 
                            Después de perderlo todo Isabela decide reconstruir su vida.
Entre lágrimas y aprendizajes, descubre que el destino puede sorprender con un nuevo amor y una nueva vida…
Uno capaz de sanar su corazón y enseñarle que siempre es posible volver a soñar y a vivir.
NovelToon tiene autorización de Gena Jim para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo:23
ISABELA:
Mientras me tomo una taza de un rico chocolate, mi hermano Liam se sienta frente a mí, mirándome fijamente.
—Deja de mirarme así, si deseas decirme algo, solo dilo y ya.
Él entrecierra los ojos e inclina su cuerpo hacia adelante.
—¿Qué hacia un hombre en tu departamento mientras dormías?
—Es mi jefe, no seas exagerado.
Hablo restándole importancia.
—¿Tu jefe?
Alza las cejas con una sonrisa burlona y mira hacia la puerta de salida donde hace unos minutos Vladímir se marchó luego de recibir una llamada.
—Sí, es mi jefe, deja de ser dramático.
—Descuida no soy dramático, estás soltera y que tú y tu jefe estén durmiendo juntos no es cosa del otro mundo.
Sonrío porque al escucharlo de la boca de Liam se escucha medio extraño.
—No ha pasado nada entre nosotros, es solo que las circunstancias nos han acercado más.
Liam desvía la mirada y suspira.
—Sé que eres una adulta y estás soltera, pero, no quiero que vuelvan a lastimarte Isabela.
Sonrío con ternura mirando a mi hermano.
—Hermanito, entre Vladímir y yo no ha pasado absolutamente nada, te lo digo en serio... Además, tengo que darte una noticia importante.
Sonrío llevando una de mis manos a mi vientre.
Él me mira fijamente.
—¿Qué noticia?
Pregunta curioso y una sonrisa de alegría de forma en mis labios.
—Vas a ser tío, estoy embarazada.
Varias expresiones pasan por el rostro de Liam y su mirada viaja de mi vientre a mi rostro.
—¿Estás bromeando?
—No, no estoy bromeando... Estoy embarazada.
Mi hermano se pone en pies de un salto y corre a abrazarme diciéndome muchas cosas lindas.
—¿De cuántos estás?
Me pregunta separándose de mí con una mirada brillante.
—Tengo tres meses.
Él hace un puchero.
—Qué mala eres, hasta ahora me lo dices.
—No había tenido la oportunidad... Liam... Estoy feliz de poder cargar un bebé en mi vientre, ese fue mi mayor sueño y lo estoy cumpliendo.
Siento mi voz quebrarse un poco, pero respiro varias veces para no derramar lágrimas.
—Lo sé y muchas felicidades, sé que serás una excelente madre, por cierto ¿Quién es el padre?
Mi sonrisa se borra y muerdo mis labios mientras desvío la mirada hacia otro lado.
—Ya veo... ¿John es el padre?
Solo asiento y miro como él toma asiento.
—Dime ¿Se está haciendo cargo?
Levanto la mirada hacia mi hermano y las lágrimas comienzan a bajar por mi rostro mientras recuerdo aquel día cuando le dije que estaba embarazada.
—Me dio dinero para abortar Liam... Amelia y él están esperando un bebé porque ella aún es joven para tener hijos y yo... Yo solo soy una vieja que no puede cargar con un bebé en su vientre.
Mi vista se nubla por las lágrimas mientras siento como mi pecho se encoge.
—¡Ese maldito imbécil!
La voz de Liam estalla llena de furia contenida, haciendo que yo me encoja ligeramente en mi asiento.
El puño que golpea la mesa con fuerza me sobresalta, pero sé que su rabia no es contra mí.
Miro su rostro que es generalmente tranquilo que está transformado con indignación.
—¿Cómo se atreve a decirte algo así? ¡Tú eres la mujer más maravillosa y fuerte que conozco! Lo que él piense no importa, ese idiota descerebrado.
Liam se pone de pie de nuevo, esta vez es para arrodillarse junto a mi, con una dulzura inesperada, seca mis lágrimas con el pulgar y me mira directamente a los ojos.
—Mírame Isa, ese hombre no merece ni una sola de tus lágrimas. Tú vas a tener este bebé, y no te va a faltar absolutamente nada, yo voy a estar aquí y seré tu familia. Seré el mejor tío que este niño pueda deser. No estás sola en esto, su dinero y su opinión pueden irse al mismísimo demonio, solo quiero que sepas que me tienes a mí, que te amo y que estoy infinitamente feliz de que hayas decidido continuar con tu sueño.
Su apoyo incondicional me desarma más que el rechazo de John y solo asiento, sintiendo una ola de alivio y amor fraternal.
—Gracias, hermanito.
Murmuro, abrazándolo con todas mis fuerzas, el nudo en mi garganta finalmente cediendo.
(Quiero agradecer de manera especial a todas aquellas personas que están pendientes a cada capitulo y han mantenido su apoyo en cada una de mis locas aventuras ❤️)
 
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                    