La Venganza De Diana

Deseo ver a Marcelo totalmente destrozado, quiero ver con mis propios ojos cuando él vea a la mujer que ama, revolcando en la cama con otro hombre, y que, además, se dé cuenta de la basura que es.

Zulema es una mujer que no vale nada. Ni como mujer, y mucho menos como ser humano. Es la mujer perfecta, para que sea la esposa legítima de Marcelo.

Los dos se complementan a la perfección, Marcelo no solo pagara muy caro, por lo que me hizo en el pasado, sino por lo que le hizo a Diana todos estos meses...

Para mí, será un verdadero placer quitarle de la venda de los ojos, a mi querido hermano, quiero ver su reacción, cuando le quite a mi hijo de sus brazos, y delante de todos, Zulema sea detenida por haberle robado a mi hijo a Diana...

📱__ ¿Señor tiene otra orden para mí?... _ Me preguntó Antonio, sacándome de mis pensamientos.

📱__ Marcelo, ¿Ya les ha informado a la familia de Diana sobre su muerte?...

📱_ Señor, no lo sé. Ya que es algo que la señora Zulema nunca comenta, mientras estamos en la cama. Pero si quiere lo puedo investigar, solo deme un par de días... _ Me responde Antonio, y no dudó de lo eficaz que es para hacer su trabajo.

📱_ Cuando estés informado, hazlo saber. Te voy a poner otra misión cuando Marcelo haya hablado con la familia de Diana y su familia, sobre la muerte de Diana.

📱_ Será como usted lo ordene, señor...

Al terminar la llamada con Antonio, encendí el motor de auto. En menos de una hora, llegue a una de las empresas más poderosas que tengo en Europa, es una de las empresas que me ha ayudado a obtener el puesto que ahora tengo.

Al llegar estacioné el auto en el estacionamiento de la empresa, enseguida caminé menos de cinco minutos, para poder llegar a mi oficina...

Al llegar al mi oficina, solamente estaban dos de mis secretarías, una de ellas era Tania, Tania solamente la escogí porque era sumamente hermosa.

Tiene un rostro hermoso, para no decir qué perfecto, ojos grandes, labios carnosos, nariz pequeña y afilada, tiene un cuerpo sensual, ideal para hacer a un hombre sumamente feliz.

Desde el primer momento en que la vi, miles decides perversas se cruzaron en mi mente. Deseaba tenerla en miles de posiciones, Tania era la secretaria perfecta, para quitar el estrés después de un día lleno de problemas.

Pero, tenía un grano de arroz en lugar de cerebro, todo lo que sabe hacer es charlar con las demás chicas, coquetear con los socios, y hacer un pésimo trabajo como secretaría...

Hasta la fecha, no he podido acostarme con ella... Ya no me interesa, es como un adorno en esta oficina que nada más sirve para llamar la atención de algunos socios... Y para cerrar grandes negocios...

Entre a la oficina ignorando a las dos secretarías, antes de que tomara asiento, Marta, la que sí es mi secretaría, y la mujer más eficiente que puedo tener, entra detrás de mí, y deja una taza de café negro sin azúcar al lado derecho de mi escritorio...

Deje él sacó detrás de mi silla, tomé asiento, y le eché en vistazo a los papeles que tenía a mi lado.

_ Al parecer hay mucho trabajo... _ Le pregunté a Marta. Mirando todos los papeles que estaba a mi lado derecho. No podía creer que debía firmar tantos papeles...

Marta bajó la cabeza, tenía un poco de vergüenza, en todos los años que lleva trabajando para mí; había pasado algo igual.

_ Señor, lo siento, las cosas se salieron de mi control, como secretaria solamente puedo cumplir varios deberes, y el único que de firmar, los papeles es usted..._ Marta me responde en voz muy baja.

Agarré unos de los papeles que estaban a mi lado, al parecer, todos en de los nuevos negocios que voy a hacer en el medio Oriente...

__ Comprendo, sé que no es tu trabajo, y hasta ahora has cumplido con tus obligaciones.

__ Puedes retirar ahora mismo.__ Le dije a Marta.

Marta levantó la mirada, se dio la vuelta y salió de la oficina, incliné la cabeza, para ponerme a trabajar. Tenía muchas cosas que hacer, en primer lugar tenía que poner un límite Carlota.

Esa mujer se está convirtiendo en un dolor de cabeza, para mí. Si, Carlota no le pone un límite, a su estupidez, le voy a poner un alto, y no le va a gustar nada...

Después de mucho tiempo leyendo cada uno de los documentos que Marta me dejó en mi escritorio, pude firmar solamente unos, con los demás no estaba de acuerdo con lo que decía.

Había muchos que parecían ser una maldita broma, no soy nuevo en esto. Y, no me conviene en convertirme en socio, de empresas que me quieren dar una miseria...

Todo el día estuve en la oficina, al llegar la noche, regresé de nuevo a la mansión. Sube las escaleras y fue a buscar a Diana a su habitación...

Necesito ver a Diana, estar cerca me tranquiliza... Es como una maldita droga que se va apoderándose de mi cuerpo y alma...

Es un maldito nuevo sentimiento, que nunca había sentido por otra mujer. Es muy diferente a lo que algún día llegue a sentir por Carlota.

Mientras caminó a la habitación de Diana, en el pasillo me encontré con Socorro. Al verme se acercó a mí, bajó la cabeza...

Era algo que me molestaba demasiado, Socorro no deberías bajar la cabeza al verme, durante estos años, ella ha sido lo más cercano a una madre para mí...

__ Buenas noches, señor César..._ Me saludó Socorro al estar un paso de mí.

__ Buenas noches, ¿La señora Diana está despierta?... _ Le pregunté a Socorro.

__ Sí señor.

_ Todo el día, estuvo en su habitación..._ Le pregunté con curiosidad...

__ La señorita Diana, bajó al jardín, momento después estuvo hablando con Carlota, por mucho tiempo...

No me gustó nada que Diana haya hablado con Carlota. Carlota es una maldita víboras, que aprovechará cualquier momento para quererse meter la mente de Diana.

Pasé, por un lado, de Socorro, me apresuré a ir a la habitación de Diana, sin embargo, cuando iba a por abrir la puerta. Socorro lo impidió.

__ La señorita Diana, no se encuentra en su habitación...

Inmediatamente, aleje la mano de la manija de la puerta, volteé de nuevo a ver a Socorro que estaba detrás de mí.

__ ¿Dónde está ahorita, la señorita Diana?..._ le pregunté con frialdad.

__ Bajó a la cocina, y dijo que sería ella, la que prepararía la cena para esta noche...

No podía creer lo que Socorro me estaba diciendo. ¿Acaso tiene se había vuelto loca?... me di la vuelta y volví a bajar las escaleras hacia la cocina.

Me dirigí directamente a la cocina dónde se supone que está Diana cocinando. Al llegar a la cocina, me quedé parado a la mitad de la puerta.

Estoy muy sorprendido por lo que estaba mirando. Diana se miraba realmente hermosa, tenía toda la apariencia de un ángel. Me encantaba esta mujer...

__ Todo debe está listo, en menos de media hora..._ Diana lo ordenaba una de las empleadas...

__ Es imposible que la comida esté en menos de media hora..._ Le respondió la empleada a Diana.

__ ¿imposible?...

__ Todo debe estar listo, para cuando el señor llegue..._ Le ordenó Diana a la chica.

Me gustaba mucho ver la Diana en esta nueva receta de su vida. Me gusta que yo mismo se ha dado cuenta de lo que vale.