En Esta Vida Haré Lo Que Yo Quiera

En el ducado...........

Astrid estaba es su estudio, recostada en su silla con la cabeza así atrás con los ojos serrados_me gustaría saber por qué tengo el dónde si yo no soy la primogénita, bueno si lo soy de mis padres, pero mi madre que es del imperio tierra no lo es, esto es tan confuso (pensaba Astrid soltando un suspiro).

Astrid- cuando me entere de mi don estaba enojada una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

RECUERDO.....

Astrid se había encariñado con los hijos de Maria que todos los días salían a dar paseos, eso a Astrid la relajaba, pues estar entrenado, después hacerse cargo del ducado y salir en las noches los alrededores a detener a los bandidos, la comenzaba a estresar. Así que los paseos eran su formar de relajarse.

Mar iba de la mano de Astrid con una hermosa sonrisa en sus labios y sus hermosos ojos los abría más por cualquier cosa que le llamara la atención.

Mar- señorita Astrid......

Astrid- que te he dicho Mar solo Astrid.

Mar- (sonrió) Astrid en ese lugar (señala con el dedo) no hay ni una sola flor, podemos sembrar unas hermosas flores (puso una linda carita de cachorro)

Astrid- no puedo resistirme a esos hermosos ojos (sonrió), claro que siii... vamos a buscar semillas para poder sembrar.

Mar y Astrid fueron a buscar los utensilios para cortar el pasto y las semillas de unas hermosas flores. Habían pasado unas semanas y el punto donde habían sembrado las flores no paresia querer crecer algo, incluso paresia que sé moria cada día.

Mar-no sé por qué no salen las hermosas flores, yo vengo a regarlas todos los días (lo dijo con sus ojos a punto de llorar, su cara era solo de tristeza)

Porque no crece nada, en este punto quizás mi madre tenía razón, no sirvo para ser una buena mujer ama de casa, ellas deben tener un hermoso jardín y yo no puedo sembrar nada_ pensaba Astrid con su rostro entristecido.

Lo que ellas dos no sabía que no arado bien la tierra, así que se veía como solo había escarbado, además no había cogidas semillas de algún tipo de rosa, las que habían cogido era de una plantada llamada cactus, la cual se ponía al rededor de los jardines para que ningún animal las dañe.

El jardinero caminaba por los jardines cundo se percató que un cactus iba creciendo, él no entendió porque crecía allí, así que lo saco, ya que su señorita daba largos paseos con la niña Mar y podrían lastimarse.

Pasaron algunas semanas y volvió ver otro cactus, el jardinero decido regar un polvo para que murieran de una vez y eso hizo que a su alrededor todo morirá, él después se encargaría de sembrar unas hermosas rosas.

Mar se sentó en el suelo y dijo: Astrid porque no crece ha pasado meses y nada de nada e incluso el pasto a su alrededor ha muerto (se le salieron las lágrimas)

Astrid al ver a Mar en ese estado se sentó junto a ella y la consoló.

Maria fue a buscar a Mar y la vio en el piso llorando siendo consolada por Astrid.

Maria- señorita que a pasado porque mi niña esta así.

Astrid- está llorando porque no han salido nuestras flores (su voz sonaba entristecida).

Maria dio un respiro de alivio_pense que le había pasado algo grave. Mar se aflojó del abrazo de Astrid y dijo: esto es grave las flores no me quieren (lo dijo acercándose a María para que la abrazara).

Maria sonrió y le dijo: quien no te amaría si eres perfecta, talvez esta tierra no es fértil, incluso parase muerta.

Mar- la tierra estaba bien, pero pasaron algunas semanas y la tierra murió y se volvió seca (lo dijo llorando).

María abrazo fuerte y se la llevo a tomar un té para que se tranquilizara.

Astrid estaba enojada con la tierra como es posible que había hecho llorar a Mar que es una niña hermosa, dulce con corazón gigante. Se paro y a punto con el dedo y dijo: De hay vas a salir unas hermosas margaritas.

Al terminar esa oración, todo el espacio que paresia muerto se llenó de unas hermosas margaritas, Astrid se quedó en shock, como era eso posible que ella pueda hacer eso. Camino a un lugar más alejado y dijo: salgan unas rosas y así salieron, ella comenzó a saltar de alegría, tenía un pon.