Un Esposo Para La Hija Del Presidente

Volví a mi silla me senté mientras regresaba mi vista al suelo, el ambiente se puso tenso, el señor Guillermo estaba en otra silla tratando de calmarse.

-          Guillermo- ¿Qué le paso a mi hija?

Levante mi vista lo mire y regrese la mirada al suelo, el empezó a hablarme más fuerte. Su voz había molestia y mucho dolor.

-          Damián ¿Qué le paso a mi hija?

-          Tampoco lose, cuando la rescate estaba sola en un barco. Si queremos saber que le paso tendremos que esperar a que ella nos diga.

-          Damián tu te la llevaste no queríamos que fuera sola contigo, no debí dejar que se fuera contigo, no la supiste cuidar.

-          Señor al igual que usted estoy mal, pero el culpable de todo esto es el infeliz que le hizo daño no yo, ni ella.

-          Mi niña, otra vez volvió a sufrir los mismo- levante mi mirada inmediata mente y lo mire con sorpresa, mientras que el le bajaban un par de lágrimas.

-          ¿De que estas hablando?

Mi padre se acerco a el y le puso su mano sobre su hombro.

-          Le hice una pregunta.

-          Es algo que a ti no te importa, te estas divorciado de mi hija.- me levante

-          Si no se lo quise dar el divorcio antes ahora menos sabiendo que corre peligro a lado de ese infeliz.

-          Mi hija no va estar seguro con ninguno de los dos, porque el la lastimo de una manera muy cruel, pero tu no te quedas atrás la humillaste, la sacaste de tu vida.

-          Señor estoy arrepentido, yo amo Adriana y voy a pelear contra el mundo si es necesario por ella.

-          No te creo y voy hacer lo imposible para que ninguno de los dos se acerque a ella.

Se levantó y se fue hacia la habitación de Adriana, volví a sentarme en la silla.

-          Agustín- hay Damián, lo siento mucho.

-          Ahora que hago, mi vida no podría empeorar más.

-          ¿Qué pasó?

-          No lose, lo que les dije es real solo la rescatamos de un barco que estaba completamente solo, ella estaba mal nunca podré olvidar como la encontré.

-          Voy hablar con Guillermo, pero tienes que prometerme que no volverás hacer nada estúpido y que vas a confiar en ella.- lo mire y regrese mi mirada al suelo.

-          Solo quiero que ella este bien y que regrese a mi lado, la amo y quiero que sea feliz a mi lado.

El tiempo pasó y por fin después de unas horas nos avisaron que podíamos pasar a ver a Adriana, su padre me miro con resentimiento, pero después de que mi padre hablara con el me dejo entrar con ellos.

Al llegar a la puerta y tomar la perilla suspire por unos segundos y lentamente empecé abrir la puerta, entramos ella estaba sentada viendo al frente a punto fijo, nos acercamos a ella, su papá se acerco la miro y empezó acariciar su cabeza. Y sin decir ninguna palabra le empezaron a salir sus lágrimas, mientras seguía mirando al frente.

Yo estaba a lado de mi padre viendo como padre e hija sufrían en silencio, y sin darme cuenta también me estaban bajando mis lagrimas, mientras miraba hacia abajo.

-          Adriana- papá regáleme un abrazo

El la abrazo mientras a ella le bajaban un par de lágrimas y miraba hacia el frente, el la salto y siguió acariciando su cabeza.

-          Papá voy a quedarme en México, tomare mi lugar como la esposa de Damián- levante mi mirada hacia ella- no me voy a divorciar, le diré la verdad a Leonel.

-          Lo siento, es mi culpa que estés pasando por todo esto, si no te hubiera obligado a casarte con Damián esto no hubiera pasado.

-          No es tu culpa, no es de nadie solo es culpa de Harry porque a ninguna mujer se le toca si ella no quiere, sea el motivo que sea no es justificación para dañar a nadie. Así que no te culpes, y tocante al matrimonio es cierto primero fue forzado pero después me enamore de el y el de mi, lo que hizo fueron por celos y rabia pero nunca se atrevió a herirme como lo hizo Harry.

-          Mi niña, juro que are que se arrepienta de haberte herido.

-          Lose, la ultima vez te vengaste. – lo mire extrañado, no entendía a que se refería o por que decía eso – y si la última vez supere lo que me paso lo volveré hacer.

-          Yo se que por dentro te estas muriendo, te conozco eres mi hija.

-          Claro si no soy de piedra, pero se que como la última vez superaremos esto- en ese punto ella cambió la mirada a mi, me miro – y tu me vas ayudar verdad. – camine hacia ella, le tome su mano mientras ambos nos mirábamos.

-          Si, voy a estar para ti siempre- ella asintió con la cabeza y regreso su mirada hacia el frente otra vez.

-          Guillermo – mi nena.

-          Damián regálame un abrazo.

La solté de la mano y la abrace de forma delicada para no lastimarla más de lo que ya estaba. pero ese abrazo lo sentí forzado como si le costaba dármelo

-          ¿Que piensas Damián?

-          Voy a estar contigo si tu me lo permites y te protegeré.- la solté.

-          Te perdono, voy a regresar contigo.

-          De verdad

-          Si.

-          Te prometo que.

-          No me prometas nada, porque también te conozco eres inseguro, aun tienes complejos por lo que te paso, y se que cuando vuelvas a sentir que te hice algo me volverás a tratar mal. Te perdono porque no quiero tener que enfrentarme en una guerra legal contigo y tener que enfrentar y castigar a Harry.

-          Ya aprendí la lección no volveré a lastimarte.

-          Voy a regresa a México contigo, y la investigación la realizare en los laboratorios RL, quiero fuera de mi equipo a Harry y voy a vengarme de él.

Después de una hora y de que se quedara dormida otra vez, salimos para que pudiera descansar

-          Guillermo ¿porque dice que si antes superó lo que le paso lo va a volver hacer?

-          Damián eso son cosas de mi hija, ella te lo dirá si es que quiere que lo sepas,  y quiero que sepas que no estoy de acuerdo en que ella regrese contigo, pero la conozco y se que tiene una buena razón para hacerlo, pero déjame decirte que si vuelves a lastimarla voy a usar todo mi poder e influencias políticas para destruirte.

Se fue dejándome solo con mi padre, el me miro y me dio un abrazo.

-          Tienes que entender que en parte tu tienes la culpa.

-          Lo sé, es por eso que no le dije  nada.

-          Ella te ha dado otra oportunidad no la desperdicies y busca justicia para ella.

-          Se que me esta utilizando para vengarse de ese infeliz pero voy a tomar esta oportunidad para que este con ella.

Hizo un gesto de estar de acuerdo y se fue, y mientras que yo me quedé solo en la sala de espera pensando en ella, de verdad ella es una mujer admirable, es fuerte, y claro que le duele pero aún a pesar de lo que le paso no volvió a quebrarse, al final se recompuso y no volvió a derramar ni una sola lagrima.

Ella sonrió antes de quedarse dormida, esa es la mujer de la que me enamore decidida, segura de sí misma, con una autoconfianza y autoestima muy grande. La amo porque nunca se da por vencida porque sabe lo que quiere y lucha por ello, la amo porque no conozco a ninguna mujer como ella capaz de querer a una persona como yo.

Y juro por lo que más amo que es ella y mi hijo que are que ese maldito bastardo llore y le supliqué perdón a mi Adri.

Adriana.

Me han vuelto a lastimar, me han vuelto a quebrar en mil pedazos, pero así como la última vez supe levantarme lo are de nuevo, y como la última vez me vengare y are que rueguen por mi perdón.

Porque se que soy muy compasiva, y dulce pero cuando despiertan el demonio que hay dentro de mi puedo hacer cosas horribles.

Desperté en un cuarto, miro al techo y en mi mente viajo al momento de la primera vez que me hicieron daño.

Flashback

Era la tercera vez que viajaba a México, mi padre estaba tomando la gobernadora del estado, estaba feliz volvería a ver a mi padre y estaría en  país en que había nacido, el viaje fue muy cansando pero al llegar al país mi padre y mi abuela estaban esperándome y me recibieron con una gran sonrisa y un fuerte abrazo.

Los extrañaba tanto y verlos me hizo muy feliz, se que ellos me visitaban pero era solo en vacaciones y siempre estaba en Inglaterra encerrada en un internado y en muy pocas veces resabia una llamada de ambos. En cierto punto los entendía, pensaba que sus trabajos los absorbía y al terminar de él estarían muy cansados y era por eso que casi no me llamaba. Es por eso que cuando me enteré que iría a mi país natal me llene de alegría.

Recuerdo que durante el camino todo lo que miraba se me hacia hermoso, aunque hubiera calles feas, con baches el paisaje se me hacia hermoso. Y aunque el camino era largo, para mí no lo fue.

Al llegar a la casa un ejercito de personas me estaban esperando, eran los empleados de la casa que me recibían con una gran sonrisa.

Para mi ese día fue uno de los mejores, había llagado a mi país, mi padre recibiría la gubernatura del estado y me volverían a presentar como la hija del gran político  Guillermo Córcega.

Pero así como mi felicidad llego así se fue, después de la toma protesta, nos dirigimos a la gala que se estaba llevando acabo en un salón de un hotel de lujo de la ciudad. El lugar había sido decorado de una forma muy bonito el evento fue entretenido había personas muy importantes que no conocía. Cuando anunciaron nuestra llegada todos nos observaban y dirigían su atención a nosotros, pero después todos atendían sus asuntos y continuaron con la fiesta, pero hubo un par de miradas que sentía en todo momento, pero hubo una que por más que tratara de evitarla o de perderme de la vista no lo conseguía.

Esa mirada hizo que me pusiera incomoda, así que le dije a mi abuela que me quería ir, ella acepto y me llevo a una habitación, me dejó con una mujer que me cuidaría mientras ella no estaba. Después de eso recuerdo que me quite el vestido me puse una pijama, y me disponía a irme a dormir pero justo cuando pretendía meterme a la cama la puerta del cuarto se abrió y entró ese hombre que me miraba de una forma extraña, le pregunté quién era y qué era lo que quería pero no me contestó, se acercó a mi de forma rápida. Yo empecé asustarme y agitar el nombre de la empleada pero nadie apareció y ese hombre me golpeó, me insulto y terminó por abusar de mi, y aunque grité, me resistí el abuso de mi dejándome muy mal.

Lo único que recuerdo es que yo estaba en la cama muy golpeada y desnuda mientras que el se bestia, recuerdo que solo veía su espalda mientras se ponía su camisa blanca y me decía unas palabras.

-          No pensé que la hija de mi enemigo resultara ser tan deliciosa.

Esas palabras se me hicieron muy repulsiva que con la última fuerza que me quedaba hice un grito de dolor.

-          Haaaaa.

No se si mi grito se escuchó más haya de la habitación, que en cuestión de segundos otro hombre entró y empezó a golpearlo, mientras que yo poco a poco empecé a perder la consciencia.

Y al despertar estaba en una cama junto a mi abuela y mi padre esperando verme despierta. Ellos al verme lloraron junto conmigo.

Después de ese día ya no le encontraba sentido a mi vida trate de quitarme la vida, era una niña de 15 años que había sido marcada por un dolor tan profundo y humillante, y pensaba que al morir todo terminaría, pero la última vez que lo intenté y que me salvarán mi abuela me llevó a un hospital, y me dio la más grande lección que una persona puede recibir.

-          Adri hermosa, ves esos niños – sentí  con la cabeza – todos ellos tienen una enfermedad terminal, algunos están muriendo porque no pueden pagar el tratamiento y otros porque no hay cura para su enfermedad.

-          Y eso que tiene que ver conmigo – le conteste indiferente

Empezó a llevarme a las salas que había en el hospital, pude observar como los niños sufrían pero mostraban una cara de felicidad cuando están terminando, y observe como había niños que ya no podían más y le podían a sus madres que pararan, pero ellas se negaban a dejar ir a sus hijos, ver cada una de esas escenas se me hicieron muy feas. Al final del día mi abuela me dijo.

-          Mi niña lo que te paso fue muy feo, y quiero pedirte perdón por no cuidarte y dejarte con esa mala mujer, fue mi culpa – ella había empezado a llorar- pero tu estas aquí tienes salud, un padre que te ama, me tienes a mi, y si tu te quitas la vida nos destrozarías, nuestras vidas no tendrían sentido.

-          Abuela, es que me siento humillada, maltratada, agredida, me siento sucia – después de 3 semanas era la primera vez que abría mi corazón a mi abuela – siento que ya no valgo como mujer porque me mancillaron.

-          Quien te dijo eso, mi niña una mujer vale por su corazón no por eso, mira a todas esas niñas que luchan por su vida, algunas de ellas fueron abusadas como tu y les contrajeron una enfermedad y están apunto de morir – la mire sorprendida – y te puedo jurar que ellas quieren vivir. Tienes que saber enfrentar lo que te paso, yo quiero que cumplas tus sueños que formes una familia y que seas feliz.

A partir de ese día levante mi cabeza porque entendí que no tenía la culpa, entendí que ninguna mujer que sufre algún abuso tiene la culpa porque nadie puede obligarte a nada, es cierto tenemos que cuidarnos pero si no lo hiciéramos por cualquier motivo no tiene que ser el pretexto para que otro se aproveche de una mujer. Hay algo que nosotros o la mayoría no entiende el respeto siempre será respeto y tenemos que aprender a respetar a una persona y dejar de decir que ella tiene la culpa por cualquier motivo nada ni nadie tiene el derecho de abusar de nadie.

Y a partir de ese día descubrí mi vocación y era ayudar a los niños, ese día decidí convertirme en doctora y tratar de curar a todas las personas con ganas de vivir.

Forje mi carácter, me volví más segura y con confianza en su misma, decidí que nunca me casaría o enamoraría, y que mi vida la dedicaría a mi meta.