelto una persona cercana a mi por su lealtad.
—ya veo.
—también habían otros personas que me seguían por haberlos salvado, pero no se que paso con ellos.
—duque!!.—una sirvienta entro muy alterada a la habitación interrumpiendo la platica.
—¿qué pasa? —pregunto el duque.
—lo siento por interrumpirlos, pero el mayordomo llego a la mansión malherido parece que alguien lo atacó y vine a notificarlo, él dijo que no dijera nada, pero se ve muy mal, mi señor. —dijo la sirvienta con prisa.
—iré enseguida, sacha ya vuelvo.
—si, aquí te espero.
El duque salió de la habitación de sacha directo al primer piso en donde estaba wiliam sentado en sillón sacudiendo su saco qué estaba lleno de lodo y pasto su cuerpo estaba lleno de rasguños por todas partes que lo hacían parecer gravemente herido, pero no eran para tanto.
—wiliam ¿qué paso? —pregunto el duque acercándose al chico.
—buen día mi señor. —wiliam se levantó del sillón y hizo una reverencia. —solo fue una pequeña caída estoy bien, mi señor.
—¿te atacaron?
—cuando estaba en camino de entregar la carta que había enviado al imperio me emboscaron a unos bandidos por suerte logre escapar de ellos, pero me tropecé en mi huida y caí de una colina, perdón por eso mi señor.
—wiliam siempre insistes en que quieres hacer todo tu solo y mirate casi te matan, a partir de mañana te daré un escolta qué te acompañará a todos lados.
—lo siento, pero yo no necesito...
—es una orden. —dijo el duque interrumpiendo sus excusas.
—A sus ordenes, mi señor.
—deberías cuidarte más, eres mi mayordomo de confianza y aun así te haces daño todo el tiempo.
—perdón por preocuparlo, mi señor.
—bien no importa, tomate el día libre mañana te presentaré a tu nueva escolta.
—Esta bien excelencia qué tenga una buena tarde.
El duque regreso a la habitación de nuevo en donde sacha lo esperaba pacientemente revisando los documentos que habían quedado pendientes.
—¿todo bien? ¿Qué le paso a wiliam?
—suspiro—no del todo, a wiliam lo atacaron unos bandidos por suerte logro escapar, a partir de mañana tendrá una escolta para que no vuelva a pasar.
—parece que lo estimas mucho.
—el es como un hermano menor para mi, siempre que mi padre me maltrataba iba con el al bosque y nos divertíamos todo el tiempo hasta que lo encerraron en su casa cuando cumplió 12 años y no lo volví a ver, él en realidad es el heredero del ducado de Zenón, pero escapó de ese lugar y yo le ofrecí trabajo por los años de amistad que habíamos tenido y ahora ya no permite que lo trate como a un amigo.
—ya veo, supongo que no quiere que nadie sepa que es en realidad un heredero que escapó de su casa, podría pasarle algo malo si alguien se entera.
—si, pero no me importa que se enoje conmigo por tratar de cuidar un poco a mi mayordomo de confianza, no se por que se volvió haci de cerrado conmigo, pero no pienso dejarlo solo.
—eres un buen amigo duque. —dijo sacha tocando la mano del duque.
—solo estoy devolviendo un favor, no es nada.
—ja, así que eres una persona humilde, interesante parece que tienes habilidades sorprendentes.
—te sorprenderia ver todas las habilidades qué tengo.
—¿puedo verlas? Duque.
Sacha se acerco poco a poco al rostro del duque para ponerlo nervioso, pero este también quiso jugar el mismo juego que ella y no dudo en acercarse de la misma manera para ver quien aguantaba más.
—mamá!!. —grito Lilly entrando en la habitación haciendo que los dos duques se separaran de golpe.
—¿qué pasa mi terróncito de azúcar? —sacha abrió sus brazos de par en par para sujetar a la niña que corrió hacia ella con intención de que la cargaran.
—¿por que papá está rojo como un tomate?
—es que papá...
—por nada ¿mi pequeña Lilly que te trae por aquí?¿En donde esta Dylan? —dijo el duque interrumpiendo a sacha.
—vine a ver a mamá por que la extraño y Dylan esta leyendo un libro en su habitación y no quiere salir a jugar conmigo. —Lilly infló los cachetes en señal de enojo.
—Lilly debes entender que tu hermano ya es un niño grande, tarde o temprano ya no querría jugar contigo. —comento sacha.
—pero no es justo ya no tengo a nadie con quien jugar.
—puedes jugar con papá. —contesto el duque.
—siempre estás ocupado dándole besos a mamá.
—Lilly por que dices eso, nosotros no nos damos besos. —dijo sacha roja como un tomate.
—yo los eh visto no soy una niña tonta.
—¿Lilly por que espías a la gente? Eso esta mal, estarás castigada por hacer eso. —dijo sacha.
—no hay por que enojarse tanto, a Lilly simplemente le dio curiosidad, Lilly prometeme que no volverás a hacer eso.
—lo prometo papá, pero no me castiguen no me gusta estar encerrada en mi habitación.
—nadie te va a castigar si cumples tu promesa de ya no espiar a la gente. —dijo el duque acariciando el cabello de Lilly.
Una joven sirvienta entro a la habitación en busca de Lilly pues había estado jugando con ella y estaba preocupada por que la niña se había ido de la nada.
—lo siento duque no volverá a pasar. —dijo la muchacha bajando su cabeza en señal de reverencia hacia los duques.
—no te preocupes, Lilly ve con ella para que juegues hasta que este la comida.
—si papá. —Lilly se bajó del regazo del duque agarrando la mano de la sirvienta para llevarla a jugar de nuevo. —nos vemos luego mami.
—adiós caramelito, diviertete. —sacha despidió a la niña con la mano.
Cuando Lilly salio de la habitación sacha aprovecho para relajarse y hundirse en la sábanas.
—me alegro que estés aquí duque, aveces es cansado tener que cuidar a dos niños.
—no hay problema, no me molesta por que son nuestros hijos, sacha.
—si, pero aun así cuidar a niños tan pequeños es todo un reto y más si tienes que trabajar 12 horas al día para darles de comer.
—debes olvidarte de esos tiempos por que ahora yo me ocuparé de ti y de mis hijos, dejalo todo en mis manos.
—si ya lo se, pero es divertido recordar como cazaba a esos animales por diversión.
—¿te gusta la caza?. —dijo el duque sorprendido.
—si ¿por que?
—eso es tan raro a ti no te gusta nada de lo que le debe gustar a las mujeres de alta sociedad o "normales".
—¿Y eso es malo?
—no, no, no, en absoluto me encanta esa personalidad tan aguerrida qué tienes.
—ja, deberías ver lo que estas manos pueden hacer con un cuchillo y dos palos.
—me encantaria verlo ¿quieres cazar algunos animales conmigo en la competencia de caza?
—¿no está prohibido qué las mujeres entren a la competencia?
—si, pero es una regla tonta, yo quiero que este ahí conmigo y si alguien se atreve a decir algo indebido le cortare la lengua.
—ja, eso quiero verlo, esta bien te acepto la invitación.
—bien te dejo descansar, nos vemos mañana cariño. —el duque se acercó a la frente de sacha y deposito un beso en ella y salió de la habitación.
Un sonrojo se posó en los cachetes de sacha estaba roja como un tomate y su corazón se aceleró derrepente.
"mierda, por que me haces esto corazón de pollo."
Y el duque se encontraba de la misma manera rojo como un tomate y con el corazón latiendo a mil por hora.
"cariño, le dije cariño."
Ambos duques sentían sentimientos cálidos dentro de si pero aun faltaba mucho para definir qué era lo que sentían exactamente pues ambos eran novatos en el amor y les faltaba experiencia en ese ámbito.
Al día siguiente wiliam se encontraba en la oficina del duque a primera hora del día para saber que escolta se le asignará para que lo siguiera a todos lados, algo que le parecía más que molesto, pues alguien a su lado solo lo pondría nervioso y no lo dejaría hacer bien su trabajo.
El duque llego a la oficina recién levantado de la cama pues se le había olvidado que tenia que atender ese asunto a primera hora del día.
—buenos días, wiliam ¿como amaneciste?
—buenos días, amanecí muy bien ¿como amaneció usted mi señor?. —dijo el mayordomo haciendo una reverencia.
—amanecí de milagro, estos días ha sido muy cansado tener que lidiar con ese asunto del cumpleaños del rey, si no fuera por sacha ya habría muerto de cansancio.
—me alegro de que se lleve bien con la duquesa, mi señor.
—suspiro—la sombra estará aquí ensegida así que esperemosla juntos amigo.
—por favor duque llámeme mayordomo, mi señor.
—como gustes, wiliam.
El mayordomo tomo asiento y reviso algunos documentos junto al duque para hacer tiempo mientras llegaba la sombra.
Al final después de 30 minutos de espera el hombre apareció entrando en la habitación de inmediato.
—lo siento mi señor, el entrenamiento matutino me retraso y no pude llegar temprano. —dijo el tipo haciendo una reverencia.
A wiliam se le cayeron los colores al piso y se puso pálido por saber quien seria su nueva escolta qué lo acompañaría a todos lados pues era el mismo tipo que lo había acosado días atrás.
—bien, wiliam el es maximiliano una sombra recién ingresada, sus habilidades son excelentes y podrá protegerte como es debido.
—yo...Bueno es un gusto conocerlo señor maximiliano. —dijo wiliam extendiendo su mano para que el otro individuo la estrechara.
—me alegra volverte a ver también, wiliam. —dijo maximiliano sujetando la mano del mayordomo con entusiasmo.
—¿se conocían?. —pregunto el duque.
—si, mi señor, conocí a wiliam hace mucho tiempo, espero que no te hayas olvidado de mi amigo.
—perfecto, me alegro que se conozcan así wiliam no estará tan nervioso por estar cerca de alguien ¿no wiliam? —dijo el duque hablándole al mayordomo qué parecía perdido en algún lado, como si estuviera asustado. —¿wiliam?
—ah, si, si, si, mi señor gracias por preocuparse por mi. —wiliam quería decir algo más pero su deber como mayordomo y su profesionalismo lo detuvieron.
—bien, sigue con tus cosas de mayordomo, los veo en el desayuno wiliam y maximiliano.
—nos retiramos, duque. —dijeron ambos.
Al salir de la oficina wiliam camino con rapidez a terminar algunos deberes en la cocina y la sombra lo seguía de cerca incomodando al chico.
—Oye se que tuvimos algo que ver en el pasado, pero ¿podemos olvidarlo y hacer de cuenta que nunca pasó?
—oh ¿el mayordomo se arrepiente de lo que hizo en su desenfrenada juventud?
—SI!! si me arrepiento, el solo echo de acordarme de eso me da vergüenza ¿qué acaso a ti no?
—no hize nada malo, por que debería darme vergüenza.
—por que tu y yo nos... Olvidalo es imposible hablar contigo, solo has tu trabajo y no te entrometas en mi camino, máx.
Wiliam estaba agobiado por la decisión de tener a alguien siguiéndolo a todos lados y se sentía sofocado por la precensia de dicho hombre, sin duda algo con lo que tendría que lidiar.