Tentación

Mía

Quien putas toca esa puerta como un demente a las, reviso mi celular para ver qué horas son, mierda ya son las diez de la mañana.

Me bajo de la cama, para ver a quien debo matar por despertarme de esta manera, claro era de esperarse, a ratos me provoca matarla, dejo la puerta abierta para que entre y me vuelvo a meter en la cama.

- Tienes dolor de cabeza. - la fulminó con mi mirada por su ironía.

- Bella deberías tenerme tantica consideración, siento que me están taladrando la cabeza. - le digo en pucheros.

- Solo a ti se te ocurre apostar quien tiene más aguante tomando tequila con un mexicano, y hablando de eso, dónde está el crespo.

- Dónde está de que, en su hotel yo creo.

- Como que en su hotel, si él se quedó anoche contigo.

- Como que conmigo y en qué momento.- está resaca me va a matar.

- En serio no te acuerdas, como era tarde y su hotel quedaba un poco lejos, tú le dijiste que se quedará contigo. - yo en qué momento hice eso.

- No tengo ni idea de lo que me estás hablando, quiero un café. - y mis deseos se habían cumplido porque un morenazo entrando a la habitación los traía.

- ¿A qué horas saliste? - Bella le pregunta a Rodrigo, mientras esté nos da los cafés.

- Desde las siete salí, es que me encanta trotar, y una peda no me lo va a impedir. - me imagino a Manolo trotando cerca a la playa, Mía no.

- Yo que ni siquiera me puedo levantar y tú ya hiciste ejercicio y ahora nos trae cafés, te admiro.

- Venía a ver si habías visto a tu hermano, pero por lo que veo no.

- No, y tampoco me ha llamado porque no tengo llamadas perdidas de él, debe estar en la playa no sé, déjalo respirar tantico. - le digo a la pelirroja.

- Pues yo vi uno parecido al de la foto que me mostraron ayer, en el restaurante desayunando con una rubia. - eso no le gustó para nada a Bella, pero con quién, ay mierda.

- Estás pensando en la misma, te dije que escogieras otro hotel. - si se enojó.

- Debe ser otra persona, según Sofía está en Madrid no creo que se haya venido hasta aquí no más para sentarse a desayunar con Salvador. - eso espero, en estos momentos creo que no fue buena idea invitarlo.

- Sea quien sea, porque no me dijo que iba a bajar a desayunar, porque salir así y no contestar el celular. - ok esto no va por buen camino.

- Cálmate, me voy a bañar y ya bajamos, Rodri que respire por favor.

Se supone que es un viaje para alejarnos de los problemas no para atraerlos, voy a matar a Salvador cuando lo vea.

Salvador

- Yo sé que no te lo esperabas al igual que yo. - sus palabras se vieron interrumpidas por su celular. - Perdóname Salva tengo que contestar. - se levanta de la mesa y se aleja un poco.

Por qué ahora, porque precisamente en este momento, reviso mi celular, tengo cinco llamadas perdidas de Bella, y varios mensajes, no sabía si responderle o no, decidí bloquear mi celular cuando Kany volvió a la mesa.

- Era mi papá, te manda saludes. -su sonrisa me hacía sentir más culpable todavía.

- Kany, no sé que decirte, me pillas de sorpresa.

- Lo sé, mira tengo que viajar a Madrid de urgencia, porque mi papá me necesita, que te parece si hablamos allá con más calma.

- Si, me parece perfecto. - nos levantamos de la mesa y me despido de ella de dos besos en la mejilla, mientras ella se aleja, yo llamo al mesero. - un whisky doble por favor. - Bella me va a matar.

Mía

Cuando vamos saliendo de la habitación, el celular de Bella empieza a sonar.

- ¿Dónde estás? - si algo tenía está mujer es que ella control de sus emociones nunca tenía. - en el restaurante, porque no me contestabas... en silencio... ya voy...no tengo mucha hambre, adiós. -cuelga su llamada. - me cree estúpida.

- Bella cálmate, tú estás así porque piensas que te va a hacer lo mismo que tú le hiciste.

- Te cogiste a Salvador cuando estaba con la güera. - yo traté de no reírme, pero no pude.

- No pienso hablar de eso, y no estoy pensando que me va a hacer lo mismo, solo detesto que me mienta.

Vamos camino al restaurante del hotel, cuando me acuerdo del sueño que tuve con Manolo, para ver si así cambiamos un poco los animos.

- Saben, me acordé de algo.

- Por fin te acordaste de lo que hiciste anoche. - me dice Bella.

- No, sino que me acordé de un sueño que tuve, dizque Manolo estaba aquí y le dije que me iba a coger con este. - señaló a Rodrigo. - y luego lo bese enfrente de él. - me rio de mis locuras. - Que loco no.

- Mía. - no puede ser lo que estoy viendo, Manolo está aquí, me giro para ver a mis supuestos amigos.

- Dime que fue un sueño. - yo no pude haber hecho esa estupidez.

- Yo intenté llevarte antes que la cagaras, pero no pude.

- Yo como pude decir esa estupidez, si este hombre brota homosexualidad por los poros. - no no, no, no, no.

- En mi defensa traté de que no quedarás tan mal. - me dice Rodrigo encogiéndose de hombres.

- De todos los malditos hoteles que tiene está ciudad, precisamente se tenían que hospedar aquí. - Dios que cruz.

- Yo te dije que escogieras otro hotel, pero no me hiciste caso, Mía si no estuviera enojada con tu hermano, te juro que me estaría riendo más.

- Si bajamos por el ascensor hacia el parqueadero y desde ahí nos dirigimos al restaurante, así no tenemos que pasar por el lado de ellos.

- Mía él sabe que estás aquí, no te vas a esconder todo el fin de semana. - maldita sea, porque aquí.

- Está bien vamos. - y ahora que voy a decirle, Mía piensa, piensa.

Estaba tan entretenido con su familia, que no se había dado cuenta de nuestra presencia hasta que mi puto celular tuvo que sonar, voy a matar a mi tío, lo voy a matar.

Ahora estaba siendo el centro de atención de la familia Cortes.

- Es idéntica a su madre. - oí al fiscal decirles, mientras seguía mi camino al restaurante.

- Recuérdame matar a mi tío cuando llegue a Madrid, ve y habla con Salva seguro que no es nada de lo que te está pasando por la cabeza, nosotros los esperamos aquí. - le digo a la pelirroja.

Mientras Bella va a hablar con mi hermano, Rodrigo y yo nos sentamos en una mesa y pedimos algo para desayunar.

- En eso me mentiste. - no entendía a qué se refería.

- De que hablas.

- Me dijiste que solo era sexo, que no te importaba, y obviamente Mía si te importa y mucho.

- No sé Rodrigo, no sé ni que carajos me pasa, hace un mes estaba llorando por Felipe y hoy estoy confundida, pero yo no puedo con un masoquista como él.

- Él es el que se lo pierde bonita, y que él siga con su familia feliz si eso es lo que él quiere.

Tenía razón, tengo que dejar de atormentarme por él, tanto dice que no quiere estar con ella y sin embargo no se separa, y para locos estoy yo.