El Temible Alfa Y Su Mate

Lina

— Me estás lastimando— su voz fina hizo que rápidamente la soltara, yo no era de esta manera, yo no quería hacerle daño, aunque me cayera mal no podía evitar tenerle algo de ¿lastima?, quizás no quería lastimarla.

— Solo vete— ella me miró fijamente para luego mirar a Mateo detrás de mí.

Supongo que esperando que él dijese algo sin embargo este no pronunció ni una palabra quería pensar que estaba apoyándome al no decir nada o quizás no sabía cómo reaccionar a esta nueva Lina sinceramente ni siquiera yo sabía cómo reaccionar esta nueva Lina.

Gloria me miró una vez más para luego irse sin decir absolutamente nada. Las preguntas y la culpa me inundó por completo.

— ¿Estás bien?— Mateo se acercó nuevamente a mí y me abrazó dejé que lo hiciera puesto que el contacto de su piel con la mía me tranquilizaba demasiado.

Siempre supe que los sentimientos las emociones de los lobos eran muchísimo más fuertes de lo que podían ser las emociones de los humanos pero tener este cambio tan radical estaba acabando conmigo por completo.

No sabía si la Lina de hace unos días realmente era yo o simplemente era....no se, lo que se es que ahora al parecer era una loba era completamente diferente a mi yo de antes.

No me gustaba hacerle daño a las personas y definitivamente no quería hacerle daño a las personas.

Pero solo pensar en Gloria me daba ganas de acabar con ella, acabar con quién en mi mente era la otra persona que había estado con mi mate aquel hombre o aquel lobo que sentía era de mi propiedad y el simple hecho de que ella estuviese detrás de él aún me enfurecía.

— Creo que estoy bien pero es difícil adaptarme a ser lobo.

Mateo no dijo nada y simplemente me hizo caminar ambos nos adentramos a la mansión y fue en ese momento que caí en cuenta que estaba completamente desnuda, el cuerpo de Mateo cubría por completo mi desnudez.

Ambos caminamos rápidamente y nos dirigimos hacia la habitación, recuerdo haber salido de este lugar hace un par de horas sin saber dónde estaba y en busca de mi mellizo realmente me sentía bastante desorientada hasta que lo ví a él ahí de pie junto a mí.

Mateo me llevó hasta el cuarto de baño y ahí me metió a la bañera lo dejé puesto que yo también necesitaba que el baño, sus manos esparcían el jabón líquido por mi cuerpo haciéndome sentir mucho más tranquila voy a sentir como mi cuerpo se relajaba poco a poco como mi mente se aclaraba.

Supongo que eso era bueno ¿No? Después de un rato Mateo me envolvió con una toalla ambos salimos de aquel cuarto de baño me colocó una pijama y luego nos acostamos en la cama sentía que había descansado durante mucho tiempo y realmente lo único que quería hacer era estar como una loba y correr, conocer este territorio en cuatro patas.

Me encantaría correr. Soñé con este momento tantas veces, soñé el despertar algún día y ser una loba pero ahora no sabía qué hacer con esto. No sabía cómo controlarme o controlar cada cosa que estaba sintiendo en este momento.

—¿Segura que estás bien?— aquella pregunta me hizo enfocar nuevamente a Mateo frente a mí mirándome preocupado.

Supongo que habían pasado muchas cosas hoy.

Me acosté en la cama reviviendo lo último que recuerdo antes de quedarme dormida aquel inmenso dolor aquella desesperación sentir que algo quería salir de mí, posiblemente era a mi lado lobuno que estaba desesperado por al fin salir, hasta hoy eran las humillaciones, hasta hoy dejaba que me dijeran que era una humana insulsa o que no creyeran que no era hija de mis padres solo por ser humano, hasta hoy iba a dejar que las personas dudaran de mi capacidad, hasta hoy muchas personas iban a dejar de creer que alguien como yo no merecía estar con alguien como Mateo, hasta hoy estuvo la Lina que solo callaba, estoy lista para hacerles conocer a la nueva Lina, a la Lina lobuna, a la Lina que está dispuesta a defender a su familia a su manada y sobre todo a su compañero, estoy dispuesta a defender todo lo que la diosa Luna me otorgó nada ni nadie va a tocar lo que es mío.

—Estoy bien solo estaba recordando que aquella noche para mí fue ayer pero para ti fueron más días.

En mi mente esta vez pasaba nuestra noche de pasión aquellos besos aquella mordida ya no había absolutamente nada que temer ya era fuerte como él. Me acomodé tomarlo por sorpresa me miraba con el señor fruncido pero no hizo absolutamente nada, supongo que esperando que yo hiciera el primer movimiento.

Me lancé a sus labios y de forma desesperada comencé a atacarlos, él rápidamente reaccionó y correspondió aquellos besos sus manos bajaron hasta mis glúteos y poco a poco lo sentó ambos, yo encima de él con mis manos acariciando su nuca y jugando con su cabello sedoso y negro.

— Ahora soy fuerte— la susurré mientras alejaba mis labios de los suyos y con mis manos alejaba su cuerpo del mío dejándolo completamente acostado en la cama, no pude evitar sonreír de lado al sentir aquel poder.

Estar por encima del mismísimo temible Alpha, aquel que solo con pronunciar su nombre hacía que muchas personas temblaran del terror, ese mismo estaba debajo de mí siendo sometido por mí.

Mordí mi labio inferior y aquello solo hizo que se levantara conmigo encima y me estrellara contra la pared, mi yo humana posiblemente se hubiese quejado y hubiese tenido un par de fracturas pero yo ahora era más fuerte y aquello solo hizo que una pequeña corriente pasará por todo mi cuerpo no pude evitar sonreír aún más ante sus ojos mirándome fijamente esperando alguna reacción de mi parte al ver aquella sonrisa puede ver como aquellos filosos dientes eran clavados en mi cuello nuevamente

Esta vez no hubo dolor

Esta vez solo hubo placer.