Un Novio Para Navidad

NEREA

Jeremy me acompaño en cada control, a cada ecografía. Preparó la habitación para el bebé junto a mis padres y mi abuelo. Ahora estaban viviendo muy cerca, les consiguió empleos aquí, en Nueva York, cosa que sería difícil, ya que tenían más de cincuenta años y muy malos antecedentes en salud. Quería hacerme feliz y entendió que no sería gastando millones, sino teniendo cerca a mi familia.

Incluso a Gilbert le consiguió empleo en uno de los mejores hospitales y les compró una casa nueva, donde podía ir a verlos cuando quisiera, los seis vivían juntos. Mi sobrinita estaba hermosa, ya había comenzado a gatear

Recuerdo el día que revelaron el sexo de mi bebé, no habíamos salido de la clínica y Jeremy llamo a su hermano, a su padre, a mi padre, a Gilbert y también a Nelson. Se volvió muy amigo del último, luego de irse a golpes con él por Mackenzie, larga historia. Actualmente, se llevan bien, incluso compro un bar y se lo dio para que lo administrara. Ahora ya no era el barman solamente, sino el gerente y administrador, ahh cierto, comenzó a salir con Mackenzie y al parecer van en serio.

¡En serio! Es increíble que esa niña no esté embarazada, los encontré varias veces en situaciones candentes, digamos, para no decir escenas de Xxx. Yo, a pesar de estar embarazada o quizás por eso, me obsesione con el sex@, lo hacíamos todos los días, incluso con mi enorme barriga.

Lo amaba y me encantaba como me hacía el amor, en estos meses he aprendido todas las posiciones del Kamasutr@ aunque hay algunas que no me gustaron, así que no se repetirán, también me enseño a usar algunos de mis, “nuestros” juguetes. Anoche, antes de terminar en el hospital lo habíamos hecho con mucho más cuidado, ¡lamentablemente! Me había vuelto una adicta a chucky.

Así también trabajé hasta ayer. Amaba mi trabajo y no renunciaría. Deje a Ashly cargo de mis responsabilidades, serían solo por dos meses y regresaría con horarios reducidos por lactancia.

Mi suegra estaba enloquecida por su nieto, ya había planteado ser su niñera cuando yo tuviera que regresar a trabajar, con James no podía estar mucho tiempo porque Britany se dedicaba de lleno a la crianza de su hijo, y a mí no me vendría mal, era muy amorosa con su nieto, y yo no quería dejar de trabajar, sin mencionar que también estaba la abuela ya se habían mudado aquí con esos planes. De vez en cuando, seguíamos yendo a la mansión de Miami, las Marías cocinaban delicioso y creo que su comida se volvió mi antojo predilecto

Luego de doce horas desde el comienzo de las contracciones mi hijo finalmente había nacido, se adelantó dos semanas. Fui a clases de yoga para embarazadas con el fin de acelerar el parto y que la dilatación fuese rápida, de nada sirvió. ¡Malditos mentirosos!

Me trasladaron a una habitación, enorme, que incluso tenía sillones plegables. Estaba en un hospital para millonarios, todavía no me acostumbraba a ser la novia de uno. Incluso salí en las revistas como la novia de uno de los solteros más codiciados. Me molesto mucho y a Jeremy peor aún

Como estaba adolorida mi madre me ayudó a higienizarme y luego a vestirme algo más cómodo, se negó a que una enfermera me ayudara. El dolor había disminuido en comparación a las contracciones, pero seguía ahí, me movía con dificultad.

Mi hijo fue a neonatología por su sobrepeso cuatro kilos y medio ¡Dios! ¡Por eso dolió tanto! ¡No volveré a embarazarme jamás! Me acomodé en la cama a esperar que la doctora me trajera a mi bebé, luego de esos exámenes extra, que me explicó qué le harían.

Jeremy presenció el nacimiento y enfureció al escuchar que debían hacerle más estudios. Amenazo con demandar a la obstetra, al hospital y no sé a quien más, era muy obstinado y no tenía energías para hacerlo callar, no en ese momento y con mi malestar. Por eso me resultó extraño cuando lo vi entrar con el bebé en brazos. Se suponía que la pediatra la traería

_ ¡mira mami, aquí está el pequeño Oliver!_ murmuró. Beso, su pequeña cabeza antes de entregármelo. Mi novio sonreía, de forma diferente, con un amor tierno y angelical _ nuestro hijo es hermoso, mi amor, gracias _ mencionó y nos miramos. Ya éramos padres y sus ojos me decían cuantos nos amaba _ La doctora dijo que todo está normal y hay otros estudios que tardarán tres días

Observe a mi pequeño inquieto, quien jugo al fútbol con mis costillas el último mes. Tenía el cabello rojo igual que su padre, su piel no estaba decorada con sus pecas, pero quizás con el tiempo vendrían, era lo más precioso que vi jamás

_ ¿por qué lo traes tú?_ pregunté, recordando que debería traerlo la doctora

_ esperé frente a la sala de neonatología hasta que la doctora me diera a nuestro hijo _ levanto sus hombros restándole importancia. No dejaría de lado su prepotencia, ni en el hospital.

_ ¡no te creo!_ clave mi mirada en él. Bufó volteando los ojos

_ ¡está bien! ¡Ingresé sin permiso, tenían a mi hijo y no me lo devolvían!

_ son médicos Jeremy, ¡lo estaban revisando para que esté bien!

_ Es hermoso, hija, ¡felicidades!_ dijo mamá interrumpiéndome, nos besó a su nieto y a mí. Bloqueado mi viste de Jeremy, se le volvió costumbre defender, indirectamente, a su yerno, ya los conocía

Nuestras familias nos visitaron en el hospital con muchos regalos, Oliver se volvió el modelo, incluso a mí me sacaron fotografías. Tres días después me dieron el alta.

¡Si el parto fue doloroso! Amamantar era aún peor… bueno, quizás exagero un poco, pero ¡dolía como el demonio! Aun así era el acto más hermoso del mundo, esa conexión que sentía con mi hijo era increíble.

Entre al departamento primero. Jeremy cargaba a nuestro hijo detrás, yo estaba feliz de regresar. Mire hacia la sala y había un cartel enorme con varios globos de corazón en las paredes en el suelo por doquier

¿Quieres ser mi esposa?

Gire y encontré al padre de mi hijo arrodillado en el suelo cargando a nuestro bebe y sobre su manita de elefantes celestes había una cajita con dos anillos.

_ ¿que dices bruja? Te gustaría encenderte en mi hoguera por el resto de nuestras vidas.

_ ¡si me encantaría!_ seque las lágrimas que se me escaparon sin permiso _ chucky levántate, recuerda que no puedo agacharme, sigo adolorida. Nos reímos

_ ¡como ordenes! _ Se puso de pie y lo besé.

Si alguien me hubiese dicho el día que acepte el trato de fingir ser novios, que terminaría así. No lo creería, el hombre que odie durante cuatro años se convirtió en el amor de mi vida y el padre de mi hijo.

_ ¡te amo psicótico!

_ ¡te amo bruja! _ nos abrazamos con cuidado de no aplastar a nuestro pequeño. Jeremy carraspeó sacándome del momento mágico _ ¿cuánto tiempo debo esperar para tocarte otra vez?_ levanto sus cejas y yo fruncí mi ceño _ ¿qué? ¡La pregunta es válida!

_ ¡no tienes remedio!_ bufé

_ ¡si lo tengo… eres tú!_ me beso, y me aleje cuando el bebé empezó a llorar _ tiene hambre _ se lamió los labios _ y yo también.

¡Dios, cuarenta y cinco días con este hombre serán eternos!

Me senté, acomodando a mi pequeño para amamantarlo. Los ojos del vicepresidente no me dejaban en paz, estaba de pie frente a mí suspirando excesivamente

_ ¡Jeremy deja de mirarme así! ¡Y de hacer ese sonido!_ le dije enojada clavando mis ojos en él, con mi hijo succionando

_ ¿de qué sonidos hablas? _ sonrió _ ¿cómo te estoy mirando?

_ ¡como queriendo reemplazar a nuestro hijo!

_ el sillón es grande… tienes dos podrías… _ le arrojé la almohada y estalló en carcajadas _ ¡está bien! _ levanto las manos _ ¡quedan cuarenta y dos días preciosa! Y en un año tendrás a la niña.

FIN

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Te invito a leer mi nueva novela “Ese maldito San Valentín” tiene solo 21 capítulos. Les dejo la descripción

Yanelis una organizadora de bodas de buena posición económica, y Manuel, un cantante de mariachi, fueron novios durante cuatro años. Ahora, dos años después de separarse, deben reencontrarse para la boda de Briget la mejor amiga de ella, y Miguel, el hermano menor de él, quienes se conocieron gracias a ellos dos. ¿Podría haber una segunda oportunidad para el amor?

¡INFINITAS GRACIAS!