Ser la hija de Lucifer podría hacer que tu vida fuera lo mejor. Imagínate caminar por el mundo llevando los tratos de tu padre. Mientras creas caos sin importarte nada ni nadie.
Pero aún con todo aquello te sientes vacía. Y cometes un gran error te obsesionas con el angel de la muerte.
Te vuelves su sombras , lo sigues y te facinas con su trabajo. Pero vas de error en error y terminas robando lo. Logrando con esto desatar uno de los peores caos en el infierno.
Tu padre te destierro. Y te envía al mundo humano con los 4 jinetes del Apocalipsis. Que por cierto su líder te odia.
A si que arta de todo obedeces a tu padre y te vas del infierno.
Hasta que un día llega . Quien era tu amor cuando eras una pequeña y voltea tu mundo haciendote sentir cosas que no conocías.
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Otra vez
Desmon observaba el recibidor con los brazos detrás de su espalda, cuándo llegó a dejar sus almas las recicladoras estaban como gallinas en corral.
-Angel es aterradora - chillo una
- le salían cosas de las manos y se llevo las almas - selene lo miró - lo siento no pude detenerla, le dije qué sin su permiso no podía llevarse las almas pero éso no le gustó y buenos - señalo los daños - dijo que le enviara la factura, qué no esperaba deberle nada a usted- desmon sonrió sin qué la mujer frente a el lo notara.
- tranquila Selene, no le cobraremos nada- a la mujer le brillaron los ojos - no te hagas ilusiones ni te imagines cosas que no son, sabíamos qué ésto pasaría cuando ella se diera cuenta qué yo había recolectado sus almas-
- pero vino hasta aquí, te encontró sin tú ayuda -
- lo hizo porque yo se lo permiti -la mujer rodó los ojos .
- ujum, bueno ¿nos ayudarás con el desastre? - desmon la miró.
- tengo trabajó - se giró y salió del lugar dejando a las personas detrás, sabía que en algún momento adara descubriría sus robos , pero no era su culpa que ella fuera tan lenta.
Caminó por la ciudad dejando que el frío le calara los huesos hasta que sintió la presión en su pecho, no habia demorado menos de unos segundos cuándo la sensación lo había abandonado.
"Le habian robado el alma"
Miro el cuerpo inerte del hombre frente a el.
Adara
Su reloj giro otra vez y de nuevo frente a el solo habían cuerpos inertes.
Otra vez
¿Como era posible?
Usó varías veces su reloj y el resultado fué él mismo, solo cuerpos sin vida y sin almas que recolectar, adara le estaba haciéndo lo mismo que el le habia estado haciendo a ella.
Se detuvo en la entrada de un hospital infantil, el mismo donde alguna vez se habian encontrado ambos. entro en el lugar siguiendole el rastro y cuando se detuvo en el umbral de la puerta la vió.
Sus rojos cabellos estaban sueltos a su espalda, sus ropas que siempre eran negras ahora eran de un blanco que la hacía brillar, la pequeña alma le sostenía la mano mientras ella le decia algunas palabras y la pequeña le sonreia y se dejaba llevar, el alma entró al recipiente y la angel lo selló mientras se acercaba a una mujer que dormía juntó a la cama donde ahora yacía el cuerpo sin vida de la pequeña, la princesa realizó un sello con sus manos y lo estampo en la frente de la mujer.
- nos vemos en el infierno - le susurró. Dió un pasó atrás y miró desmon el cuál se sorprendió al ver que sus ropas habían cambiado. - parca - hizo una mueca de fastidió -¿ supervisas mi trabajo?- se acercó a la puerta y desmon retrocedió.
- no tengo porque, lo hacés muy bien - comentó luego se aclaró la garganta. - lamen... Sintió haberme entrometido con tú trabajó, no volverá a suceder - la princesa lo miró sin ninguna expresión en el rostro.
- has lo qué te plazca, pero siempre iré por lo mío - le pasó por un lado pero desmon la tomó por el codo y la detuvo.
- ten cuidado adara, miguel te está vigilando, cada sello que dejes es un motivo para seguirte - adara se solto de su agarre con brusquedad.
- tú has lo tuyo, yo veré cómo hago lo mío - dicho ésto se marcho dejando a desmon junto a la puerta, el movimiento dentro de la habitación llamó su atención y giró para ver qué sucedía, la mujer que hace minutos dormía ahora miraba a la niña sin vida con una sonrisa.
- por fin - susurró la mujer. Se puso en pie y estiró su cuerpo, saco un pequeño espejo de su bolso y se examinó el rostro y acomodo sus cabello, desmon la observó sin entenderla solo se fijaba en el selló que brillaba ahora en su frente. La mujer sacó su teléfono y envío un mensaje una enfermera se asomó a la habitación y la mujer al verla comenzó a llorar - algo le pasá - la señalo - he intentado despertarla pero no lo logro - lloro más fuerte sin ninguna lágrima. La enfermera corrió hacía la niña y le tomo los signos vitales.
- lo siento señora, su hija a muerto- la mujer lloró aún más fuerte mientras se tapaba el rostro con las manos, pero éso no evitó qué desmon viera la pequeña sonrisa que se formó en sus labios.
A C
