Renata llevaba cinco años esperando por el hombre de su vida, ese que prometió volver a ella sin importar que
cinco años, cinco largos años llevaba esperando para estar entre sus brazos.
no quería perder más tiempo, así que lo atraje a mi, sus besos eran igual de delicioso que hace cinco años, me fui desnudando ante su mirada llena de lujuria y deseo, sus manos me empezaron a tocar viajando a mi zona más íntima.
sus dedos jugaban con mi entrada, la cual ya estaba totalmente mojada, deseando que el entrara en ella. el aún seguía con su pantalón puesto, así que se lo quite rápidamente, su miembro Lucia mucho más grande de lo que recuerdo, palpitaba dándome señal de que el lo deseaba tanto como yo.
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ESTAREMOS BIEN.
Rodrigo se dirigió al punto de atención para obtener información sobre el estado de Federico.
_ señorita, buenas noches.- saludo Rodrigo a la recepcionista.
_ buenas noches, señor, en que lo puedo ayudar.- respondió amablemente la mujer.
_ por favor me podría dar información sobre el paciente Federico biallére.
_ es usted familiar del paciente.- pregunto la mujer, Rodrigo estaba por contestar cuando escucho la voz de Emilio, el solo escuchar su voz lo lleno de ira Pero debía controlarse, lo haría pagar dándole donde más le duele su economía.
_ señor Slim.- Emilio se acercó, apenas lo vio.
_ Emilio, como has estado. - Rodrigo estaba haciendo un esfuerzo gran para controlarse u no saltarle encima.
_ no, como quisiera.- Emilio se veía agotado y muy angustiado.
_ me he enterado de lo ocurrido, como está tu hijo.
_ su estado es muy crítico, aún no sabemos si saldrá de esta.- rodrigo puso su mano en el hombro de Emilio, lo entendía aunque sintiera odiarlo por lo que le había hecho a su hija, sabía lo angustiante que era no saber lo que pasaría con un hijo, él se sintió así cada que pasaba un año y no tenía noticia de su hija.
_ todo estará bien Emilio, tu hijo es joven, saldrá de esta.- Rodrigo le quiso dar animarlo, pero las palabras que saldrían de la boca de Emilio lo sacaría de quicio.
_ esto no hubiera pasado, si esa maldita mujer hubiera desaparecido, me asegura que pague por esto.
La mirada de Rodrigo estaba cargada de odio, Emilio no entendía el porqué.
_ escuchando lo que dice, solo me queda una cosa clara, y es que el único culpable de lo ocurrido eres tú, no puedes culpar a alguien por amar a tu hijo, en esta época son escasas las personas que aman de verdad.
_ porque me habla así, usted no tiene ni idea la clase de mujer que es esa.
_ no tengo necesidad de saberlo, es claro que es mucho más humana que usted.- rosario estaba escuchando todo con atención, sabía que Rodrigo perdería los estribo, así que tomo su teléfono y lo llamo.
_ rodrigo, cálmate.- rosario le hablo, apenas él contestó, rodrigo la busco con la mirada, ella estaba parada cerca de la recepción._ no vale la pena que te dejes provocar.- rodrigo asintió con la cabeza.
_ señor biallére, espero y su hijo se recupere.- Rodrigo se fue dejándolo solo y sin entender el porqué se había enojado.
...
RENATA.
Todo en estos días ha sido como una montaña rusa, desde el conocer a mi familia, como la boda de Federico y ahora el nacimiento de mi niña, verla en esa incubadora me hizo sentir culpable, todo por la imprudencia mía, con ayuda del cielo, mi pequeña superara esto, ahora tengo una familia se que con su apoyo estaremos bien, quizás sea mejor así que tanto Federico como yo hagamos nuestras vida por separado.
...
Rodrigo y rosario volvieron a la habitación, rodrigo aún seguía muy alterado, Renata estaba despierta.
_ donde estaban.- preguntó Renata, apenas lo vio entrar.
_ mi niña, porque estas despierta debes descansar.- rodrigo se acercó a la cama para besar su frente.
_ estoy bien.- Renata pudo notar el enojo en su padre._ que ocurre papa.- rodrigo, la miro y sonrió, le encantaba cuando lo llamaba papa.
_ no sabes como me gusta que me llames papá.- Renata sonrió, a ella también le encantaba hacerlo.
_ a mí también me gusta hacerlo, Pero no me cambies el tema.- Rodrigo miro a rosario, él ya le había contado lo que había pasado.
_ nada malo mi niña, es un asunto de la compañía.- Renata, no le creía de a mucho, pero decidió no preguntar más.
...
Federico fue intervenido de urgencia, su ahora esposa y resto de familia esperaban noticia, cuando el doctor salió les dio el reporte, no era muy alentador.
_ como les decía, la cirugía fue un éxito, ahora solo queda esperar que el cerebro se desinflame, después de eso sabremos que tan grande fue el daño.
_ doctor, lo podemos trasladar.- todos voltearon a ver a Emilio.
_ pues señor, moverlo en estos momentos sería arriesgado, yo les recomiendo esperar a que esté un poco más estable.- el doctor se despidió después de terminar el reporte.
_ como que quieres trasladar a nuestro hijo, no te basto con lo que ocasionaste.- teresa se sentía muy enojada, su hijo estaba en ese estado por las malas Decisiones de su esposo.
_ no digas eso teresa, lo único que quería era que él hiciera las cosas bien.
_ ya se había casado, no era eso lo que tú querías.
_ No discutiré contigo, no ahora.- rodrigo se alejó dejando a teresa mucho más enojada. Emilio tomó su teléfono y marco.
_ necesito que organices todo para el traslado de mi hijo, que todo este listo para dentro de unos 3 días.
...
El día siguiente llego, el estado de la pequeña era favorable, era notoria sus ganas de vivir, en cuanto a su padre él seguía igual. Renata sería dada de alta, ella no quería deseaba estar más cerca de sí, hija.
_ hija, tómalo con calma, mi nieta estará en las mejores mano, de eso me encargo yo, además todos los días vendremos a verla y podrás estar con ella.- Renata lloraba como una niña chiquita, dejar a su hija con tanta gente extraña no le gustaba.
_ gracias papa, gracias por todo lo que estás haciendo por nosotras.- Renata lo abrazo, rosario estaba empacando todo para irse, ahora vivirían en la gran mansión de los Slim.
_ es hora de irnos.- dijo rosario interrumpiendo el abrazo de padre e hija, los tres salieron de la habitación, en la entrada eran esperados por Rogelio y ana.
_ mi nieta preciosa.- dijo Rogelio, apenas los vio, ana corrió abrazar a Renata.
_ mi niña, como te sientes.- pregunto ana.
_ mucho mejor abuela, pero no estoy muy contenta de dejar a mi niña.
_ te entiendo mi niña, pero ella estará bien, ya lo verá.- rosario y ana solo se miraban, ellas sabían que en algún momento debían hablar.
Todos subieron al coche, ana, rosario y Renata iban en la parte de atrás, Rodrigo conducía y su padre iba de copiloto. Todos estaban en silencio.
_ mi niña ya has pensado que nombre le pondrás a la pequeña.- ana rompió el silencio.
_ es cierto, aún no has elegido un hombre.- agrego rosario.
_ verdad aún no he pensado en ninguno.- todos rieron._ así que escucho opciones.
Todo el camino a la mansión estuvieron hablando y buscando nombre para la más pequeña de la familia.