Leonardo es un joven y atractivo CEO que no cree en el amor, ni en el matrimonio. Ama su libertad y su licenciosa vida y así es muy feliz, pero una cláusula dejada en el testamento por su padre antes de morir, lo obliga a casarse en el plazo de un año para obtener su herencia. Dispuesto a no perderla, a Leonardo se le ocurre una brillante idea. Le ordena a su secretaria publicar un anuncio buscando una hermosa mujer que finja ser su esposa por dos años. No ha sido nada fácil la elección, las que responden el anuncio no son de su agrado. Pero entonces un día se presenta en la empresa una bellísima y sensual mujer buscando empleo. Cuando Leonardo la vió no dudó ni por un instante en elegirla. ¡No busquen más! Ella será mi futura esposa. ¿Aceptará Anya casarse con este playboy? ¿Y si se casan, se convertirá este falso matrimonio en UN AMOR DE VERDAD?
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CAPÍTULO 22.
Anya ve la hora y decide bajar a la cocina para preparar la cena. Cuando ha dejado todo preparado, sube a su cuarto se da una ducha y se arregla para esperar a Leonardo. Cuando ha finalizado, se tira sobre la cama a leer un libro.
Él llega presuroso, sube la escalera a grandes zancadas, toca la puerta del gran cuarto y espera autorización para entrar. Una suave fragancia lo envuelve, huele a Anya, eso le fascina.
—¡Pasa!
Ella está hablando por teléfono con alguien, así que le hace una sonrisa y le da un pequeño saludo con la mano.
Va a su cuarto, se desnuda y se da una ducha.
Sale envuelto en una bata blanca, seca bien su cabello con una pequeña toalla frente a un gran espejo, se despoja de su bata y la lanza sobre su cama para buscar qué ponerse.
En ese instante siente unos toques leves en la puerta, entonces sabiendo que es Anya, decide hacerle una pequeña travesura sabiéndose desnudo.
—¡Pasa! 😊
Ella abre ligeramente la puerta para decirle que lo espera en el comedor para cenar, pero cuando sus ojos se enfocan en él, ¡no lo puede creer! Leonardo está completamente desnudo.
Se lleva las manos a la boca y llena de estupor da un grito. —¡ Ayyy perdón! 😱 Inmediatamente cierra la puerta y sale corriendo.
Leonardo ríe complacido al ver esos ojitos 👀 asustadizos y llenos de sorpresa. —¡Es inevitable querida esposita que estas cosas pasen entre una pareja que viven juntos en una misma casa.
Tarde o temprano este tipo de escenas se repetirán ya sea por la casualidad o porque yo mismo las voy a provocar querida mía. Y en eso me empeñaré con mucha sutileza. ¡Puede ser una buena provocación para verte muy pronto rendida a mis pies! Probaremos.
Además, ya es hora de que empieces a conocerme mejor jajajajaja, y te va a gustar cariño, te lo garantizo. ¡Ayy Anya, si tu quisieras! No sabes todo lo que te estás perdiendo. ¡Cuánto nos divertiríamos. Hoy tuviste un adelanto. Espero que te haya gustado mucho lo que viste preciosa
Sintiéndose victorioso por la travesura hecha y creyendo que logró impactar a Anya, se viste y baja para cenar. <
Anya, aún avergonzada, prepara la mesa y sirve la cena. <
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Leonardo baja y la ve pensativa. Se acerca a ella y con una falsa sinceridad le dice —Perdón por lo que viste. No lo hice a propósito, tengo tantas cosas en la cabeza que me olvidé que estaba desnudo. ¿No estás molesta verdad?
—¡No, no estoy molesta, no te preocupes. Me sorprendí porque pensé que ya estabas listo para bajar a cenar, no porque me impactó lo que vi. ¡No es gran cosa !
—De todas maneras, te pido el favor de que en lo sucesivo seas más cuidadoso y no intentes hacerme ver cosas que en absoluto me interesan.
—Esas intimidades disfrútalas con las mujeres que sueles salir. Estoy segura de que ellas sí apreciarán gustosas todos tus atributos físicos querido esposo. ¿Estamos claros?
Leonardo sintió como si le hubieran pateado el trasero. ¡Qué mujercita tan cortante! Otras, en verdad, no hubieran perdido la oportunidad de brindarle todo el placer que últimamente necesita tanto si lo hubieran visto desnudo.
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—Está bien cariño. Vamos a cenar. Luego debemos hablar de nuestra luna de miel. —Debemos fingir, el personal nos puede escuchar, le dijo bajito. Y le dio un sr beso en esa boca que tanto le agrada.
—Ok. Cenemos.
—Umm cariño, cada día me gusta más lo que cocinas. Todo delicioso. Eres magnífica. Hablemos de la luna de miel.
—¿A dónde te gustaría ir? Te doy opciones : La playa, la montaña o la nieve…. Son siete días. ¿Qué me dices?
—La verdad, las tres opciones me agradan. Por mí tú puedes elegir, lo que tú decidas para mí está bien.
—Está bien cariño, ya es tarde. Vamos a la sala, vemos una película y mañana en la mañana nos reunimos en mi despacho para organizar el tour. ¿Te parece?
—Me parece muy bien. Pero primero vamos a recoger los platos y dejar en orden la cocina. ¿ Te parece?
—Jajajajajajaja ¿otra vez con eso?
—Sí, hoy yo lavo los platos y tú los secas y los pones en su lugar. Luego vemos la película.
—Ok, sargento, como tú ordenes.
Así lo hicieron. Algunas mujeres del servicio lo observaban incrédulas desde la distancia. ¿Quién lo diría? Aquel imponente y gallardo jefe sometido a la voluntad de su esposa. Ni sus padres consiguieron que él hiciera cosas como esa.
—¡Todo en orden! Dijo Leonardo, espérame en la sala. —Se fue al bar y buscó una botella del mejor vino y unos vasos. Se acomodaron en medio de unos grandes cojines, y luego Anya seleccionó una película romántica.
Después de un par de vasos de vino, Leonardo buscó sutilmente la manera de acercarse a Anya. Ella no dijo nada pues estaba más interesada en ver la película.
—¡Ponte más cómoda! Ella no dijo nada, sino que le obedeció.
—Él pasó su brazo sobre su espalda y la atrajo hacia él. Poco a poco y quizás porque ya era tarde, o el efecto del vino, o ella estaba cansada, apoyó su cabeza sobre su hombro y así continuó viendo el film.
Leonardo cariñosamente jugueteaba con su cabello, se lo acariciaba. De vez en cuando rozaba intencionalmente con sus dedos su oreja. Y Anya no decía nada. Se veía totalmente absorta en la película.
Poco a poco ya la tenía casi sobre su pecho. Y ella se veía relajada con todos esos toques.
Leonardo no se cambiaba por nadie. Estaba extrañado de que ella no lo hubiera rechazado, por eso encantado continuaba con sus sutiles toques y apretándola contra su pecho. Pero entonces le habló y ella no respondió, se había dormido.
No quiso despertarla. Era la primera vez que la tenía tan cerca, sentía su respiración, su perfume, su esencia. Podía apreciar tan de cerca su sensual cuerpo y su bello rostro.
La tenía solo para él y se sentía extrañamente muy feliz. Así que cuidadosamente apagó la TV y se dispuso a dormir así con ella.
Leonardo cerró los ojos y trató de acomodarse lo mejor que pudo, teniendo cuidado de no despertarla. ¿Esto es amor? Me siento tan feliz teniéndola así junto a mi pecho que quisiera que esto fuera así para siempre.
Ojalá ella hubiera aceptado dormir en la misma cama conmigo. Si no quería sexo, la hubiera respetado. Con solo abrazarla y sentirla a mi lado me hubiera hecho tan feliz.
Un abrazo de ella, sentir su respiración, su aroma, eso hubiera sido suficiente. Verla caminar con su piyama por la habitación. ¡Oh Dios! ¡ Creo que estoy enamorado! ¿Esto es lo que dice Diego que se siente cuando tenemos UN AMOR DE VERDAD?
Tanto pensar, sentirse cómodo y feliz lograron que Leonardo por fin se durmiera. De vez en cuando Anya se movía pero él la acariciaba y besaba su frente y ella como niña consentida se volvía a quedar quieta.
Al amanecer, fue Anya quien se despertó primero. Los rayos del sol iluminaban ya la hermosa sala. Lo primero que sintió fueron los fuertes brazos de Leonardo que la tenían aprisionada.
Abrió desmesuradamente sus ojos asustada mirándolo dormir, sin entender cómo es que amaneció así con él. Empezó a recordar y le echó la culpa al vino.
—¡Ay seguramente me pasé con el vino! Entonces un terror invadió intempestivamente su pecho. ¿Estoy desnuda? Cuidadosamente se fue soltando de los brazos de su esposo y cuando se pudo ver respiró en paz.
Tenía puesta la misma ropa del día anterior. ¡Vaya, qué susto! Más tranquila, permaneció allí de pie unos minutos contemplando a Leonardo. Se veía tan tierno, tan lindo así dormido. ¿Tendrá frío?
Subió a su cuarto y tomó una cobija, bajó y lo arropó. El no se dio cuenta, estaba rendido.
Subió a su cuarto y se metió dentro de su cama. Tenía una sensación cálida muy agradable que llenaba de sentimientos dulces su pecho.
Recordó que viendo la película y bebiendo el vino se sintió impulsada como un imán a acercarse a Leonardo. Quería sentir su calor, su piel, su aroma…
Su mano entre su pelo fue algo que no pudo rechazar. ¿Cómo lo iba a rechazar si ella lo estaba disfrutando? Se sentía mimada, amada.. . ¡No, AMADA NO! ….
Se levantó angustiada de la cama y caminando hacia el baño se fue quitando la ropa. Una ducha urgente. Me voy a duchar y con agua fría.
Luego de ducharse y ponerse otra vez sus jeans rotos, una chaqueta y unos tenis salió de la mansión y se fue a trotar al parque vecino. Necesito despejarme, debo volver al trabajo, hacer algo. No puedo concentrarme en los mismos inquietantes pensamientos una y otra vez.
DEBO REPETIRME HASTA EL CANSANCIO: ESTO ES FALSO, ESTO ES FALSO, ESTO ES FALSO, ESTO ES FALSO, ESTO ES FALSO.
Luego del desayuno y de hablar con Leonardo de la luna de miel, iré a su gimnasio para ver si puedo bailar allí. El ejercicio, el baile y hacer actividades intelectuales son de gran ayuda para liberar la mente de ociosidades.
Jajajajajajajaja Anya se sienta en una banca del parque y ríe sarcásticamente a todas sus anchas: Necesito permanecer alejada de ese hombre y la peor ironía de mi vida es que me voy de luna de miel con él por siete días jajajajajajaja jajajajajajaja jajajajajajaja jajajajajajaja jajajajajajaja jajajajajajaja jajajajajajaja 😂 😂 😂 😂 😂 😂 😂 😂 😂 😂 😂
Y a los escenarios más románticos como lo es una carpa en una isla solitaria, o un acogedor chalet en las altas montañas, o a una calientica cabaña con una chimenea en medio de la nieve…
Y tomando champaña jajajajajajaja jajajajajajaja jajajajajajaja y comiendo fresas untadas de chocolate jajajajajajaja jajajajajajaja
Y él exhibiendo su escultural cuerpo semidesnudo, mirándome fijamente con esos ojos tan azules como el cielo, viéndome como ratón mira al queso…
AUXILIO, AUXILIO. ALGUIEN QUE ME AYUDE POR FAVOR…