El Protegido De La Mafia (Vol. 1)

Sílvia - ¿Novia? Fábio, ¿desde cuándo nuestro hijo va a casarse y no me lo ha contado?

Filippo- No soy tu hijo...

Digo con odio, ella ya trató de seducirme bajo el techo de mi padre, ¡vagabunda!

Fábio- Sin drama, Sílvia, esa es la razón de la cena, ahora lo sabes.

Todos vamos a la mesa.

Se fueron a la mesa, Juana se sintió muy incómoda con la mirada de Silvia sobre ella, pero no le importó.

Comieron en tranquilidad, después se despidieron y Juana y Filippo regresaron a casa.

Ya en casa, Juana decide preguntar sobre su situación.

Juana- ¿Cuándo vas a resolver y hacer el acuerdo sobre mi situación?

Filippo- En dos semanas, como te dije, sé que estás deseando deshacerte de mí...

Juana- No estoy hablando de eso...

Filippo- Juana, sé que en la primera oportunidad que tengas te irás, y yo prometí ayudarte y no atarte aquí conmigo, no voy a hacerte revivir todo de nuevo, solo prometí ayudarte y eso es todo.

Filippo estaba frustrado por dentro, tenía miedo de que todo su esfuerzo fuera en vano y Juana no se quedara con él.

Juana- Pero si por casualidad no me voy...

Filippo- Eso es lo que más deseo.

Juana- ¿Pero por qué quieres estar conmigo?

Filippo- Me gustas, Juana, todo comenzó mal entre nosotros, pero me encantaría que no te fueras y permitirme conquistarte y ser mi verdadera esposa.

Juana- ¿Cómo sabes que te gusto? Nos conocimos hace apenas tres semanas.

Filippo- Eso son solo días, cuando el amor llega no hay tiempo adecuado ni cantidad de días...

Juana- ¿Amor? Pero dijiste que te gusto, no que me amas.

Filippo- Juana, es complicado, soy un hombre frío que no sabe cómo demostrar mucho lo que siente, soy explosivo, pero así soy yo, pero no soy una mala persona, ¡créeme!

Juana- No sé por qué pensar en irme de esta casa me duele, es como si tuviera que quedarme aquí, pero no sé si estoy preparada para una relación, he sufrido mucho, mi madre me maltrataba, mi padrastro sin carácter intentó abusar de mí y, finalmente, fui vendida. No quiero sufrir más, ¿entiendes? Solo quiero vivir una vida tranquila.

Filippo- Por eso te estoy ayudando, para que vivas en paz.

Juana- Agradezco lo que estás haciendo por mí, estaré en deuda contigo el resto de mi vida.

Filippo- Puedes saldar esa deuda estando a mi lado.

Juana- Filippo, yo...

Filippo- Lo sé, dijiste que no estás lista para tener una relación, pero déjame intentarlo, si no logro conseguir tu amor, juro que estarás libre.

Juana- Filippo, solo no quiero sufrir más.

Filippo se acerca y toma sus manos y la besa.

Filippo- Juana, ya te dije que conmigo estás segura, ¿confías en mí?

Juana baja la cabeza triste y Filippo levanta su mentón.

Filippo- Ey, mira hacia mí, confía en mí, ¿vale? Quiero que estés conmigo, ¿crees que haría todo esto por ti sin motivos?

Juana guarda silencio mirando intensamente a Filippo, que aún está sosteniendo su mentón. Para sorpresa de Filippo, ella toma la iniciativa para un beso, y él responde de inmediato, retira sus manos del mentón y las coloca en su cintura, acercando sus cuerpos. Luego se separan para recuperar el aliento.

Filippo- ¿Eso fue un sí?

Juana- Sí, vamos a intentarlo, solo eso, todo dependerá de ti. No soy una mujer que huye de lo que siento y estoy desarrollando sentimientos por ti, pero aún no es un sí para quedarme a tu lado, vamos despacio y veremos qué pasa.

Filippo- Eso era todo lo que necesitaba escuchar.

Filippo la besa nuevamente, todavía están de pie, el beso se intensifica, Filippo la lleva a la habitación y la pone en la cama encima de él.