Oliver, un chico que oculta ser sigma, es descubierto por Allen, un alfa, quien lo comienza a molestar y amenazar con revelar su secreto. Oliver decide vengarse de una manera que Allen no lo pueda olvidar, pero poco sabría Oliver que Allen terminaría disfrutando aquello, teniendo sentimientos encontrados.
¡Alerta de (+18) y Non-Con!
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Encuentro inexplicable (+18)
POV Allen
No podía creer lo que estaba viendo. El aroma de otro alfa y el alcohol en el cuerpo de Oliver me revolvían el estómago. Era una mezcla que me llenaba de celos y confusión. Miré a Oliver con incredulidad, y aunque el deseo de obedecer a su petición latía dentro de mí, mi mente no podía dejar de hacer preguntas.
-¿Qué pasa?- Pregunté, tratando de mantener la calma en mi voz, aunque la preocupación y el desconcierto eran evidentes.
Oliver me miró fijamente, con una intensidad que no había visto antes.
-Hazme tuyo, ahora.- Dijo, y sin darme tiempo a reaccionar, se lanzó a besarme con una desesperación palpable.
Me aparté, respirando entrecortadamente, sin poder procesar del todo lo que acababa de suceder.
-Oliver… tú nunca te has dejado besar por mí… ¿Qué está pasando?.-
Oliver, con una expresión que mezclaba rabia y tristeza, me miró a los ojos.
-Cállate.- Dijo con dureza y se acercó nuevamente, con más urgencia, como si estuviera buscando algo en mí que no había encontrado en ningún otro lugar.
Sentí que mi mente se desmoronaba mientras las emociones me asaltaban, sin embargo esta vez, no me aparté. Atrapado en el torbellino de mis propios sentimientos y el clamor silencioso en los ojos de Oliver, cedí al beso, tratando de comprender lo que había llevado a Oliver a mi puerta esa noche.
Oliver, sin dejar de mirarme, cerró la puerta detrás de él y comenzó a desnudarse con rapidez, sus movimientos desprovistos de la torpeza habitual. Se acercó a mí, sus manos temblorosas pero decididas, comenzando a desabotonar mi camisa y a bajarme los pantalones. Yo estaba aturdido, sin saber cómo reaccionar, pero el deseo y la necesidad de entender lo que estaba ocurriendo me mantenían inmóvil.
-Oliver, ¿por qué estás aquí… después de estar con ese tipo?- Pregunté, tratando de obtener alguna respuesta lógica en medio del caos.
Oliver, ya desnudo y ardiendo de urgencia, me empujó hacia la cama.
-Cállate y hazlo. Castígame hasta que confiese por qué estoy aquí.- Dijo con una voz que temblaba entre la rabia y la desesperación.
Aún con la mente llena de preguntas, sentí una mezcla de furia y deseo. Tomé a Oliver con firmeza, mis manos recorriendo su piel cálida y marcada, empujándolo contra la cama. La mirada de Oliver era desafiante, como si estuviera buscando ser castigado, como si estuviera pidiendo ser liberado de algo más allá del simple deseo carnal.
-Está bien.- Dije, con voz baja y peligrosa. -Si eso es lo que quieres, eso es lo que tendrás.-
Mientras mis manos recorrían el cuerpo de Oliver, buscando esos puntos sensibles, sentí una mezcla de poder y compasión. Mis caricias se volvieron más duras, más insistentes, susurrándole en el oído que haría que me dijera todo, que le haría confesar la verdad oculta detrás de su visita nocturna, pero también, en algún lugar profundo de mi ser, sabía que estaba buscando algo más, una conexión que había sido rota y que tal vez, solo tal vez, pudiera ser reparada a través del dolor y el placer compartidos.
Me incliné sobre Oliver, mi rostro a pocos centímetros del de él, mis ojos brillando con una mezcla de deseo y rabia.
-Lograste lo que querías, Oliver. Me has obsesionado contigo. Deseo cada parte de ti y no voy a permitir que ningún otro tipo te toque así.- Mi voz era baja, cargada de una intensidad peligrosa. -Voy a borrar cada rastro que ese sujeto haya dejado en ti.-
Oliver jadeó, sus ojos reflejando una mezcla de desafío y algo más, algo que no había visto antes. Tal vez miedo, tal vez una oscura aceptación.
Comencé a recorrer el cuerpo de Oliver con mis manos, trazando líneas de posesión sobre su piel. Bese cada marca dejada por el otro tipo, mis labios ardiendo con la necesidad de reclamar a Oliver como mío. Mordí y chupé, dejando mis propias marcas, mi propia firma en el cuerpo de Oliver, asegurándome de que el otro alfa fuera borrado, eliminado de su piel.
-Vas a ser mío, Oliver. Solo mío.- Susurré mientras mis manos se movían por el cuerpo de Oliver, mi boca dejando un rastro de mordiscos y besos ardientes.
Oliver cerró los ojos, su respiración rápida y entrecortada. No había palabras, solo el sonido de nuestras respiraciones y el ruido sordo de nuestros cuerpos chocando. Cada toque, cada caricia era una declaración de posesión, una afirmación del deseo desenfrenado que sentía por él.
Me aseguré de impregnar mi aroma en Oliver, de cubrir cada marca de su cuerpo con mi propio olor, de besarlo hasta dejarlo sin aire. Estaba dejándome llevar por completo, siendo posesivo como nunca lo había sido antes, sabía que no me detendría hasta haber borrado cada rastro de ese tipo, reclamando a Oliver completamente para mí mismo
-Eres mío, Oliver.- Gruñí, mi voz entrecortada por la intensidad del momento. -Solo mío.-
Mis manos recorrían con avidez el cuerpo de Oliver, cada toque marcaba una nueva frontera, un nuevo límite de posesión. Besé a Oliver con una furia contenida, mi boca moviéndose con una pasión desenfrenada, reclamando cada rincón de sus labios.
Oliver gemía bajo mi asalto, sus ojos cerrados, su cuerpo entregado por completo. La mezcla de deseo y dolor en su expresión solo avivaba más el fuego dentro de mí. No había espacio para dudas, no había espacio para remordimientos. Solo había el ahora, el intenso deseo de reclamar y poseer a Oliver de una vez por todas.
Bajé la cabeza, mi boca encontrando el cuello de Oliver, mordiendo y chupando con fuerza, dejando marcas rojas y moradas en su piel. Quería asegurarme de que cada centímetro de Oliver supiera que me pertenecía.
-Voy a hacer que te olvides de él, Oliver.- Susurré contra la piel de Oliver. -Vas a recordar solo esto, solo a mí.-
Penetré a Oliver con fura y deseo, sin contenerme, hundiéndome en su interior hasta llenarlo por completo. Un gemido gutural escapó de los labios de Oliver mientras me movía con una intensidad arrolladora, buscando mi propia liberación.
Perdimos la percepción del tiempo en esa abrumante intensidad, hasta que finalmente, en un estallido de éxtasis, me dejé llevar por la ola de placer, vaciando mi ser en el interior de Oliver. Sentí como mi líquido se derramaba, mezclándose con los gemidos de Oliver, llenando cada rincón de su ser con una sensación indescriptible de gratificación, haciéndolo llegar a su propio clímax.
El calor del momento nos envolvió, y permanecí dentro de Oliver, sintiendo cómo nuestros cuerpos se fundían en uno solo. Por un instante, el mundo entero se desvaneció, dejando solo el eco de nuestra pasión compartida.
Finalmente, cuando la realidad volvió a nuestro alrededor, retiré mi cuerpo del de Oliver, dejando que mi fluido escurriera entre las piernas de Oliver, mezclado con el suyo, como in recordatorio tangible de mi posesión.
Aunque feliz por la llegada de la bendi 🤭😊.
porque Oliver lo violo, con todo lo aberrante que eso es.
triste , no esperaba eso de Oliver, me desilusionó