Él Rey Roger

Roger.

El sol se esconde y la oscuridad aparece, salgo de mi casa de acampar, soldados tienen llamas encendidas, comida es puesta para la cena, busco a Eleonor con la mirada, pero no la veo.

— ¿Dónde está Eleonor? Le pregunto a Rick.

— No lo sé, solo la vi salir de su casa de acampar y fue como todos, a buscar leña.

Mi preocupación se hace presente, ya que en cualquier momento puede aparecer un rebelde.

— Búscala, digo preocupado.

— Su majestad, Eleonor apareció. Avisa un soldado.

Ella camina abrazando sus brazos y... ¿Está llorando? Me pregunto.

No ve a nadie, simplemente entra a su casa de acampar.

— Vuelvan a sus labores todos y que la vigilancia no pare, hablo en general.

Me encaminó a la casa de acampar de Eleonor.

— Su majestad, no está bien visto que entre a los aposentos de una Dama. Me habló Rick.

— Si tardó más de diez minutos se verá mal, si no tardó mucho es por qué estoy dándole órdenes a un soldado.

— ¡Cómo digas! Responde Rick.

Me encaminó a la casa de acampar de Eleonor.

— Permiso, digo e ingreso.

Ella se levanta de golpe de la cama y acomoda su abrigo.

— ¿De dónde venías? Y ¿Por qué lloras?

— Fui al bosque y caminaba pensando en mi madre, pensando si está viva aún, si podré... Si podré volver abrazarla una vez más, dice entre sollozos.

No, no sé que decirle, tampoco quiero volver a sentirla cerca, por qué sería capaz de no detenerme.

— ¡Tranquila, la volverás a ver!

— Eso espero, se da la vuelta.

Veo como se limpia el rostro, es hermosa, todos tenemos un lado sensible, ella puede ser fuerte, pero... también tiene un lugar débil y uno de ellos es su madre.

— Espero te encuentres mejor, saldré, ya que no deseo que interpreten mal mi visita.

— Gracias... Gracias por venir.

Asiento y salgo de su casa de acampar.

Respiro profundo, todos me ven, pero se hacen los desentendidos, no deben pensar mal, ya que no estuve más de diez minutos ahí dentro. Necesitaría más de una hora para estar dentro de la casa de acampar de Eleonor.

En medio de la fogata cosen un cordero, me sirvo mi plato de comida e ingreso a mi casa de acampar.

Eleonor no volvió a salir.

Al terminar de comer, me preparan un baño caliente, ingreso a la bañera y me relajo en ella.

Cierro mis ojos y ella aparece en mis pensamientos, es hermosa, es valiente, pero ver su lado vulnerable es algo nuevo para mí, siento que quiero conocerla más, esta sensación que siento por Eleonor es nueva para mí; Jamás había sentido esto por una mujer, Pero mis recuerdos hacia ella se esfuman cuando Adelaida aparece en mi mente, carajos debo casarme, aunque quisiera anular mi matrimonio no podría hacerlo. Es un matrimonio ya formalizado debo afrontarlo, debo casarme y detener esto que siento por Eleonor, o si no... Una de las dos saldrá herida.

Salgo de la bañera y me acuesto a dormir...

A la Mañana siguiente...

Me levanto de muy temprano, me pongo ropa liviana, el negro es uno de mis colores favoritos.

Salgo de la tienda y ya me tienen el desayuno listo, veo a Eleonor sirviéndose su comida, trae el cabello suelto y un abrigo bastante grande.

Me acerco a ella y le hablo.

— ¿Te sientes mejor?

— Si su majestad, me encuentro muy bien.

Asiento y me siento a comer con todos, todos hacen una pequeña reverencia.

El desayuno es rápido, ya que no debemos perder el tiempo.

Al terminar, todos se ponen en posición y en fila.

— Nuestra misión es encontrar a cualquier rebelde que esté en o cerca de las tierras del reino Bolstin.

— ¡Cómo ordené su majestad!, hablan todos.

— Cualquier movimiento se me tiene que ser informado, quiero a 10 soldados aquí. Para hacer guardia, también Irán cinco grupos de cinco soldados. Así que no esperemos más andando. Informo y todos comienzan armar grupos y a marcharse.

— Tu irás conmigo y Rick, le hablo a Eleonor, no la volteo a ver solo me encaminó a traer mi abrigo.

— ¡Claro...su majestad! responde.

Todos se marchan como ordené, salgo de la casa de acampar y tomamos los caballo para cabalgar al rededor del bosque.

— ¡Es un día frío! habla Eleonor.

— Si que lo es, habla Rick.

Cabalgamos un poco más hacia el centro y Rick se queda atrás, poniendo la escusa de que vio una comadreja, ruedo los ojos por su mentira. se que lo hizo para que Eleonor y yo estemos solos.

El silencio se hace presente.

— Siempre eres así, habla Eleonor.

— Así...¿Como? pregunto sin verla.

— De mal genio, serio, casi no sonríes, te gusta hacerme bromas pesadas y luego recuerdas que soy una mujer y dejas de molestarme.

Por dentro sonrio, se lo que quiere decirme y es porqué no actúo diferente con ella, pero...no quiero bajar la guardia, si la bajo...puede que me pierda en sus ojos y en ella.

— ¡Así soy!

— ¡Hasta con tu prometida! pregunta y eso solo me genera incomodidad.

— Así es.

— Mmm, pues que aburrido eres.

Me lo dice adelantándose, ruedo los ojos.

Comienzo a alcanzarla y se detiene de golpe.

— Eleonor, ten cuidado con ese panal de abejas.

Es un panal enorme de abejas, cualquier movimiento y podemos ser atacados, he escuchado sobre personas que mueren por ser atacados por abejas.

— ¡Sí, calma! Dice alejándose lentamente.

Se hace para atrás, dirigiéndose hacia mí.

— ¿No es hermoso? Pregunta.

Yo la veo con ojos de... En serio.

— No me veas así, las abejas son hermosas, peligrosos sí... pero son hermosas, nos dan miel y su trabajo es más duro que el tuyo y el mío.

— Pero te pueden matar.

— Si, pero solo si tú las atacas, o acaso tú... Dime, si te atacan que haces, defenderte, cierto.

— Pues sí...

— Ya ves, ellas igual, solo defienden su hogar.

— Si, pero de todas maneras hay que alejarnos.

Se ríe y nos alejamos del panal. Cabalgando un rato más.

— ¿Alguna vez te han contado la historia sobre las abejas?

— Pues sí, recolectan miel y matan si las atacan.

Ella se ríe a carcajadas y... Nunca la había visto reír de esa manera.

— ¿Quieres que te la cuente?

— Adelante, le respondo.

— Como dijiste, son recolectoras de miel, pero existen diferentes tipos de abejas, las que más me encantan son las doncellas, ellas son tan pequeñas, pero tan hermosas.

La veo mientras habla, nunca habíamos tenido una conversación como ahora.

— Existen tres funciones en el mundo de las abejas, están los machos llamados zánganos, las obreras y las reinas.

— ¿También hay reyes en el mundo de las abejas?

— Reyes no, solo reinas y así debería ser pensándolo mejor, que existan solo reinas.

— Jaja, que solo reinas gobernarán. Digo riendo.

— ¡Así es! Las mujeres somos más astutas.

— ¡Claro! Respondo sonriendo.

— En el mundo de las abejas, los machos solo sirven para algo... Procrear.

— Los abejos no tienen nada más que hacer, digo riendo. Vaya, suena bien.

— Son abejas, no existen los abejos, ríe Eleonor.

— Pues ahora existen.

— Bueno, voy por pasos, los machos solo viven de 2 a 3 meses, las obreras se encargan de recolectar la miel y llevársela a la reina, las obreras viven de 2 a 4 meses, pero lo que más me gusta son las reinas. Ellas son encargadas de cuidar la miel y engendrar hijos.

— Es lo mismo que hacen las mujeres, ¿Es por eso que te gusta más? Pregunto riendo.

— No es solo por eso, es por qué las reinas solo se aparean y tienen a sus bebés, en cambio, el macho puede tener un mes de vida, pero si se aparea con la reina, sus miembros son desprendidos luego del apareamiento, luego muere, en cambio, la reina vive... Vive de 3 a 4 años y no hace nada más, que poner sus huevos y cuidar de la miel, en cambio, el macho muere y la reina gobierna sola.

— Vaya eso no lo sabía, entonces ya hubiera muerto más de 30 veces.

Ambos reímos a carcajadas, jamás había escuchado su risa, pero es hermosa, tal y como es ella.

— ¡Vaya mi rey! Creo que muchas doncellas han recorrido tus aposentos, dice Eleonor entre risas.

Es increíble que pueda contarle algo íntimo y más entre bromas, jamás he bromeado con una dama así, pero ella... Ella es especial.

— Fue un decir, no han sido 30. Respondo y... Ella comienza a reír.

La observo y nuestras miradas se encuentran, nuestras sonrisas van desapareciendo poco a poco.

Acerco su caballo al mío, no hablamos, únicamente sujeto su cuello, la acerco a mí, ella no pone distancia así que... Acerco mis labios a los suyos, están a punto de tocarse cuando...

— Roger... MMM, perdón, habla Rick.

Joder pienso dentro de mí, Eleonor se aleja rápidamente.

— ¿Qué pasa?

— ¡Han encontrado a una mujer y no es de nuestra tierra!

— ¿Qué? Enseguida vamos.

Nota de autor.

Gracias a todas mis hermosas lectoras por ser tan bellas, por leer cada capítulo y pedir actualizaciones...este es especial para mis tres lectoras, que están en el grupo del mundo de Sharon, Pero se que le gustará más a Team Eleonor...Lacarvel🤭🤭