Jackson Barone, un joven mafioso de 29 años busca venganza por la muerte de su hermano Matthew y su cuñada Verónica. Bajo su cargo la hija de ambos Carrie, a quien decide criar a duras penas.
Seis años después criando a su sobrina como su propia hija, sigue en busca de venganza. Pero cuando amenazan con quitarle a quien más ama, a Carrie, Jackson decide hacer todo lo posible para conservar a quien amaba como a su hija, incluido buscar una esposa falsa. Ahí es cuando Clara Flinn aparece, quien tras perderlo todo no le queda otra que ayudar a joven mafioso
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Capítulo 23
...• DOS MESES DESPUÉS •...
...• MANSIÓN MONTEREY •...
– Así que... ¿La hija de Barone está enferma? –*dice sentado en su sillón*
– Asi es, señor. A punto de morir según lo que me dijeron los informantes
*Camina hacia la ventana*– Que pena, Barone me cae mal pero... me siento mal por la niña
– Lo se, es muy pequeña... –*baja la mirada*
– Pero no es momento de ponernos mal por ellos. Ahora tanto Jack como Clara están débiles
– ¿Que está pensando señor?
– Es momento de actuar –*dice Lorenzo*– Hay que aprovechar para quitarle ese contrato
– ¿Cómo haremos eso?
– Verás, Adam, cuando una persona pierde prácticamente todo lucha para conservar lo que le queda –*dice seguro*
– No entiendo que quiere decir, señor
– Bien, no atacaremos directamente a Jack, iremos por Clara
– ¿La señora Barone? ¿Va a amenazar a Jackson con ella? –*pregunta Adam*
– No, si Jackson pierde a su hija, dará todo por proteger a su esposa. Es a Clara a quien amenzaremos, pero primero lo que dije, le quitaremos todo lo que ama, para dejarle una sola cosa por la que hará cualquiera cosa para conservarla
– ¿Con eso conseguiremos el contrato, señor? –*dice Adam*
– Si, estoy completamente seguro –*dice Lorenzo*– Hay que planear...
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JACKSON
Estos dos meses han sido completamente agotadores, llevamos a Carrie de hospital a hospital, de país a país sin que encontraran una solución para Carrie, tras varias operaciones que tuvo no se pudo extraer el tumor que invadió su cerebro. Ahora internada e intubada, no me cabe duda de que se está yendo de nuestras manos. La miro por el vidrio de su habitación, todos están aquí también cansados mientras el doctor la revisa...
*Clara me acaricia la espalda*- Amor...
*La miro*– Ya no se que más hacer –*digo agotado*
– Quizá ya no haya nada que podamos hacer, mí amor –*me mira con una lágrima recorriendo su mejilla*
*El doctor sale de la sala*– ¿Doctor? –*digo*
– Lo lamento mucho –*dice negando con la cabeza*– Hicimos todo lo que pudimos, el tumor solo está creciendo
*Clara se larga a llorar*– No, por favor, no
*Maggie la abraza llorando*– Lo lamento tanto, querida, lo siento
*Donna se acerca a mí*– Ya no la hagas luchar más, Jack. Creo que quiere irse
*El doctor nos mira a Clara y a mí*– Creo que deberían entrar
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JACKSON
En mí vida sentí un dolor así, tener que dejar ir a quien crié como una hija, a quien es mí hija. Entramos a la habitación, Clara secándose las lágrimas...
*Me siento junto a la cama y tomo su mano*
*Abre los ojos y me mira*– Papi... ¿Estás enojado conmigo?
– No, mí amor. ¿Por qué estaría enojado?
*Me siento respirando con dificultad*– Porque estoy muy cansada
– Lo se –*digo mirándola*– Se que estás cansada
– ¿Iremos a ver a otros doctores, papá? –*me mira cansada*
– No, mí amor... –*me empiezan a caer lágrimas*– No habrán más doctores
– Entonces... ¿No soy una guerrera?. Porque estoy muy cansada de pelear
– Si, lo eres... –*dice Clara llorando*– Eres una gran guerrera, peleaste con todo tu ser, estamos muy pero muy orgullosos de ti
*Me seco las lágrimas*– Diste una gran batalla mí amor, estoy muy feliz por ti
– ¿De verdad? –*me dice ella débil*
– Si, mí amor –*empiezo a llorar*– Pero si estás cansada, ya no tiene que seguir luchando... Puedes irte, mí vida
– ¿Donde voy a ir, papá?
– Con tu papá, con tu mamá, con tus abuelos. Vas a ser un ángel como ellos –*le digo tomando y besando su mano*
– Así como lo eras aquí, mí cielo –*le dice Clara*
– ¿Podré cuidarlos desde arriba? ¿Cómo ellos nos cuidaban a nosotros? –*pregunta con su débil y tierna voz*
– Si, y serás muy feliz allá arriba –*digo con dolor*
– Gracias, papá, mamá. Gracias de verdad... –*nos dice debilitandose y nos sonríe*– Fueron los mejores papás que me pidieron haber dejado mis ángeles
– Y tu fuiste y siempre serás nuestra hija –*le digo llorando*
– Ustedes siempre serán mis papás...
– Aquí todos estaremos bien, te amamos, hermosa, y te amaremos siempre –*le doy un beso en la frente*– Puedes irte, mí hija
– Los volveré a ver. Nos vemos... –*va cerrando sus ojitos*
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JACKSON
Así ella cerró sus hermosos ojos azules, que llenaban mí vida de alegría, para jamás volver a abrirlos. Lloramos todos en ese momento desconsolados. Unos días después el momento más horrible y triste de mí vida, su entierro...
– Amigo... –*dice Joe con una mano en mí hombro*– Está mejor ahora
– Lo se, pero duele tanto amigo –*digo con lágrimas en los ojos*
– Tienes que seguir adelante, amigo... Aferrarte al futuro –*dice mirando a Clara*– Ella te ayudará
*La miro*– Iré con ella –*voy y abrazo a Clara*– Mí amor
*Me devuelve el abrazo*– No puedo creerlo, Jack... No puede estar pasando
– Yo tampoco puedo creerlo –*le digo con lágrimas en los ojos*– La crié yo, vi como daba sus primeros pasos, me dijo "papá" por primera vez
*Se larga a llorar*– Lo siento tanto, mí amor
– Lo se... pero estaremos bien, ¿si? –*le digo tristemente*
– Si, si... Creo en eso, por ella –*me abraza más fuerte*
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CLARA
La tristeza de Jack era más que evidente, vi como ese hombre fuerte y valiente se desmonoraba frente a mí. Regresamos a la mansión, unos días después llego la partida de los Davis de la casa...
*Abrazo a Donna*– Este no es el adiós que esperaba –*le digo*
– Lo se, querida –*me dice con lágrimas*– No tuve el placer de conocerla y cuando pensé que lo haría...
– Ella te amaba, apesar de haberte conocido poco tiempo, los amo a todos
– Si, lo sé... –*me mira y sonríe tristemente*– Si algún día llegan a tener un bebé, me encantaría conocerlo
– Tengan por seguro que así será –*le sonrío*
*Federico se acerca*– Querida... –*me abraza*– Verónica debe estar contenta de la madre que le tocó a Carrie
– Muchas gracias, Federico. Fue muy bueno conocerlo y espero que nos volvamos a ver pronto –*le digo*
– Nos veremos de nuevo, quizá podríamos comer alguna de tus delicias –*dice sonriendo tristemente*
– Me encantaría, de verdad. Todos
*Lea y Zack vienen*– Bueno es el adiós –*dice Zack*
– Al parecer si, abogado –*le sonrío*
– Si, lamento haber hecho enojar a Jack en más de una ocasión
– Eso ya quedó en el pasado, Zack. Espero que nos reunamos algún día
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CLARA
Veo como se van, entramos a la mansión, Joe, Maggie y yo estamos en la sala. Poco después se van, la casa se ve tan silenciosa, decido subir a la habitación donde Jack estaba sentando al borde mirando una foto de Carrie...
– Amor... –*lo abrazo*
– Le prometí a Matt que la cuidaría con mí vida. No pude hacerlo –*me dice derramando lágrimas*
– No fue tu culpa, mí amor. No podías prevenir lo que ocurriría, luchaste contra viento y marea por ella, se fue sabiendo cuánto la amabas
– Lamento haber iniciado esto –*me dice*– Si quieres irte...
– ¿Cómo dices eso?. No pienso dejarte, te amo, ¿si?. Superaremos esto, juntos
*Toma mí mano*– Gracias por estar conmigo, eres una de las cosas más lindas que pudo pasarme
– Siempre voy a estar contigo, mí amor
*Acaricia mí mejilla*– No sabría cómo superar esto sin ti
– Ni yo sin ti... –*tomo su mano y le dejo un beso*
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(Solo quedan 4 capítulos para terminar esta historia. Y les quiero decir que estoy pensando en hacer un segundo libro sobre ellos)