RESILIENCIA

Edrew, siiii... Ummm.

Estar entre sus brazos sintiendo como con sus besos húmedos recorre mi cuerpo completo, es algo maravilloso.

Ahhh ¿será que Edrew dejara alguna parte de mi cuerpo sin besar?.

Sé que Edrew es un Romántico, se que yo soy toda impulsividad, y que juntos hacemos una explosión de pasión y deseo.

Porque siento, sus labios tibios, sus besos húmedos y sus caricias que me enloquecen de placer.

Sus besos son me desenfrenan, a tal grado que le pido que me haga suya y Él, me toma la palabra, no sentí a que hora me quedé desnuda.

Y ni siquiera me dio tiempo de pensar, en que si no le gusta mi cuerpo, en que si estoy fea, o si mi ropa interior es pasada de moda; todo eso es lo que me decía Saúl, cuando hacía el sacrificio de estar conmigo.

Él decía eso, que acostarse conmigo, era un sacrificio.

¡¡Pero Edrew no parece muy sacrificado!!

Su cara transformada y enrojecida por el placer, sus ojos hermosos fijos en los mios, su energía, sus ganas de hacerme sentir bien, eso es tan divinamente diferente.

Y es que, en este momento no puedo evitar comparar, este momento es un deleite, si un deleite, que quisiera gozar por siempre y es que, como me encanta hacer esto, como disfruto hacerlo.

Soy una mujer a la que le encanta el contacto físico, ese es mi lenguaje de amor, las caricias los besos, la entrega eso me hace sentir grande.

—Ahhh... Edrew eres Estupendo, eres maravilloso, Edrew...—Le digo extasiada y Él ruge, el placer también lo envuelve.

Jamás pensé, que en la cama se convertiría en un hombre tan diferente, al que he visto a diario.

El pacífico, humanitario, e inteligente Edrew, en la cama es un tremendo tigre.

Tiene esa mezcla perfecta de ternura y fiereza.

Verlo así, su piel perlada por el sudor, su rostro transformado por el placer y su pecho agitado por el vaivén del deseo, su ritmo es increíble, fuerte pero amoroso, potente y sensible.

Yo le pido y el me da más.

No es nada sencillito este hombre, Él sabe lo que quiere hacer y como lo quiere hacer, y a mi me enloquece...

Creo que Edrew es de otro planeta. esa es la explicación más lógica.

Porque como podría haber imaginado que un hombre como Edrew, tan culto, tan educado, tan refinado, pudiera darme este placer tan intenso.

Quien huniera imaginado que Edrew pudiera hacerme sentir tan mujer, y a la vez verse como el más grande y poderoso de los hombres.

Y es que no hay necesidad que un dis que hombre haga de menos a una mujer para sentirse más hombre, eso solo habla de lo poca cosa que algunos son.

Edrew, haciéndome sentir tan grande, se está engrandeciendo también.

El ritmo se intensifica, los jadeos y gemidos ya no pueden seguirse conteniendo, esto es intenso, es inmenso.

Sé que llegamos a cúspide del placer, siento mi cara ardiendo y mi cuerpo envuelto con millones de sensaciones recorriéndome desde mi cabeza hasta mis pies, pero explota justo alli en ese lugar tan íntimo, el que Edrew, empezó besando y terminó uniendo alli su cuerpo tan profundamente, que tocó mi alma.

Estas han sido, las dos horas más maravillosas y bien vividas, de mi vida, ahhh y es que hacer el amor es lo mejor que existe.

Pero, para sentirse así, hay que hacerlo con la persona correcta y de la manera correcta.

Siento las palpitaciones de su corazón, tan fuertes, tan aceleradas.

—¿Estás bien?, tu corazón late muy fuerte.—Le digo, Él suspira, y acaricia mi cabello que está regado en todo su pecho.

—"No estoy bien", estoy más que bien, estoy excelente, como nunca antes me había sentido, estoy sintiendo la felicidad tan literal, tan palpable, créeme que nunca pensé sentir tal sensación.— me dice, con su voz suave, besándo mi cabeza, que está sobre su pecho.

—Edrew eres maravilloso.—Levanto mi cara y le doy un beso tierno en los labios.

—Siempre me gustaron las mujeres morenas, justo asi como Tú; sabes de joven, siempre soñé con una mujer como tú, Siempre quise una morena, tu color de piel es perfecto, tu cabello azabache también los es, tus ojos, tus labios, tu cuerpo, toda tú eres mi sueño, me encantas, —Me dice, suspirando.

—¿Tú esposa era morena como Yo?.—Le pregunto levantando mi cabeza para ver sus ojos.

—No, ella era Canche como Yo.

—¿Pero dices que te gustan las morenas?.

—Si, me encantan las morenas...

De mi esposa me enamoró el alma, ella era una mujer muy buena, noble y muy amorosa.

Claro que también era bella...

Nos conocimos en la escuela, fuimos amigos por años y luego decidimos casarnos y formar una familia juntos.

Yo la amé mucho, pero me enamoré de su alma buena, en cambio Tú.

Tú, me has enloqueciendo por completo, tu cuerpo es lo más hermoso y sensual que jamas haya visto, tu rostro es como diseñado para mí y tu personalidad es cautivadora.

Te diré algo, si yo me hubiera enamorado del cuerpo de Lizza, al morir ella, me hubiera casado con Helen, es su hermana gemela, son idénticas, físicamente como dos gotas de agua, internamente no hay nada parecido.

Helen es todo lo contrario a Lizza.

Helen es pretenciosa, y aunque como hombre no debería hablar de una dama, pero para mí defensa Helen no es una dama, en una mujer ordinaria dentro de ese disfraz de elegancia y fineza que Ella presume.

Conocí su forma egoísta y envidiosa de ser desde que Lizza y Yo éramos novios.

Ella un día, se fue a meter a mi habitación, según ella a demostrarme que era más mujer que Lizza.

Su descaro es tan grande que, al año que mi esposa murió, ella se divorció y se fue a vivir cerca, me perseguía como no tienes idea, hasta que una vez más se metió a mi habitación, en ropa interior a demostrarme la mujer que según Ella es.

Ese día le puse un hasta aquí.

Y le dije que si no dejaba de acosarme la alejaría de mis hijos para siempre.

Quiero que tú sepas que nunca he tenido nada que ver con ella, pese a sus acosos; por el simple hecho que ella no me gusta y aún mas por respeto a Lizza.

Te preguntaras por qué no la alejé de mi; es por mis hijos, ella se encargo de meterse en su vida, con Andrew no tuve tanto problema, Pero con mi hijo menor Alfred si, y muchísimo.

Ella, lo a malcriado y por más que quise alejarlo de ella, no pude, ya que Él aún siendo ella como es, la quiere, Él tenía 10 años cuando murió Lizza y en Helen encontró una figura materna.

Lamentablemente Helen no le hace bien, ni a El ni a nadie.

Aunque Helen sea igual a Lizza, a ella la detesto.

Por eso, te puedo decir con solvencia que de Lizza, amé su alma.

Y te volveré a decir, Tú, me gustas, me gustas toda y quiero que te quedes conmigo.

Mañana voy a pedirle a mi abogado, que empiece a gestionar los trámites de tu divorcio.

Quiero que seas mía Anzi.

Quiero que seas mi Esperanza...