NUNCA REGRESARE A SER ESA MUJER, QUE PUEDEN ENGAÑAR

Durante todo el tiempo que faltaba para que llegara el momento de regresar a la escuela, Suri se dirigió a la casa de Mirko. Para poder estudiar allí. Utilizaba 5 centavos para comprarse una barra de pan. Mientras estudiaba, hasta que le daba la hora en que sabía que su padre regresaría de trabajar

Salía de la casa de Goldstein. Casi a las 18:00 h de la tarde para poder alcanzar a su padre. En la calle que sabía que bajabas hacia su casa. Y caminar junto a él para llegar juntos, así evitaba cualquier problema con su madre. Su padre la había cuidado desde hacía ya un tiempo. Que Suri. Tuviese una buena alimentación. Ya habían pasado casi los dos meses. Para que llegara la fecha en que tenía que ir a la escuela.

Desde que le habían sido dadas las llaves de la casa de los Goldstein, no había vuelto a ver a Mirko. Pero había visto varias veces a su hermana, Evelyn. Quien la veía desde la ventana. Del salón de la entrada de la parte de atrás, aun cuando no charlaba con ella. Sí, veía a Suri, le dedicaba mucho tiempo. A estudiar

Una mañana estaba Evelyn bien. Viendo a Suri por la ventana cuando. Cuando su padre llegó. Y le preguntó qué era lo que veía. Y se sorprendió mucho al ver a una niña en el patio trasero de su casa. Evelyn explicó quién era y de quién era hija. El señor Goldstein. Sabía perfectamente a quién se refería en su momento, había sentido mucho que lo dieran de baja del cuerpo militar. Pues lo apreciaba como soldado…

Evelyn le contó. Por todo lo que había pasado, Suri, y por qué razón mercó había. Le había dejado. ¿Qué estudiarás? En el patio de atrás de su casa, además de que le dijo a quién pertenecían los libros que estaba usando actualmente ella. Y las notas de pie de página que están escritas en ellos. Lo cual sorprendió en gran manera al padre de Evelyn.

Pero al señor Goldstein le pareció. Interesante que aprovechara la información que había dejado. Ese joven arrogante es. En sus libros. Así, Suri podría llegar a ser una niña muy sobresaliente. Estudiando. Lo que ya había dejado escrito. Ese niño March

Continuaron dejando que Suri visitara la parte de atrás de su casa; ella nunca atravesó la puerta del recibidor. Simplemente, abría la puerta del portón, abría la puerta del lugar donde se encontraba el escritorio, se sentaba, comía su barra de pan, estudia. Estudiaba. Terminaba, limpiaba y se marchaba. Todos los días era lo mismo. Y lo sabía. Asimismo, también el ama de llaves la había visto hacerlo todos los días sin falta. La niña nunca había tenido intenciones de entrar a la casa. Puede preguntar por su joven señor.

Cuando Frederic. Goldstein preguntó al ama de llaves si alguna vez la niña había preguntado por Mirko. Ella lo negó rotundamente, respondió que la niña solamente llegaba. Abrí el portón, abría la puerta de la pequeña bodega, entraba, estudiaba y. Fue algo que le extrañó demasiado a Frederick. Pensaba que la niña había hecho todo eso para acercarse a su hijo, pero por lo visto estaba equivocada. La niña realmente sí estaba buscando ayuda. Para poder encontrar un lugar donde estudiar y protegerse de los problemas que tenía en casa. Ahora la admiraba. Por querer salir adelante, por sobre cualquier situación que se le presentara…

Mientras tanto, en el campamento militar Mirko. Se encontraba. Y un entrenamiento. Sumamente complicado, ya que de eso dependía su siguiente ascenso. Pero estaba cansado. ¿De qué la mujer con la cual lo querían casar? Estaba metida en el campamento todos los días, molestándolo. Como si él tuviese todo el tiempo del mundo para atenderle.

— Comandante Mirko puedo pedirle ayuda con algo

—Señorita, si no es nada que me competa, busque a algún cabo que la ayude.

—Pero es algo que necesito que sea especialmente quien lo haga

— ¿Y qué es eso?

—Que me acompañe a comer al comedor de los altos mandos.

—No lo haré como en el comedor General, ahí sirven la mejor sopa— Después de eso, la dejo ahí para como una mosca que se sacude sin más

—Comandante, como puede despreciar así a esa chica, viene al campamento durante meses solo para verlo.

—Una mujer que llega al campamento vestida como ella usando tacones, es una ridícula—dijo Mirko

No podía soportar a esa mujer de ninguna forma, se pasaba muchísimo tiempo en el campamento bajo él. Esto de estar haciendo servicio social. Y cuando no estaba aquí, estaba metida en su casa junto con su madre. Ya no la soportaba, y todo por culpa de su padre. Que se empeñaba en que hacían una hermosa pareja. Estaba pensando muy seriamente en pedir un permiso en el Ejército e irse al extranjero para hacer una especialidad. Para poderse alejar de ella por un largo tiempo…

Mirko conoció a la historia sobre su padre y la madre de Elizabeth. Pero él no tenía por qué pagar las consecuencias de lo que había pasado hacía años su padre. Estado prometido con él, la madre de Elizabeth. Al final. Su abuelo decidió que esa mujer no era una buena candidata para su padre. Y lo cazó con su madre. Y ahora su padre se sentía en deuda con la madre de Elizabeth, por lo cual quería casarlo a él con Elizabeth para pagar esa deuda. En lo personal, Mirko pensaba que son una reverencia a la estupidez.

De hecho, su abuelo paterno le había contado que las cosas no habían sido así. Que la madre de Elizabeth había abandonado a su padre por un hombre. Con más dinero y prestigio. Por eso su abuelo buscó a la que es ahora su madre. Pero su madre es tan insegura. Que prefirió seguir a su padre a todas partes. Y dejó de atenderlos a ellos desde que tenían cuatro o 5 años. Años porque nunca ha dejado de aparecer en su vida esa mujer. Para estropearles su vida familiar. Siempre ha visto cómo su madre está. Triste cuando aparece la madre de Elizabeth

Sí, por él fuera. Ya hubiese mandado a paseo a Elizabeth. Pero le es imposible. Por el respeto que le tiene a su padre. Más como militar que como padre.

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