Sinopsis: "Mi Maestro No Solo Es Mi Maestro" es una apasionada historia de amor entre Mateo, un joven estudiante de 22 años, y su atractivo y misterioso maestro de naturopatía, el Dr. Sebastián Castillo, de 42 años. Mateo se matricula en el curso de naturopatía del Dr. Castillo, esperando simplemente obtener los créditos necesarios para graduarse. Sin embargo, pronto se encuentra cautivado por la sofisticación y el carisma de su maestro. A medida que pasan más tiempo juntos, una poderosa atracción surge entre ellos, desafiando las normas sociales y profesionales. Mientras luchan por mantener su relación en secreto, Mateo y Sebastián se enfrentan a numerosos obstáculos, desde la desaprobación de familiares y amigos hasta las consecuencias de revelar su romance prohibido. A pesar de ello, su conexión parece más fuerte que cualquier barrera.
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Capitulo 22
Mientras caminaban juntos por el campus, Mateo no podía dejar de pensar en el encuentro con el profesor Castillo. La incómoda situación lo había dejado abrumado y confundido, cuestionándose una vez más sobre las verdaderas intenciones de su mentor.
Emma, notando la expresión pensativa de Mateo, le apretó suavemente el brazo. "¿En qué estás pensando, Mateo?"
Mateo suspiró profundamente. "No puedo dejar de pensar en lo que pasó en el supermercado. Fue tan incómodo y... confuso."
Emma lo miró con preocupación. "¿Crees que el profesor Castillo intentará acercarse a ti de nuevo?"
Mateo se encogió de hombros, sintiéndose abrumado. "No lo sé, Emma. Una parte de mí espera que no, pero... no puedo dejar de pensar que quizás lo haga."
Emma le dedicó una mirada comprensiva. "Entiendo tu preocupación, Mateo. Pero debes mantenerte firme en tus límites. No puedes permitir que vuelva a acercarse de esa manera."
Mateo asintió lentamente. "Lo sé, Emma. Pero es tan difícil. El profesor Castillo es alguien a quien he admirado tanto. No entiendo cómo pudo hacer algo así."
Emma lo tomó del brazo, deteniéndolo. "Mateo, escúchame. Lo que el profesor Castillo hizo no tiene nada que ver contigo. Él es el único responsable de haber cruzado esa línea y de haber traicionado tu confianza."
Mateo la miró con incertidumbre. "Pero, ¿y si yo hice algo que lo llevó a pensar que podía acercarse a mí de esa manera?"
Emma sacudió la cabeza con firmeza. "No, Mateo. Tú no has hecho nada malo. El único error aquí es el del profesor Castillo. Él es quien ha actuado de forma inapropiada, no tú."
Mateo suspiró, sintiéndose un poco más aliviado. "Tienes razón, Emma. No debería estar culpándome a mí mismo por algo que él hizo."
Emma le dedicó una mirada cálida. "Exacto, Mateo. Tú no tienes nada de qué avergonzarte. Eres una persona íntegra y honesta, y eso es lo que más importa."
Mateo esbozó una pequeña sonrisa. "Gracias, Emma. De verdad, no sé qué haría sin ti. Eres la única persona en la que puedo confiar en estos momentos."
Emma le devolvió la sonrisa, apretando suavemente su mano. "Siempre estaré aquí para ti, Mateo. Y juntos vamos a enfrentar esto de la mejor manera posible."
Mientras continuaban caminando, Mateo no podía dejar de pensar en las implicaciones que tendría este incidente con el profesor Castillo.
"¿Crees que debería... hablar con él? Confrontarlo sobre lo que pasó," Mateo preguntó, con voz titubeante.
Emma lo miró con cautela. "No lo sé, Mateo. Sinceramente, creo que sería mejor mantener tu distancia por ahora. No quiero que te expongas a más situaciones incómodas o peligrosas."
Mateo asintió, entendiendo las preocupaciones de su amiga. "Tienes razón. Tal vez sea lo mejor evitarlo por el momento. Pero, ¿y si él insiste en acercarse a mí?"
Emma lo miró con seriedad. "Entonces tendrás que ser firme, Mateo. Déjale claro que no estás interesado en ningún tipo de relación que vaya más allá de lo académico. Y si él sigue presionando, no dudes en informar a las autoridades correspondientes."
Mateo se estremeció ante la idea. "¿Informar a las autoridades? Eso suena tan... drástico. No sé si podría hacer algo así."
Emma le apretó el brazo con suavidad. "Entiendo que sea una decisión difícil, Mateo. Pero tienes que anteponer tu seguridad y tu bienestar. No puedes dejar que el profesor Castillo se aproveche de ti."
Mateo se mordió el labio, sintiéndose cada vez más abrumado. "Es que... es tan complicado. Él ha sido mi mentor, mi modelo a seguir. No puedo simplemente denunciarlo, ¿o sí?"
Emma lo miró con comprensión. "Sé que es una decisión muy complicada, Mateo. Pero debes pensar en ti primero. No puedes dejar que tu admiración por él nuble tu juicio."
Mateo suspiró profundamente. "Tienes razón, Emma. Sé que debo ser fuerte y mantener mis límites. Pero aún así, me duele tener que llegar a algo tan extremo."
Emma lo abrazó con cariño. "Lo sé, Mateo. Sé que es una situación horrible, pero tienes que priorizar tu seguridad. Yo estaré contigo en todo momento, sin importar lo que decidas hacer."
Mateo se aferró a ella, sintiéndose agradecido por su apoyo incondicional. "Gracias, Emma. No sé qué haría sin ti. Eres la única persona en la que puedo confiar en estos momentos."
Emma le dio unas palmaditas reconfortantes en la espalda. "Siempre estaré aquí para ti, Mateo. Juntos vamos a superar esto, pase lo que pase."
Mientras se separaban, Mateo pudo ver la determinación en los ojos de Emma. Sabía que, con ella a su lado, tendría la fuerza y el valor necesarios para enfrentar cualquier desafío que se presentara.
A pesar de la incertidumbre y la angustia que sentía, Mateo se sintió más seguro. Tenía a Emma, su mejor amiga, dispuesta a apoyarlo sin importar las consecuencias.
Juntos, harían frente a lo que viniera, incluso si eso significaba tener que tomar decisiones difíciles con respecto al profesor Castillo. Mateo estaba decidido a no dejarse vencer, a defender su integridad y su futuro, cueste lo que cueste.