valentino llega a la vida de vivian, queriendo recuperar algo que el mismo decidió dejar atrás, que hará vivían cuando Valentino se aparezca nuevamente, que pasará cuando se descubra el secreto que une a Julián y Valentino.
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Las Rosas
Vivían esta junto a Diego pero
su mente está bien lejos de aquel lugar, ella solo piensa en lo sucedido las últimas horas, se siente tan mal por Valentino, que solo desea poder ayudarlo, ella hasta se siente culpable por no escucharlo cuando estuvo decidido hablar, ella no entiende por las cosas que el a tenido que pasar, porque nunca a tenido que pasar por una cosa así, espera no tener que pasarlo nunca, ella imagina lo difícil que lo puede estar pasando, tener que vivir con una situación así.
—¿Mi vida te pasa algo?
El sonido de la voz de Diego la saca de sus pensamientos —No nada—Dice tratando de mostrarse tranquila.
—¡Estas muy distraída!
—Cosas del restaurant, no tienen importancia —le regala una sonrisa, luego le acomoda la almohada—Duerme ya mañana es el gran día, donde nos dirán si te vas o sigues aquí—besa su mejilla
Cuando Diego se ha dormido, ella intenta comunicarse con Valentino pero no tiene éxito.
Esa mujer no tuvo descanso en toda la noche, no pudo dormir nada, le dio 240 vueltas por los menos al piso donde estaba Diego.
Al amanecer ayuda a Diego para arreglarse así esperar que el doctor valla a revisarlo y pueda darle el alta. .
—Amor quiero que nos mudemos de una vez para nuestra casa, debido al accidente no pudimos casarnos pero, pronto lo haremos ¿Cierto?—Indaga Diego notando algo distraída a vivían
—¡Claro!—Le sonríe nerviosa, ni ella misma entiende lo que siente en ese momento, sentimientos encontrados.
—Se que me ocultas algo, pero te daré tiempo para que pienses y lo converses conmigo,¡te amo!
En ese momento la presencia de los especialistas los interrumpe, después de un par de exámenes le dan el alta.
—Por hoy iremos a mi casa, sabes que no puedo dejar a la niña sola, te prometo que esta semana nos vamos a nuestra casa—Le da un pequeño beso
Al llegar a la casa, vivían y Diego con su respectiva enfermera, cuando entra lo primero que llega hasta ella es su pequeña victoria, detrás de ella aparece Valentino con un aspecto muy delicado, nada que ver con el hombre de la noche anterior.
El la mira, fijamente a los ojos mientras ella tiene en sus brazos a la niña
—Mami mira quien vino a jugar conmigo—dice la pequeña con entusiasmo.
—Que bueno mi amor,—Dice ella sin dejar de mirar a Valentino —¿Como estás?
—Me siento bien, te juro que siento como si le hubiera quitado un peso de encima
Ella sonríe tímida—Me alegra que estés más tranquilo, después quiero conversar contigo
—Esta bien cuando quieras sabes que estoy para ti—se acerca tomando las manos de ella.
Vivían mira lo que el hace, muy sutilmente se safa de su agarre, pasando por un lado.
El solo la mira alejarse, suspirando —Te amo vivían si me dieras una oportunidad te juro que haría las cosas bien.— Se dice con tristeza.
La pequeña victoria lo hala de la mano para que vuelvan al jardín.
Vivian va a la habitación para ayudar a la enfermera con Diego.
—¿Amor que paso?—Pregunta Diego
frunciendo el ceño—¿Que te decía Valentino?
Él tiene cierta desconfianza de Valentino por el sueño que tuvo mientras estuvo en coma
—Nada solo me comentó Algo de la niña —Vivian miente, pero no sabe por qué le miente.
Lo sucedido es muy obvio que no se lo pueda decir a Diego ya que, es algo muy privado de Valentino ella no tiene ningún derecho a decirle a los demás
Mientras están en la habitación vivían se muestra muy inquieta algo que no pasa desapercibido para Diego.
La pequeña entra a la habitación, ignorando a Diego cómo lo ha hecho siempre desde que su papá apareció
—Mami, Papá se va quiere decirte algo.
—Esta bien amor, ya voy
Diego la mira levantarse y salir de la habitación, sin decir una sola palabra, en otra oportunidad ella se hubiera quejado por ir hablar con el.
—¿Dime valentino que sucede?—Ella llega hasta donde está el
—Disculpa si te moleste pero, quería decirte si podías tomarte un café conmigo mañana
—Bueno mañana debo ir al restaurant, ya no tengo a Walter y debo hacerme cargo de las cosas
—Ok nos vemos mañana, Paso por allá hasta mañana.
—Hasta mañana espero puedas descansar—Le regala una sonrisa sincera
El se despide con un movimiento que hace con su mano izquierda.
Ella solo suspira y vuelve a entrar a la habitación.
Al siguiente día ella se despide de Diego, llega al restaurant dónde tenía días sin aparecer desde el accidente de Diego.
Ella está un poco melancolíca en la oficina, de verdad le hace falta su amigo Walter, pero ella no puede perdonar, una mentira tan grande como esa, ella piensa que si de verdad el la hubiera considerado su amiga le hubiera contado todo por muy difícil que hubiera sido.
El sonido del teléfono de su oficina la saca de sus pensamientos, ella limpia una lágrima suelta en sus mejillas, luego contesta
—Señora Cáceres el señor Sandoval está aquí.
—Dile que puede pasar—Vivian se arregla el vestido, y acomoda su cabello
Cuándo se abre la puerta entra un gran ramo de rosas, ella sonríe al verlas, nunca le ha permitido a Diego que le regalé este tipo de cosas por qué lo único que hacen es traer malos recuerdos, pero al ver este ramo por alguna razón se sintió contenta, tanto que su corazón está un poco acelerado
Valentino termino de entrar entregando el ramo a vivían con una gran sonrisa en sus labios. A decir verdad el semblante y la actitud de Valentino ha cambiado bastante desde que vivían se enteró de la verdad, eso para el había sido como la piedra en su zapato. .
Al dejar que otra persona se enterara de lo que hace muchos años le sucedió, Se sintió tan aliviado , es como si una gran piedra que estuviera sobre sus hombros hubiera desaparecido, siente como si el fantasma que lo perseguía hubiera desaparecido, se siente relajado, siente que es un hombre diferente, y otra cosa que no puede evitar que el se sienta bien, es la actitud que ahora Vivian tiene para con el, más comprensible, en su cabeza no deja de pasar la idea de enmedar sus errores e intentar hacer las cosas bien.