ENTRE LAS SOMBRAS

Melody me siguió hasta dentro de la casa, podía escuchar sus pasos detrás de mi y me giré cansado.

—¿Puedo tener un poco de privacidad en mi propia casa? —Le dije exasperado.

—No te habías comportado así conmigo, no entiendo tu actitud. —Dijo mirándome incrédula.

—Bueno, ni yo mismo puedo entenderme.

—Te dejaré solo un momento, supongo que necesitas tu espacio. —Murmuro mientras se miraba las manos —Por favor avísame cuando pueda regresar a casa.

No te vayas, no te vayas, no te vayas...

—Claro. —Dije y subí las escaleras dejándola al pie confundida.

Eres una mierda Dominic Stredd.

Cuando llegue a mi oficina en la planta alta, tome mi celular y llame a Colin.

—Ve a la bodega, ahora. —Le dije bruscamente.

—¿Quién demonios te entiende? ¡Primero me echas de tu casa y ahora quieres que vaya a la bodega!

—¡Dije ahora Colin! —Grito furioso. Colgué el teléfono y salí de la casa hecho una furia, Colin era de las pocas personas en el mundo que podría calmarme la paciencia en tan poco tiempo.

Tengo tantas cosas en la cabeza, tantos pensamientos... comenzando porque no puedo sacarme de la cabeza a cierta señorita que tiene un nombre angelical, pero también pienso en todo el daño que le he hecho sin darme cuenta, yo no sabía que Kitty era su mamá pero sé que Melly la quiere aún así, me ha demostrado que su corazón es bueno y aún después de todo, ella quiere a su mamá, ¿qué haría ella si supiera que yo le corté un dedo? ¿O qué la amenacé?

—¡No vuelvas a desobedecer mis órdenes! —Le grité a Colin quien acababa de llegar a la bodega.

—¡Eres demasiado... Demasiado idiota! —Dijo Colin.

—¡Sube y en silencio! —Le grité, este me siguió sin decir algo más.

Cuando llegamos a la oficina todo estaba tal y como lo dejé, la botella de whisky en el escritorio y los chupitos a un lado, algunos papeles de mis negocios fantasmas y polvo, mucho polvo.

—¿Nadie limpia aquí o que? —Dijo Colin. —Cada que vengo está más sucio.

—Centrate, Colin. —Le recordé. —Necesito deshacerme de Melody.

—¿Quieres que la mate? —Dijo sorprendido. Lo miré con mala cara.

—¡Claro que no, Colin, por Dios!

—¿Entonces?

—Quiero desaparecer de su vida, han sido días muy intensos pero esto tiene que acabar aquí.

—¿Y por qué no hablas con ella sobre lo que sucedió con cierta perra drogadicta? —Dijo Colin mientras se servía un chupito de whisky. Eran las once de la mañana. Lo miré con asco.

—Dudo que me reciba con besos y abrazos, la verdad. —Dije viendolo detenidamente.

—Eso no lo sabes. —Colin subió y bajo las cejas antes de tomarse el chupito. Y hacer una mueca en el proceso.

—¡Es obvio!

—¡No es obvio!

—¡Que si!

—¡Que no!

—¡Ya, pesado! -Dije estresado.

—¿Me haz di...? —Lo miré con mala cara y él bufó. —Vale, me concentro. ¿Qué haremos?

—Envíe a Don y a sus hombres a reformar el departamento. —Le dije. —Sé irá a casa.

—¿Reformarlo? ¡No eres de los gemelos que salen en la televisión y reforman las casas, tampoco caridad, ¿qué coño te pasa?! —Dijo Colin fastidiado. —Si, la chica tiene buen culo y por no hablar... —Se detuvo al ver mi expresión. —Di-digo, es bueno que ayudes.

Se dejó caer en la silla frustrado.

—No eres una madrina mágica, ¿entiendes? —Asentí.

—No puedo enviarla a su casa así, le destrozaron todo y tampoco es que se pueda hacer mucho en un día. —Le dije.

—Bueno ya... ¿Y qué hago yo aquí? Porque estaba a punto de echar un buen polvo y me lo haz interrumpido... ¡Otra vez!... quizá por eso sigo de mal humor. —Dijo Colin. Suspiré.

—Tu serás parte del plan. —Colin frunció el ceño.

MELODY

Según el reloj que estaba en la sala de estar ya eran las tres de la tarde, Dominic había salido hacía algunas horas y ni siquiera se había despedido, era muy claro que estaba furioso pero no sé la razón. Quizá hice algo que no debí, algo que le molestó.

Di vueltas por el gran jardín que había en esa casa y pude notar muchos detalles, uno de esos eran que había bastantes hombres vigilándola, todos vestidos iguales: traje de gala y corbata negro y camisa blanca. Ninguno de ellos dejaba de mirarme, me sentí realmente incómoda así que opté por entrar a la casa y dirigirme a la habitación en la que había dormido la noche anterior, tome las pocas cosas que había alcanzado a traer y las puse en el bolso.

Mi celular comenzó a vibrar con un número desconocido e igual atendí, quizá era mi madre. Mi loca, drogadicta y despreocupada madre.

—¿Diga?

—Melody, soy Colin, el hermano de Des. —Dijo él.

—¿Des?

—Dominic. —Aclaro.

—Ah, claro, ¿cómo obtuviste mi número de celular?

—Contactos, querida. —Rode los ojos. —Estaré en casa en diez minutos, tu departamento está listo.

No me dió oportunidad de decir algo más y colgó. Mire el teléfono un momento y lo puse sobre la cama confundida.

¿Ni siquiera vendrá a despedirse?

Exactamente, diez minutos después bajé por las escaleras encontrando una camioneta negra estacionada frente a la puerta principal, sin decir una palabra más subí encontrándome a quien dijo ser Colin.

—Gracias por llevarme. -Dije mientras miraba por la ventanilla del coche. —¿Dom está bien?

—¿Te deja decirle Dom? —Parecía incrédulo.

—Así se llama, ¿no?

—Bueno si, pero... olvídalo. —Hizo un gesto despreocupado con la mano. —Eres muy linda para trabajar en el Mobbs.

—No lo hago por gusto, si eso quieres saber.

—Lo suponía, no eres como las demás chicas que trabajan ahí.

—No lo sabes, no me conoces. —Lo mire, el me miraba con una sonrisa burlona.

—Eres fácil de leer, querida. —Se acercó a mi y retrocedí rápidamente. —Hueles bien.

—Aléjate. —Dije tajante. El chófer carraspeó incómodo, Colin lo miro y se dejó caer al asiento.

—Lo sabía, si fueras como las demás prostitutas... —No alcanzo a terminar porque mi mano acabo en su mejilla, me miró frunciendo el ceño. Sentí la mirada del chófer por el retrovisor.

—¡No vuelvas a llamarme prostituta, imbécil!

—No porque seas el culo en turno de mi hermanito voy a permitir estás ofensas, señorita Parker. —Dijo entre dientes mientras se frotaba el lugar afectado.

—¡No soy el culo en turno de nadie y tampoco te voy a permitir que me hables así! —Dije furiosa.

¿Quién demonios se creía este tipo para hablarme así?

—Pare el coche. —Le dije al chófer. Este me ignoro. —¡Que pare el coche o me tiraré!

Abrí la puerta mientras el coche seguía en movimiento por lo que al chófer no le quedó otra opción que parar el coche, me baje y comencé a caminar con ambos siguiéndome a una velocidad muy baja.

—¡Sube ya, princesa!

—¡Que te den!

—Ojalá, justo mi hermano interrumpió mi polvo el día de hoy, solo por venir a salvarte el culo así que sube al puto coche o bajaré y te subiré yo.

NOTA AUTORA

¡Colin es un caso! 🤣

¿Que opinan de él?