A veces no podemos sumergir tanto en una historia, en una persona, que se nos olvida por completo nuestro mundo y obligaciones.
Este es el caso de benjamin, un chico de 25 años obsesionado con la perfección. Adicción que lo llevara al límite de sus límites mentales.
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Cap 22
Callo La tarde, me cambié de forma minuciosa, me puse un pantalón elegante de color gris ratón, una camisa blanca, la cual deje los últimos dos botones sin abotonar, antes de llegar al cuello, unos zapatos clásicos de color negro, bien lustrados.
Me peine el cabello hacia atrás, le eche un poco de gel para que quedara bien peinado, me eche perfume y sonreí al espejo antes de salir de la habitación
Bajé al primer piso y me encontré con Thomas en la cocina, había llegado de la barbería, le hicieron un corte bajo, dejó un poco más de cabello al frente y a los lados lo dejó más al ras de la cabeza, me sorprendí, ya que de ese modo nuestras caras aunque iguales, cambiaban un poco
-wow
Entre por completo a la cocina y me quede viéndolo sin parpadear
-¿qué carajos te pusiste?
Mire mi atuendo y fije mis ojos en Thomas de nuevo
-¿qué tiene?
Este río un poco, sostenía un basó en las manos, no sé que estaba tomando, llevaba puesto un Jean de color azul claro, una camisilla blanca y unos zapatos deportivos de color blanco.
-¿vas a dar clases?
Volvió a reír un poco y tomo de su basó, lo dejo sobre el, lavaplatos y tomo asiento en el comedor auxiliar.
-no.
Soltó un sonoro suspiro y luego tomó una postura más relajada
-por cierto ¿cómo vas Con eso?
-¿con el puesto en el colegio?
-si, yo presente mi renuncia, pero el director me llamó para que reconsidere mi renuncia.
-yo también presente la renuncia hace un par de días, me la aceptaron al día siguiente.
Thomas se aguantó la risa, tuve tantas ganas de tirarle algo en la cara, pero para mi mala fortuna no tuve nada al alcance
-en fin, vamos ya.
-sí, si, espérame un poco
-Thomas ya es tarde, vamos sobre el tiempo, ¡apresúrate!
Thomas corrió escaleras arriba,
Teníamos que estar a las 3:00 pm en casa dél Padre para salir con sus hijos y a él lo tendríamos que entregar a las 4:30 pm a los Jason, ya eran las 2:30 pm y la casa del padre estaba a más de 20 minutos
Bajo con una maleta de tamaño medio
-listo.
Yo ya tenía mi maleta en el auto, desde hace unas horas, Thomas siempre deja todo para lo último, entre más tarde pueda hacer las cosas, mejor para él.
-deja la maleta en el auto y vamos a despedirnos de la abuela y de Sofía
Cerré la puerta con llave y me dirigí a la casa de la abuela, toque y a los pocos minutos la abuela abrió, Thomas ya se encontraba a mi lado y este fue quien hablo.
-ya nos vamos abuela, nos vemos en otra vida.
Resople, aún no entendía la personalidad de Thomas
-abuela, te dejo la llave, volvemos en unos cuantos días, por mucho un mes, ¿dónde está Sofía?
La abuela recibió la llave y la guardo en el bolsillo de su pantalón
-mijo, Sofía está en el hospital con el novio, al parecer tuvo un accidente en la bicicleta esa que monta, ya sabes cómo son los jóvenes, para ellos el peligro no existe.
Guarde silencio por unos cuantos segundos y Thomas subía y bajaba la cabeza dándole la razón a la abuela
-bueno, abuela despídenos de ella, en la tarde te deposite en la cuenta un dinero para este mes que estaremos ausentes.
-Gracias mijo
La abuela nos dio la bendición y se despidió con un beso en la frente a los dos, nos tuvimos que agachar un poco, pero siempre era un gusto recibir su amor.
Subimos al auto y arranque lo más rápido posible, al rato de estar ya en carretera, Thomas estalló en una risa escandalosa, tanto que me sobresalte
-y ahora a ti ¿qué te paso?
Siguió riendo hasta agarrarse el abdomen
De sus ojos salieron lágrimas, y fue mermado la risa, poco a poco, recuperó su postura
-le partí la pierna al mocoso
-¿al novio de Sofía?
-si, cuando iba de regreso a la casa desde la barbería, el imbécil me tiró una piedra, estaba sobre esa bicicleta, cuando Voltee a ver quién me había lanzado la piedra, lo vi, y lo reconocí de inmediato, me acordé que lo había visto con Sofía antes de saber que era su novio. Fui hacia él, y me dijo algo de que yo le había tirado una pierda antes, no supe de qué hablaba, lo bajé de la bicicleta y le dije que cuidara de Sofía, luego procedí a colocar con mucha fuerza mi pie sobre su frágil pierna, una y otra vez, bastó con darle con fuerza tres veces, lloro como un niño y le repetí dos veces que se había caído en la bicicleta, este asintió y seguí mi camino.
Thomas sonrió dejando ver la victoria que él sostenía sobre un adolescente de 14 años, no dije nada, solo seguí conduciendo
Llegamos a la casa el padre, una casa de tres pisos, con un jardín delantero seco, tenía matas secas, muertas por falta de agua o por mucho sol, no sabía su origen pero sabía que no tenían reparación. La casa era de un color blanco con partes azul oscuro, casi negro, pensé que se asemejaba a su vestimenta, bajamos del auto y Thomas se apresuró a tocar el timbre, una y otra vez,
-deja el puto timbre.
Llegué hasta el con menos paciencia de la que creía tener, no se porque al pasar por el jardín muerto, sentí un malestar emocional, mi enojo se disparo al ver la actitud infantil que caracteriza a Thomas
-va, va
Escuchamos la voz de una mujer mayor, a los pocos segundos abrió la puerta, era una mujer regordeta de tez negra con uniforme de empleada de servicio.
-Buenas tardes, venimos a ver al...
-si, si, los está esperando, sigan, sigan
Thomas entró con toda la confianza del mundo, yo entré detrás de él con más pereza de la que pensé que me daría esta situación
Pasamos a un recibidor grande el cual al frente destacaba una escalera en medio y se Dividia en dos, a la izquierda y derecha, solo había visto ese estilo de arquitectura en mansiones o casonas antiguas, se me hizo exagerado, pero pasó a segundo plano al notar en piano de madera fina que se encontraba en el salón que estaba a mi derecha, viejo pendejo, ¿para esto usa el diezmo?
-esperen aquí por favor, ya le aviso al padre que llegaron.
La señora subió de prisa por las escaleras y se perdió por la parte derecha de esta, escuche como abría una puerta en la segunda planta y la cerró con prisa
-ulala al viejo le va bien
Thomas se paseo por todo el recibidor y luego entró al salón del piano
-Mira esto Benjamin, el degenerado gana muy bien, ¿que hará?
Toco el piano de forma escandalosa, era un pecado para la música tocar un piano de esa forma, no dije nada, solo lo vi ahí de pie frente al gran piano con un sonrisa de idiota
Escuché como se abrió una puerta en la segunda planta y se cerró, al momento unos pasos empezaron a descender por las escaleras
Thomas los escucho y dejo el piano y en uno parpadeo ya estaba a mi lado de nuevo, vimos como el padre bajaba con su típica sotana, y detrás de él dos criaturas que parecían más sacadas de algún cuento de terror, un varón y una mujer
Eran exactamente iguales, el chico venía con un conjunto de pantalón largo con una camisa manga corta, de color blanco, la chica venía con un vestido sencillo que le llagaba debajo de las rodillas, venían descalzos, su piel era blanca, de un color casi pálido, su cabello un castaño rubio sus ojos de un color verde aguamarina sus labios de un rosado oscuro, la mujer tenía el cabello hasta la cintura, lo traía suelto y el varón traía un corte en hongo, me quedé estupefacto, mi respiración se corto por un momento, mis ojos no se despegaban de la mujer y esta al darse cuenta frunció el ceño y me dirijo una mirada cargada de asco y odio.
Lo sentí, la explosión dentro de mi cuerpo, apoderandose de todo mi ser.