El Señor Oscuro Y La Gran Bruja De La Calamidad

El sol resplandecía una vez más sobre el país más importante del continente: Gran Adria. Hogar de cuatro grandes naciones: (Nueva-Arcadia al norte, extendiéndose parcialmente al noreste y noroeste; dueña de los campos dorados y los valles más abundantes y prósperos), (Arcalandia al sur ocupando las 12 isletas y archipiélagos que alguna vez le pertenecieron al imperio británico), (Arcanítica al este, extendiéndose hacía los valles desérticos y estériles, en dónde las tormentas de arena son despiadadas), y finalmente estaba (Arcanacaótica al oeste, con menor extensión que las demás "Arcas" y dueña de las tierras más grises y desoladas que eran habitadas por nómadas, fugitivos y errantes). La luz dorada de la gran estrella se abría paso através de las colinas, iluminando los valles, los campos de cosecha, las praderas dónde trotaban los animales salvajes, y las grandes ciudades de edificios puntiagudos que casi tocaban las nubes.

El día de hoy, Lunes, el ambiente era muy diferente en la capital de Nueva-Arcadia. La peste de un mal presagio podía olerse en las calles perfectamente limpias, y en los rostros iluminados de las personas que iban y venían se veía reflejado su miedo. Puesto que hace tan solo unas horas corrió la noticia de que durante una fiesta exclusiva de la alta sociedad que se llevó a cabo durante la madrugada, 18 personas muy importantes murieron y muchas más resultaron heridas de gravedad.

Y es que esta clase de noticias no tardaban mucho en hacerse públicas. En tan solo un par de horas después de lo ocurrido, todo el país supo de los hechos; desde el vagabundo que dormía entre la basura y las ratas en los callejones más oscuros, hasta el noble más acomodado en su mansión lujosa y colmada de privilegios.

– “¡El búho nocturno, el búho, el búho, llegó el búho nocturno que todo lo ve y todo lo sabe!" –gritaban los jóvenes repartidores, anunciando el periódico matutino (el búho nocturno) cuya columna principal contenía el informe oficial del incidente de la fiesta–. "¡Entérese de las noticias más recientes y en tiempo real!, ¡lleve su búho a tan solo dos "Arcoins de bronce" para saber todo lo que él sabe!

Los pequeños carteros (que tenían entre 10 y 16 años) recorrían diariamente las calles lujosas de las comunidades aristócratas, dónde los nobles presumían su galanura y sus atuendos elegantes, y también visitaban los barrios bajos donde la gente humilde y trabajadora se ganaba el pan de cada día con el sudor de su frente. Todos cargaban con sus bolsos, repletos de periódicos y boletines importantes, mientras ofrecían la información a un precio justo para ricos y personas comunes. De esta forma la población tenía un fácil acceso a la misma información.

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“La fiesta sangrienta"

"18 nobles asesinados y 3 desaparecidos durante la noche de ayer"

“La noche de ayer, mientras se celebraba la fiesta de bienvenida del conde Tempest de Netirvania, se llevó a cabo un ataque terrorista por parte del país vecino: "Arcalandia". Las autoridades han determinado que el ataque pudo ser posible gracias a la infiltración de espías y conspiradores dentro del sistema de justicia que le permitieron a los terroristas ingresar al territorio nacional".

"Las últimas investigaciones también vincularon a varios ciudadanos Neo-Arcadienses que estaban al servicio del marqués Reagan, en distintas actividades ilícitas de fraude y conspiración, también se confirmó que facilitaron la información de la fiesta y de sus participantes a la nación enemiga".

"Los culpables por los cargos de traición y conspiración serán ejecutados públicamente el día de mañana a las doce en punto del mediodía, y se tomarán acciones mayores en contra de los agresores y organizadores del ataque para que nuestra soberanía no vuelva a ser subestimada".

"Se requiere también la presencia de nobles y comunes por igual, en la capital dorada de Nueva-Arcadia, para atestiguar la ejecución, y además deberán escuchar el discurso del duque Bastian Simpson, que anunciará algunos cambios muy importantes para garantizar la seguridad de los habitantes del país".

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Era el resumen que podía leerse a simple vista. En las siete páginas restantes del periódico habían algunos detalles más específicos como los eventos ocurridos durante el ataque, el estado en el que los cuerpos fueron encontrados, los nombres de los fallecidos y desaparecidos, y algunos dibujos representativos de la escena del crimen.

Y por primera vez tanto nobles como comunes tenían el mismo sentimiento de miedo por lo que estaba a punto de ocurrir; por lo que representaba este suceso y el impacto que tendría en sus vidas a partir del día de hoy.

“Si los hijos de los de sangre azul fueron asesinados, aún con todo y las autoridades cuidando hasta su sombra ¿qué le espera a la gente común como nosotros?, si alguien nos ataca nadie vendrá en nuestro rescate inmediatamente, los nobles siempre son su prioridad número uno, o seguro nos dejarán atrás para morir en su lugar. Que miedo, estamos realmente jodidos".

“¡Maldita sea!, ¿cómo es posible que después de tantos años y de tanto dinero invertido en esas malditas defensas, nos haya pasado esto y en nuestra propia cara?, si esto se vuelve a repetir cualquiera de nosotros podría amanecer en la primera plana. ¡No es justo, no es justo!, ¿qué hicimos para merecer esta humillación?"

Y por primera vez en mil años los habitantes de Nueva-Arcadia volvieron a sentir el mismo terror que sus ancestros habían sentido durante los días de gran tristeza, cuando se libraba la guerra contra los demonios. Con el miedo y la incertidumbre que se extendían en cada callejón y avenida como un gas venenoso, y que oprimían el pecho de sus habitantes. Esa mañana fue muy amarga para todos; el desayuno se deshacía como ceniza en su boca, sin sabor ni consistencia, los rayos del sol no provocaban sensación alguna, ni tampoco podían sentir su calor, el viento estaba cargado con una atmósfera muy pesada y difícil de tragar, era como aspirar humo. Lo que llevó a que finalmente los habitantes de Nueva-Arcadia desconfiaran hasta de su propia sombra, cuidando cada paso que daban y cada palabra que decían. Con la paranoia que no hacía más que aumentar con cada segundo, ya nadie se sentía a salvo.

Algo grande estaba a punto de suceder, de eso no había dudas.

***

Una visita inesperada acaba de llegar a la academia Edem.

Cuando el sujeto inesperado entró por la puerta y se presentó ante Lisa, su reacción casi instintiva fue saltar sobre él con los brazos abiertos, con sus ojos cristalizados, llena de alegría y júbilo al ver al muchacho de cabello castaño como granos de café, que acababa de ingresar.

Lisa lo abrazó con fuerza, y con la voz quebrada repitió su nombre:

– ¡Joss!, ¡Joss!, ¡Mi hermanito Joss! –gritaba Lisa, mientras asfixiaba cada vez más a su hermano mayor, con la fuerza de su afecto.

– Yo también te extrañé chillona –respondió Joss mientras trataba de safarse de la fuerza de su hermana menor–. ¡Muy bien ya fue suficiente, ya déjame ir!

– ¡Solo cinco minutitos más!, ¿si?

Lisa finalmente liberó a su hermano y tan pronto como lo hizo, el conde se puso de pie súbitamente, con su mirada seria y penetrante mientras se acercaba al hermano mayor de Lisa Bellstar, un paso a la vez.

– Bienvenido seas, Josseph Bellstar –dijo el conde, con un tono desanimado. Y ofreció estrechar su mano al hermano mayor de Lisa–. Es un placer finalmente conocerlo.

– ¡Vaya!, no creí que su excelencia tuviera tan buenos modales, después de todo los animales extraviados no son tan mal agradecidos como yo creía. –Josseph se acercó y se plantó desafiante ante la mirada del conde–. Encantado de conocerlo milord, tratemos de llevar esta fiesta en paz.

Lisa podía sentir cierta tensión en el ambiente, por parte de su hermano y el conde Tempest. Ellos solo se miraban directamente a los ojos, sin decir una sola palabra, pero bastaba con su silencio para deducir que no estaban en buenos términos.

– Mmm, ¿algo anda mal? –preguntó Lisa, algo preocupada.

– ¡No, cómo crees! –respondió Josseph–. Todo está perfectamente bien, tú estás a salvo después de lo que pasó anoche y eso es lo único que me importa.

– ¡Así que por eso estás aquí! –Lisa entonces recordó que su hermano estaba involucrado con el secreto de la familia Bellstar que le fue ocultado toda su vida–. ¡Tú, mamá y papá tienen mucho que explicar y no te vas a ir de aquí hasta no darme respuestas!

– Antes que nada quiero responder a tu pregunta con respecto a él. –Josseph señaló al conde–. Cómo puedes ver, el poderosísimo conde Tempest de Netirvania sabe algunos secretos muy privados de nuestra familia; es el único además del clan Snow que sabe sobre nuestras actividades como cazadores de monstruos en este país y también sabe de los secretos que resguardamos para la orden de cazadores. ¿Quieres saber por qué?

Lisa asintió. Y cuando su hermano estaba a punto de responder, el conde interrumpió:

– Mi nombre es Declan II Tempest... Bellstar.

Y un silencio asesino invadió la habitación, tan pronto como el conde dijo su nombre completo. Y se mantuvo así por varios minutos hasta que Lisa finalmente se pronunció:

– ¿Bellstar?, ¿Su apellido es Bellstar?, –repitió Lisa, con la voz temblorosa–. ¡No puede ser!, ¿cómo es posible?, ¡Esto no tiene ningún sentido! –su respiración comenzó a agitarse.

– Vienes de una familia de cazadores de monstruos, recuerda –se apresuró a responder Josseph–. Nosotros no solo protegemos este país, nuestra orden se extiende por todo el mundo, y vamos dónde nuestra ayuda sea requerida, sin importar si para ello debemos cruzar el mundo para detener a las fuerzas del Inframundo. Y bueno, resulta que nuestro abuelito además de ser un profesional en su trabajo... También era un poco traviesillo. –Josseph le guiño el ojo a Lisa dos veces.

– ¿Qué quieres decir con eso?

– No te hagas. Tú sabes de qué hablo.

– No tengo ni la menor idea de a qué te refieres exactamente... –Lisa si sabía de qué estaba hablando, pero se negaba a creerlo. Ella tenía una imagen muy buena de su abuelo que no quería arruinar.

– Su abuelo, William Bellstar tuvo una aventura con mi abuela, Leandra Tempest hace muchos años cuando una misión lo llevó a las lejanas tierras de Netirvania –respondió el conde, siempre con su voz pesada y seria–. Y producto de esa relación tuvieron un hijo, y bueno gracias a él estoy aquí presente el día de hoy. Me disculpo de antemano si esta noticia causa en usted algún tipo de dolor o desconcierto, no es mi intención lastimar a la familia Bellstar, pero ya que pidió respuestas para ganarme su entera confianza milady, estoy dispuesto a responder todas y cada una de sus dudas.

Lisa no lo podía creer, o más bien no quería creer eso. Para ella su abuelo siempre fue una persona amable, cariñosa y que había amado toda su vida a su abuela Lissandra, su amor era tan puro y su historia tan hermosa, que ellos habían inspirado gran parte de sus expectativas para el día que finalmente tuviera un romance. Recibir esta noticia era como despertar con un balde de agua fría después de una resaca.

– Entiendo, ahora ya sé por qué de repente dejó de visitarnos con la misma frecuencia que lo hacia cuando éramos niños –dijo Lisa finalmente, mientras limpiaba las lágrimas que caían por sus mejillas. Toda la alegría que había sentido hace un momento se había esfumado–. Entonces eso significa que el conde...

– ¿Qué es nuestro familiar?, ¡Sí, lo es! –respondió Josseph–. Compartimos el mismo apellido, por lo tanto, es como un primo para nosotros... Uno muy extraño y muy lejano... ¡En fin!, esa es la razón por la que sabe tanto de nuestro clan.

– Ahora lo entiendo todo. –Lisa se apresuró a tomar la mano saludable del conde Tempest, y con suavidad dijo–: Los menos culpables de los pecados de nuestros padres somos nosotros, y ya nada se puede hacer para borrar el pasado. Talvez no lo aparente, pero estoy muy enfadada por primera vez en toda mi vida... Siento enojo y frustración... Pero no dejaré que mis emociones me hagan decir o hacer cosas que no debería... Yo lo acepto como uno de nosotros... Milord.

Lisa abrazó al conde y en ese momento pudo sentir la calidez de su cuerpo. El conde le devolvió el abrazo, usando solo su brazo derecho y sintió las emociones de Lisa fluyendo en su interior. Lo que ella podía soportar era increíble.

Lisa no se lo esperaba, pero repentinamente sintió un dolor punzante en su brazo derecho, como si su brazo fuese lacerado, y esta sensación surgió tan pronto como tocó el yeso que cubría el brazo del conde. Fue muy extraño.

– ¡No puedo seguir viendo esto! –exclamó Josseph Bellstar, mientras se sujetaba el estómago para no vomitar–. ¡No puedo creer que tenga que soportar estas escenas en el futuro!, ¡Ya suéltalo Lisa!

– Vamos no tienes por qué ser tan grosero, además el conde no es una mala persona... Él me ha tratado muy bien desde que llegó a la academia, de hecho ha sido el primer noble que me ha tratado bien en toda mi vida. Él es bueno y también... –Lisa se sonrojó cuando se dio cuenta de que solo estaba diciendo puros halagos para el conde–. Lo que trato de decir es que... ¡Él es una buena persona!

Lisa cubrió su rostro enrojecido y rápidamente desvío la mirada.

Una vez más el silencio incómodo regresó a la habitación y nadie dijo una sola palabra hasta que Josseph, después de respirar hondo y de tranquilizarse un poco más, finalmente hizo un último anuncio inesperado:

– Es bueno que pienses así ¿sabes?, por qué hay otra razón por la que vine a este lugar, además de confirmar tu bienestar... Pero desde ahora quiero dejarlo muy claro, si algún día él te hace algo lo voy a matar –Josseph volvió a cruzar miradas con el conde. Luego suspiró–: El segundo motivo de mi visita fue para advertirte de un último asunto, hermanita.

– ¿De qué se trata? –preguntó Lisa, algo nerviosa, casi sin ganas de querer escuchar aún más sorpresas por un día.

– Debido a la división del apellido Bellstar, se han formado dos facciones dentro del clan: (Bellstar Crimrosen y Tempest Bellstar), lo que ha llevado a ambos clanes a una pérdida significativa de bienes y recursos durante los últimos años, sin mencionar la amenaza de perder el rango que ocupamos dentro de la orden de cazadores. Por lo que las cabezas de ambos clanes han decidido "unificar" el apellido para formar un único "Clan Bellstar".

Con cada palabra, el corazón de Lisa se agitaba cada vez más, como si fuera explotar. Ella sabía perfectamente lo que eso significaba.

– Por lo tanto –continuó Joss–: "¡Argh!, como me duele decir esto, hasta me da escalofríos" –murmuró entre dientes–. Tú: Lisa Bettania Bellstar Crimrosen y Declan II Tempest Bellstar, conde de Netirvania, están formalmente comprometidos en matrimonio para unificar ambos clanes.