El Guerrero Del Fuego

COLE

Mi cabeza da vueltas, me siento mareado y un poco débil, también me encuentro muy confundido, lentamente abro mis ojos, y puedo notar que me encuentro en una mansión, los techos altos y los adornos en las paredes me lo dicen, pero a pesar de que reconozco el sitio en donde me encuentro, en realidad no sé dónde estoy, puesto que apenas y recuerdo lo que paso después de que despertará mi poder, sé que pelee contra Cyra y sus creaciones a lado de mis hermanos, pero lo que paso después de crear esa barrera está algo borroso, y bueno, después perdí la conciencia, así que hay varios huecos que llenar para saber que paso esa noche.

Lentamente, comienzo a incorporarme, y puedo notar que, si bien estoy en la habitación de una mansión, esta no es para nada parecida a la habitación de alguna persona noble, sino que parece más bien un salón que fue modificado como una sala de recuperación para varias personas.

- Ve que ya despertaste, cuando todos lo demás lo hicieron y tú no, tu prometida se preocupó mucho – me dice una mujer que acaba de entrar a la habitación.

- ¿Dónde estoy?, ¿Quién eres? – le preguntó a la mujer.

- Mi nombre es Marina, y esta es mi casa, la uso para ayudar a las personas que son rescatadas por mi sobrino y sus amigos – me contesta, mientras se acerca a mí y me obliga a recostarme de nuevo – iré por tu prometida, tú recuéstate otro rato, lo necesitas – me termina de decir para salir de allí dejándome solo.

La verdad no entiendo mucho de lo que está pasando, y la señora Marina me dejo con más preguntas que respuestas, pero se fue antes de que pudiera plantearles mis dudas, por lo que resignado miro al techo, mientras estoy recostado repaso las palabras de la mujer una vez más y me doy cuenta de que ella habla de una prometida, mi prometida, pero desde anoche estoy casado, aunque esto no es algo que yo deseara, hasta donde sé, no hay una prometida, entonces quien es esa prometida.

Vuelvo a levantarme, solo que esta vez lo hago más rápidamente, lo que me provoca un mareo, pero a pesar de eso, me obligo a no recostarme de nuevo, y cuando estoy dispuesto a levantarme, alguien entra por la puerta y me lo impide, y al ver de quién se trata, comienzo a llorar.

- Perdón, te fallé, yo te traicioné, Cyra y yo – comienzo a hablar, pero Ember, llega a mi lado y me rodea con sus brazos, a la vez que acaricia mi cabeza.

- No me traicionaste, hiciste lo que tenías que hacer para vivir, y lo hiciste estupendamente – me dijo Ember, y sus palabras solo me hacen llorar aún más.

Sé que me casé con Cyra para evitar que esta me matara a mí y a mis padres, pero sigue siendo una traición hacia Ember, prometimos casarnos el uno con el otro y yo no cumplí esa promesa.

EMBER

Ver a Cole llorar nuevamente me lastima, me duele mucho ver sufrir a la persona que amo, Cole era poco más que un niño cuando todo paso, acababa de cumplir 15 años cuando todo se vino abajo, y se vio prisionero de quien por muchos años confió, y estuvo en primera fila para ver todas las atrocidades que Cyra realizo, sería muy tonto de parte de cualquiera pensar que eso no le afectó, pero yo haré lo que esté en mi mano para consolarlo.

Sé que aunque Cole diga que su llanto es porque siente que me traiciono, sé que eso no es del todo cierto, si bien sé que se siente mal por haberse casado con alguien más, pero seamos sinceros, no hay manera de que ese matrimonio sea válido, además de que no es que Cole haya tenido muchas oportunidades para negarse y huir, por lo que aunque sea, por mi parte no lo culpo ni me siento traicionada, y sé que Cole también comprende esto, pero nadie más que él sabe por lo que tuvo que pasar dentro del palacio, y creo que es todo eso que vivió lo que lo hace que se encuentre tan sensible.

Cuando nos reencontramos, también lloró, pero se obligó a tragarse sus lágrimas debido a que teníamos que salir de allí lo más rápido posible, pero ahora, ya que se encuentra a salvo, todas esas emociones y remordimientos han vuelto.

Cole lloró por mucho tiempo, y solo paró cuando el cansancio lo hizo quedarse dormido. Fue horrible verlo llorar hasta quedarse dormido, por lo que cuando al fin se calmó, lo recosté de nuevo sobre la cama y me acosté a su lado y lo envolví entre mis brazos para brindarle seguridad.

Soy consciente de que hay muchas cosas que hacer, Cole debe de ponerse al día, y aprender en solo días la preparación de a cualquiera le llevaría años, pero eso puede esperar hasta mañana, hoy Cole necesitaba soltar todo lo que ha guardado dentro de sí durante todos estos años, ya mañana comenzaremos con su entrenamiento.

COLE

Me siento un poco avergonzado, literalmente lloré por horas en los brazos de mi amada, para después quedarme dormido hasta el día siguiente, realmente patético.

Cuando recuperé el conocimiento, ya era el otro día, y lo primero que noté era que Ember estaba dormida a mi lado, y si bien estoy avergonzado por mi penosa actitud de ayer, también estoy feliz, por poder estar al fin a lado de la mujer que amo.

- Buenos días – me saluda Ember cuando despierta, y me da un pequeño beso en los labios, que a mí parece glorioso.

- Buenos días – le contestó, a la vez que ahora soy yo quien la besa a ella.

- ¿Ya estás mejor? – me pregunta, y sin poder evitarlo, la vergüenza vuelve a mí.

- Sí, llorar, me ayudo – le digo, mientras desvió un poco la mirada.

- Me alegra, ahora hay que levantarnos, tenemos mucho que hacer, pero primero lo primero, debes de comer algo, has estado dormido por casi 5 días – me informa Ember, y yo no doy crédito a lo que oigo, 5 días, eso es mucho tiempo.

Ambos nos levantamos, y Ember intercepta a una de las chicas que viven en ese lugar, quien amablemente nos lleva a nuestras respectivas habitaciones, las cuales están una a lado de la otra.

- La habitación ya ha sido preparada con las cosas básicas que llegarán a necesitar, pero si necesitan cualquier otra cosa, no duden en pedirla – nos dice la joven, a lo que ambos asentimos y le agradecemos por su ayuda, y cuando ella se va ambos nos dispones a entrar para prepararnos.

- Cole – me llama Ember antes de entrar – está bien llorar si eso te ayuda, recuerda que debes estar preparado en todos los ámbitos, así que si tienes que llorar, hazlo, yo estaré allí para ti, y no deberías avergonzarte por eso – me dice Ember antes de entrar a su habitación, y antes sus palabras, unas pocas lágrimas caen por mis mejillas, pero estas son de felicidad, estoy en casa, al fin estoy en casa, porque mi hogar está al lado de Ember, y daré todo de mí para no perderlo.