Triple A

-¿Estás herida? ¿Puedo ayudarte en algo? -dicen a mis espaldas

Me levanto rápidamente sin mirarlo y limpio con el dorso de mi mano las lágrimas aunque no es muy efectivo, necesitaría 20 brazos para poder quitarme toda la humedad que mis lágrimas dejan a su paso. 

-Estoy bien -miento 

Pero mi voz me traiciona y cualquier persona puede darse cuenta de que no estoy bien, que estoy llorando evidentemente y que probablemente me vea ridícula. 

-¿Estás herida?

-He dicho que estoy bien -digo sin aliento 

-No quiero indisponerte, pero si necesitas ayuda puedo hacer cualquier cosa que me pidas 

-No quiero tu ayuda 

Trato de alejarme pero mi vestido me juega una mala pasada y me tropiezo y termino cayéndome al piso de rodillas lastimándome, incluso las palmas de mis manos. No pasan ni siquiera dos segundos cuando ya tengo a alguien a mi lado, con el rostro completamente preocupado. 

Es Aleph, el chico rubio de ojos tiernos y sonrisa tierna, que pertenece al famoso grupo de Triple A.

-Estoy bien -miento una última vez 

Él me mira con preocupación y tristeza.

-Sé que mientes porque piensas que si me dices que estás mal voy a pedirte alguna explicación, pero no es así, si no quieres hablar de ello nadie puede obligarte a hacerlo -dice con cuidado y con mucha calidez -Solo déjame ayudarte a ponerte de pie y si necesitas que te lleve a tu casa lo haré 

-Quiero salir de aquí -digo mientras siento como las lágrimas se acumulan de nuevo en mis ojos 

-Entonces te sacaré de aquí 

Me ayuda a ponerme de pie y veo que empieza a quitarse el saco, después lo pone sobre mis hombros y yo simplemente lo miro.

-No quiero que me vean salir así todas esas personas -susurro sin aliento mientras me señalo con la voz entrecortada 

-Tranquila, iremos por otra salida, vamos -toma mi mano con suavidad y me conduce por una puerta que da un pasillo largo, su cercanía me ayuda a sentirme un poco mejor, menos sola e insignificante 

-Tengo mi carro a unas calles de aquí ¿Quieres esperarme aquí en la salida para que pueda ir por el y recogerte o prefieres caminar y acompañarme?

-Iré contigo si no te molesta, de verdad no quiero estar aquí sola  

-¿Alguien te ha hecho daño?

Lo miro pero no respondo.

-Me refiero a que si alguno de los invitados te hizo daño -dice con un semblante preocupado 

-No, no ha sido nadie de la fiesta -lo tranquilizo 

-De acuerdo, entonces andando 

Salimos del lugar y caminamos por la calle que estaba solitaria, a lo lejos podía escucharse la música clásica en vivo que estaban tocando, un arrepentimiento me surgió, estaba haciendo que Aleph se perdiera de la fiesta por mi culpa. 

Pero justo ahora era el único que podía sacarme de este lugar, sé que es un completo desconocido pero hay algo en él que me transmite paz y tranquilidad.

-Mi carro es ese blanco de allá -dice mientras señala un auto último modelo, recién pulido y con probablemente las llantas nuevas porque realmente están resplandecientes  

Llegamos hasta el y se adelanta para abrir la puerta del acompañante pero me quedo congelada, sin saber que hacer, la conciencia me golpea y me impide subirme. En realidad no lo conozco ¿Qué tal si solo es amable para que confié en él y después me haga algo malo? ¿Qué tal si es un violador o un asesino? ¿Qué tal si no vuelvo a casa? ¿Qué tal si...?

-Tranquila -me dice cortando mis espantosos pensamientos -No voy a hacerte daño te lo juro -se acerca un poco -Soy un completo maleducado, discúlpame por favor -me tiende su mano -Mi nombre es Aleph

-Soy Daryl -digo mientras estrecho mi mano con la suya en un ligero toque cálido y reconfortante  

-Mándale a alguien tu localización por GPS, a alguien de tu absoluta confianza 

-¿Enserio?

-Bueno así vas a estar más segura y cómoda conmigo, después de todo no me conoces -sonríe con amabilidad -Además te juro que no tengo otra intensión que no sea ayudarte 

-¿Por qué? Ni siquiera me conoces 

-Porque todos en algún momento nos hemos sentidos solos, vacíos y heridos, quizá no lo sabemos, pero necesitamos de alguien que nos tienda una mano para escapar cuando el mundo se nos acaba y sentimos que no hay escapatoria 

-Lo has descrito a la perfección

Sonríe y puedo ver dos hoyuelos en sus mejillas, lo que hace que se vea tan tierno que mi corazón se derrite de amor. 

Saco mi celular y le mando mi ubicación en tiempo real a mi papá, enseguida me manda un mensaje preocupado, lo tranquilizo diciéndole que alguien me llevará a casa porque tuve una urgencia femenina y que no podía quedarme más tiempo en la fiesta. 

-¿Lista? -me pregunta Aleph 

-Sí 

Me ayuda a subir a su carro y me coloca el cinturón de seguridad. Rodea el carro por enfrente y poco después se sienta frente al volante, lo enciende y se coloca el cinturón de seguridad. 

-¿Y dónde vives Daryl?

Le doy mi dirección y él conduce con tranquilidad. A pesar de tener un auto que probablemente acelere endemoniadamente, él lo toma con calma lo que me hace sentir cómoda, así por lo menos no me tengo que preocupar de morir estrellada está noche. 

El silencio nos acompaña en todo momento, de vez en cuando miro a Aleph porque quizá este aburrido, pero en realidad se ve que esta muy cómodo y su respiración es tranquila al igual que su semblante y su postura.

-¿Siempre eres así de callado? -le pregunto mientras lo miro

Él sonríe y me mira por unos segundos antes de regresar su vista a la carretera.

-Se podría decir que si, además no sé si tú quieras hablar, así que estoy respetando tu decisión 

-Podrías contarme algo para distraerme 

-Claro que si ¿Qué te gustaría saber?

-Quien eres Aleph 

-Bueno, soy un chico de 18 años a punto de cumplir los 19 en tres meses -dice tranquilamente -Soy hijo único, mi padre y mi madre son representantes legales de varios artistas, así como dueños de una cadena de galerías de arte que se extiende en los cinco continentes 

-¿Artistas muy famosos?

-De pintura y escultura principalmente, realmente son muy buenos, mis padres tienen buen ojo para descubrir y reconocer el talento en los demás  

-¿Cómo es tu relación con ellos?

-Bastante buena en realidad -dice sonriendo con sinceridad

-¿Y qué se siente ser hijo único?

-Pues no puedo decir si es mejor o no que el tener hermanos, pero si tengo dos amigos que son como mis hermanos -me mira -Se llaman Aslan y Antxon 

-Si y juntos forman el famoso grupo de "Triple A"

Él me mira divertido con una sonrisa. 

-¿Así que nos conoces?

-En realidad no, Gala y Letha me dieron sus nombres en la universidad, solo conozco eso, sus nombres 

-¿Entonces estamos estudiando en la misma universidad? -pregunta sorprendido pero ciertamente animado

-Sí, los vi una vez entrando en el comedor 

-Vaya, no tenía ni idea 

-¿Y ahora que harás cuando te topes conmigo por los pasillos? ¿Me saludaras o simplemente harás como si no me conocieras?

-Te saludaré -dice como si fuera lo más obvio del mundo -¿Qué clase de chico crees que soy?

-No lo sé Aleph, aún estoy intentando descifrarte

-Solo asegúrate de que se apegue a la realidad lo más posible

-Eso haré, lo prometo