Que ocurre cuando poco a poco descubres que tu vida es una mentira,te abres al amor pero este también guarda oscuros secretos.Esta es la historia de Romina,una joven sencilla que Ama a su novio y familia con todo su corazón pero lamentablemente ellos no son lo que parecen.
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Capítulo 22. Los amantes I
Quince días después…
En el bar del hotel Mateo esperaba al vendedor de un hotel en Puerto 8 llevaba muchos días tratando de concretar el negocio, cuando recibe un mensaje.
-“Señor mi esposa entro en labor de parto, no puedo asistir a nuestra cita”.
- “Felicidades, no se preocupe entiendo”
A mitad de la pista de baile una rubia con un cuerpo precioso, mueve sus caderas al compás de la música, se sentía hipnotizado no podía quitarle los ojos de encima, le parecía tan familiar, llevaba un vestido rojo largo, con una abertura en el lado derecho de la falta. De repente un hombre alto y bien parecido de unos 35 años pega su cuerpo al de ella, la mujer al sentirlo cerca deja de bailar y trata de alejarlo, Mateo no pudo evitar interferir.
-Señor suélteme ya le dije que no me gustan los hombres menores que yo.
-Solo déjame acompañarte esta noche eres tan bella y sexy.
El puño Mateo fue tan fuerte que el hombre cae sobre una mesa y quedo aturdido.
-Cuando una dama dice que no, es no. Ni se te ocurra volver a ponerle una mano encima.
Los de seguridad llegaron y sacaron al hombre del lugar.
Mateo después de eso al fin pudo detallar a su exesposa, quien tenía una cara triste y los ojos hinchados era evidente que había llorado.
-Se puede saber ¿Que está pasando?
-Que te importa, yo tenía todo controlado, hasta que tú apareciste de metiche.
Mateo tomo la mano de María y froto su Muñeca, era evidente su cara de enojo. María sintió las manos de su exesposo y no pudo evitar mirarlo a los ojos.
-Si lo que buscas es un amante, para eso estoy yo.
- Suéltame, no estoy buscando ningún amante.
María sale del bar, necesitaba caminar y aclarar sus sentimientos, el hombre con el que según ella estaba casada era un mentiroso, había escuchado su conversación con su amante, su matrimonio era falso, solo necesitaba una mujer con clase para mostrarle al mundo y el prestigio de Victoria para hacer negocios, su hija no era adoptada era de su supuesto marido y su amante, a pesar de todos sus defectos ama a sus dos hijas. Llegó a un puente y se dedicó a ver el mar cuando se le acercaron tres hombres jóvenes.
- Mis amigos y yo podemos hacerte compañía
-No estoy interesada en ninguna compañía ya me voy.
- Tú no vas a ningún aparte.
-Suéltenme.
Los tres jóvenes sostenían a María y uno tenía su rostro con las dos manos, iba a besarla. Ella intentaba liberarse pero su fuerza no era nada contra tres hombres, sin ninguna esperanza comenzó a llorar y gritar pidiendo auxilio. El beso nunca llegó cuando abrió los ojos ella estaba en el suelo y Mateo como una fiera golpeaba a los tres hombre, estos intentaban defenderse sin tener éxito, lograron darle algunos golpes en el rostro pero nada más.
-Muchachos llévenselos y denles una lección, en su vida van a volver a abusar de una mujer.
-¿Mateo estas bien?, gracias por salvarme.
-Como se te acurre estar a esta hora sola por la calle.
-Tengo muchos problemas, necesitaba pensar.
Mateo la tomo del brazo la subió al auto en el asiento del copiloto y él se sentó en el del piloto, manejo a toda velocidad hasta un edificio muy elegante y hermoso al llegar al parqueadero subieron por un asesor privado que llevaba al Pent-house .
