Lluvia II

Mientras esperan la siguiente luna llena, Bastián y Niebla se aseguran de cuidar bien del embarazo y de tener rutas de escape en caso de que el Brujo llegue a encontrar el hogar de las Hadas.

Sin embargo, en el castillo, Cielo siente una profunda necesidad de salir al bosque y, por más que trata de evitarlo, termina saliendo a escondidas. Se adentra en el bosque sola, algo que no es buena idea, ya que nadie está seguro con el brujo suelto. Pero ella siente cómo el bosque y su magia la llaman.

Cielo camina por el bosque en medio de un trance; el bosque la hace adentrarse cada vez más en él. Pero alguien que siempre la cuida desde las sombras la ve caminar hacia una parte muy peligrosa del bosque y la detiene antes de que sea demasiado tarde.

—¿A dónde crees que vas? —Cielo sale de su trance al escuchar esa voz masculina, pero al buscarlo con la mirada no lo ve.

—¿Dónde estás? —Cielo mira a su alrededor mientras que el hombre la observa con una gran sonrisa en el rostro.

—Mira al cielo, hermosa —Cielo obedece y, sobre un árbol, se encuentra un hombre guapo de ojos rasgados y cabello un poco largo, con una hermosa sonrisa que ilumina cualquier entorno.

—¿Por qué saliste del castillo? No es seguro para ti aquí —El hombre baja del árbol y se acerca a Cielo, quien siente cómo su corazón se acelera con fuerza.

—No lo sé. Sentía como si algo me llamara, tenía la necesidad de venir aquí. Traté de controlarlo, pero me fue imposible —confiesa Cielo algo nerviosa por la cercanía del hombre.

—¿Sabes quién soy? —indaga el hombre mientras sujeta la mano temblorosa de Cielo.

—Sí, mi pareja destinada —responde Cielo y el hombre le acaricia la mejilla.

—Mi nombre es Ciro. He vivido oculto en este bosque junto a mi familia toda mi vida. La magia de tu hermana nos hizo salir, entonces te vi y todo cambió. En mi familia no creemos en los destinados, pero contigo siento que debo cuidarte y estar ahí para ti. Cuando dijeron que estabas enferma y necesitabas a tu pareja para sobrevivir, fui a verte y entonces mejoraste. Fue entonces que comencé a creer en eso de las parejas destinadas por la luna —Cielo lo mira a los ojos con cariño.

—¿Puedo saber qué eres? Porque sé que no eres un lobo —Cielo quiere saber en qué se ha convertido ella.

—Tú tampoco eres un lobo, aunque hay parte de lobos en ti. También sangre de Vampiros. Escuché muchas cosas cuando fui al castillo a verte —Ciro conoce lo que pasa en ese castillo, pero es la familia de su destinada, no va a delatarla nunca.

—Ocurrieron cosas cuando yo aún estaba en el vientre de mi mamá. Por ley, las mujeres de mi familia no se transforman hasta que encuentran a su pareja, y siempre han sido lobos. Pero al mezclarse la sangre de lobo de mi madre y la de Vampiros, todos temían en lo que yo podría convertirme, incluso yo —confiesa Cielo, mientras que Ciro la mira con amor.

—Tú no podrías convertirte en nada malo jamás, eres demasiado hermosa para que algo malo salga de ti. Te mostraré lo que puedes hacer —Ciro toma la mano de Cielo y la guía hasta un claro del bosque.

—Usarás esto como una espada, te dará balance y control —Ciro le entrega un palo recto a Cielo, y esta piensa que está loco, pero cuando comienza a hacer algunos movimientos con el palo como si fuera una espada, ella no puede creer cómo su cuerpo reacciona por sí solo y fluye con el palo como si algo la dominara y quisiera salir.

—Somos de ascendencia japonesa, aunque no se note mucho. Mi madre es japonesa, pero mi padre no, así que me parezco más a él, aunque hace muchos años que murió. Tú, al igual que yo, eres una Kitsune, solo que aún no sé de qué tipo eres tú —explica Ciro, dándole a Cielo la respuesta que tanto buscaba, aunque ella no sabe nada de los Kitsune.

—¿Un Kitsune es...? —Al escuchar esa pregunta, Ciro sonríe y le sujeta las manos.

—En esencia, somos zorros. Con el tiempo desarrollamos nuestras colas y poderes. Hay diferentes tipos de Kitsune.

En la Mitología japonesa, el Zorro japonés (Kitsune):

Los tipos principales de Kitsune se clasifican en Zenko (zorros buenos) y Yako (zorros de campo), según su naturaleza. Los Zenko son benévolos y a menudo sirvientes de la deidad Inari, mientras que los Yako son traviesos o maliciosos.

Otro método de clasificación se basa en sus elementos y poderes, incluyendo variantes como los Kitsune celestiales, de fuego o de trueno, y los más poderosos como los Kyūbi no Kitsune de nueve colas.

Los principales son:

* Zenko: Kitsune benévolos que están asociados con la deidad Inari y a veces son llamados "zorros de Inari". Se les considera de buen augurio.

* Yako: También conocidos como Nogitsune, son zorros de campo más traviesos o malévolos. Pueden ser destructivos y causar problemas a los humanos.

* Kitsune celestial: Asociado al cielo o a la luz.

* Kitsune de fuego: Relacionado con el elemento fuego.

* Kitsune de trueno: Asociado con el trueno.

* Kitsune de vacío: Relacionado con el vacío.

* Kyūbi no Kitsune: Son los Kitsune más poderosos, con nueve colas que representan un alto nivel de antigüedad, sabiduría y poder. Se dice que viven mil años.

* Kudagitsune: Zorros pequeños y largos que caben en tubos de bambú y son utilizados por magos para realizar maldiciones.

* Osaki: Similares a los Kudagitsune, pero con dos colas y orejas humanas, que se utilizan para traer prosperidad a las familias.

Yo soy de fuego. Ahora nos falta descubrir cuál es tu tipo —finaliza la explicación Ciro, dejando muy abrumada a Cielo con su explicación.

—Necesitaré tiempo para procesar tanto. Pero, ¿cómo sabré cuál es mi tipo? —indaga Cielo nerviosa.

—Lo descubriremos poco a poco, no te preocupes. Tú sigue como hasta ahora, tu poder se presentará solo —Ciro rodea con sus brazos a Cielo y le da un beso que ella corresponde.

—Te llevaré al castillo, el bosque es muy peligroso para ti ahora —Ciro la toma de la mano y juntos caminan en dirección al castillo, sin saber que están siendo observados. ¿Podrá la pareja llegar al castillo sana y salva?