Presencia Maligna

Shanan asumió que todos estarían dormidos y les dijo a sus compañeros que se prepararan porque iban a salir todos juntos.

Con la ayuda de una lámpara que encontró por ahí iluminó el camino de huellas de harina.

Con todo sigilo caminaron hasta el cuarto de torturas. Shanan siguió las huellas que había dejado con sus zapatos.

La mujer y los dos hombres iban detrás de ella.

Encontraron una puerta, con mucho cuidado, uno de los dos hombres que iban con ella la abrió.

Vamos, este momento puede ser crucial para todos.

Con toda clase de precauciones salieron de esa casa.

Pero solo para encontrarse con una jauría de perros que cuidaban la casa.

Los perros olfatearon a las personas que salían temerosas de esa casa.

Ladrando se iban acercando a ellos. Shanan y los otros corrieron despavoridos hacia una pequeña cabaña que estaba a unos cuantos metros de distancia.

Lograron llegar sanos y salvos mientras que los perros ladraban afuera.

Gloria oyó a los perros e, inmediatamente le habló a sus hombres.

Vayan a ver qué sucede.

Los hombres salieron armados. Les hablaron a sus perros que se calmaron de inmediato. Fueron a ver por aquí y por allá. No había nadie.

Tal vez fueron los buitres, dijo uno.

O tal vez vieron alguna rata o conejo.

Puede ser.

Los hombres regresaron a la casa.

No había nadie, dijo uno de los hombres. Cada quien se fue a sus respectivas casas que estaban dentro del jardín de la casa grande.

Tenemos que salir de aquí antes de que la señora se dé cuenta de que no estamos.

Vámonos con cuidado por atrás de la casa para que no nos vean los perros.

Con el alma en un hilo todos empezaron a caminar lento por atrás de la casa.

Vayan con cuidado sin hacer ruido, no queremos despertar a los perros, ¿verdad?

Iban caminando con mucho cuidado, pero Shanan tenía mucho miedo, era la primera vez que caminaba por el monte a oscuras.

La propiedad era demasiado grande y no encontraban la puerta de la reja.

Claro, iban escondiéndose entre los árboles tratando de no ser vistos.

De pronto oyeron el clic de una pistola como si alguien los estuviera esperando.

El hombre, con una mano accionaba la pistola y con la otra mano tenía agarrados a dos perros de una correa.

¿De manera que intentaron escapar? Pues no se les va a hacer. Órale regrésense y caminen o en este mismo momento los voy a matar.

Pero Shanan iba a vender cara su vida. Con la varilla que encontró a su paso le asestó un golpe terrible al hombre que cayó fulminado. Los perros no pudieron soltarse porque el hombre tenía como pulsera las correas.

Era el momento, todos se fueron corriendo hasta la salida y se perdieron en el bosque.

Literal, "se perdieron en el bosque".

Y ahora, ¿qué hacemos?, dijo Shanan.

Pues ya estamos aquí, habrá que buscar un refugio.

Habían caminado una eternidad, según las palabras de Shanan.

Parecía que estaban en el fin del mundo.

El bosque era inmenso, a lo lejos vieron una luz, que al parecer era de una pequeña choza.

Arriesgándose, decidieron caminar hacia allá. Claro, con toda precaución.

Cuando tocaron un hombre abrió la puerta. ¿Quiénes son ustedes y que vienen a hacer aquí?

Señor, sé que no son horas de visita, pero estamos perdidos en el bosque, por favor, ayúdenos nos quieren matar.

¿Cómo que los quieren matar? ¿Quién?

Una señora loca que vive en una casa más adelante.

¿Acaso esa señora se llama Gloria?

Sí, ¿la conoce?

Esa señora se roba los cadáveres, según ella porque quiere volverlos a la vida, pero es todo un desastre.

Ella intentó matarnos, pero la despistamos, logramos escapar de esa casa y no sabemos a dónde ir estamos totalmente perdidos, dijo Shanan.

¿Tendrá un teléfono para hablarle a la policía?, Dijo uno de los hombres que estaban secuestrados.

Claro que no, aquí no hay teléfonos, no hay nada; tendrán que pasar la noche aquí, lo siento mucho.

.

.

Nadie sabía lo que estaba pasando en la casa donde estaba Gloria. El cadáver que estaba acomodado en la mesa de operaciones pareció cobrar vida, ya que Gloria le había inyectado algunas sustancias de una persona viva. Pero no se veía como una persona normal más bien se veía como un monstruo.

En realidad parecía que Gloria estaba loca porque mataba a una persona para querer revivir a un muerto. Se había pasado mucho tiempo de su vida estudiando esta teoría. El experimento más terrible que había hecho era con el niño pero le salió mal y por eso estaba en coma. Afortunadamente, para el niño y su madre logró sobrevivir.

Pero no estaba conforme, hasta ahorita sus experimentos no habían dado resultado y eso la tenía hecha un energúmeno.

El hombre o lo que sea que estaba en esa mesa se levantó tambaleándose, estaba totalmente desnudo y descalzo. Parecía sacado de una película de Boris Karloff.

Buscó a tientas una salida porque era obvio que no veía nada estaba muerto, o vivo, yo que sé.

Luego lanzó un grito que retumbó la faz de la tierra.

El grito se oyó en un radio de 20 km a la redonda.

Shanan y los demás que habían escapado oyeron el grito.

¿Qué fue eso?, preguntó asustada.

Todos los que estaban en esa pequeña choza, incluido el dueño se asustaron terriblemente.

No lo sé, pero debemos estar en guardia no sabemos qué es lo que ande merodeando por ahí.

Como pudo la cosa esa se salió y se fue caminando.

Pero su caminar no era como el de una persona normal, caminaba como si fuera un bebé que daba sus primeros pasos.

Con las manos al frente como si tuviera miedo de toparse con la pared o un árbol, etc.

Los perros se alocaron al oír el grito y empezaron a correr despavoridos.

Cosa curiosa porque los perros eran muy bravos y se le ponían a cualquiera, pero al ver a esa cosa que parecía todo menos una persona, mejor huyeron.

Solo que un perro no tuvo suerte porque la cosa lo pescó del cuello y se lo rompió en un pis pas.

Tenía una fuerza descomunal.

Al oír a sus perros Gloria mandó a sus hombres a checar.

Enseguida los hombres salieron a ver qué estaba pasando.

Cuando pasaron por el salón de experimentos vieron con horror que el muerto ya no estaba en su mesa.

Y así se lo hicieron saber a Gloria.

¿Es en serio lo que me dicen?, entonces mi experimento fue un éxito.

Pero, señora, ¿llama usted éxito que "eso" ande suelto por ahí?, Dijo uno de los hombres que por primera vez se atrevía a encarar a Gloria.

No te permito que hagas cuestiones sobre mis experimentos así que, te quedas callado si no ya sabes lo que te puede pasar.

El tipo guardó silencio. Ya sabía de lo que era capaz Gloria.