Corazón Ajeno.

(Dary)

Estoy a punto del colapso...

Deemarito está recostado en mi hombro, Daisy, tan pegada a mi, como yo no puedo tenerla de la mano, porque estoy cargando a su hermanito, ella se agarra de mi cintura.

Y el Padre de estos hermosos niños, se acerca peligrosamente, según El a darle un beso a Deemarito, pero siendo honesta no le creo.

Mas bien creo que me está molestando.

Y es que me respite, dos cosas que yo misma dije.

Que sus hijos son encantadores porque heredaron el encanto, de su Mamá y que los señores como El, son gruñones.

Él, se acerca a darle un beso a su hijo, pero más bien, quiere incomodarme y ponerme nerviosa.

Incomodarme no lo logra, y es que quien se va a incomodar, con un hombre como Deemar Makris, El simplemente es exquisito y es que verlo y tenerlo tan cerca, me encanta su olor tan varonil y sensual, con su traje de alta costura gris claro, de 3 piezas que le queda perfecto, como incomodarme con eso.

Nerviosa si y mucho, pero lo que no sabe, es que Daranna Engel, no es ninguna tonta, y sabe como manejar cualquier situación y desembolverse en cualquier ambiente.

Asi que, conmigo, se ha equivocado, no soy de las mujeres que se intimidan.

Al oírlo y sentir como mi cuerpo empieza a temblar, por tenerlo tan cerca, no hago más que verlo a los ojos y sonreír.

Sé que no esperaba una sonrisa mía...

Y eso lo dejo, sin reaccionar por varios segundos...

Ha ya estoy descubriendo mi arma mortal, jajaja es mi sonrisa.

Así que la usaré con más frecuencia, pero por ahora, es todo lo que le sonreiré a Don Makris.

Eso me da una ventaja, que yo aprovecho para alejarme rápidamente, antes que su cercania me hagan dudar de mi capacidad de manejar la situación y lo primero que pienso es en irme a mi oficina.

—Marinita, puedo llevarme a mis pequeños, creo que los Señores tienen cosas de que hablar. —Le digo.

Ella rápidamente, voltea a ver a Deemar.

Élla mueve su cabeza con mucha sutileza, quizá cree que yo no me soy cuenta, sé que Marinita hará lo que Él dice, será que esté hombre lo controla todo.

Esa es otra cosa, con la que se equivocó, conmigo.

A mi no podrá controlarme.

Pobre Marinita, a de ser estresante trabajar con esté señor...

—Puedes llevar a mis hijos a tu oficina Dara; Marinita irá después a recogerlos.—Es Deemar quién responde.

Yo sin decir una sola palabra, salgo a mi oficina, antes le doy una sonrisa a Bernardo y allí me doy cuenta, de la mirada que Liam, le está haciendo a Deemar, no sé si sean amigos, pero se ve, que están enojados, entre ellos.

Me voy a mi oficina, llevo a Demarito en mis brazos y Daisy camina a mi lado, como siempre mi pequeña trae en su Mochila, su juego de mesa favorito.

Jugamos, luego le enseñamos a Deemarito a caminar sólito, lo cuál fue un logro, porque Deemarito, dio sus primeros pasos hacia mi y al sentirse celebrado por su logro, empezó a caminar más.

Luego de eso, vino Marinita y me dice.

—Mi niña Dary.

Los niños y Yo nos tenemos que ir, Erick nos está esperando.—Al oír a La Nana de los pequeños, también me recuerdo que tengo que irme, es viernes y tengo 4 horas de clases en la universidad, así que saldré al mismo tiempo.

Después de explicarle a Marinita, que yo también voy de salida, nos vamos todos juntos, hasta tomar cada quien nuestros vehículos.

Llegamos al primer piso, donde a la salida, está Erick esperando a Marinita y a los niños.

A mí, también me está esperando mi hermano Javier, pero antes saludaré a mi amigo pingüino.

—Erick, como estás.—Le digo acercándome a Él y dándole un beso en la mejilla, como buenos amigos que ya somos.—El cómo siempre muy atento y respetuoso, aunque también, nervioso y sin saber como actuar.

—Dary, vas para la Universidad, te podemos pasar dejando.—me dice Erick.

Mi Pequeña Daisy, sé emociona, tal parece que le gusta la idea, Yo rápidamente les digo.

—Hot no podrá ser, Mi hermano Javier me está esperando, Él me llevará a la Universidad.—Pero te agradezco pingüinito, le digo y Él sonríe.

—Dary, fijate que después que lleve a Marinita y a los Niños a casa, tengo la tarde y noche libre, te invito a ti y a Naty a bailar conozco un buen lugar, ¿te parece?.—Me dice Erick muy sonriente.

—Bueno Pingüino lindo, Creo que como es fin de semana aceptaré tu invitación.—Le digo a Erick y me doy cuenta de que, sería la primera vez, después que me hicieron el trasplante de corazón, que saldríamos a divertirnos un poco.

—¡¡Erick!!, a la Señorita Daranna, no le gusta que la traten de Tú, y tampoco le gusta que le digan Dary.

Así que te voy a pedir, que la trates con más respeto y que guardes la distancia con ella.—Es lo que dice, el Señor Makris, con voz dominante, pero tranquilo, dejándonos sorprendidos a todos, ya que no esperábamos que estuviera aquí, más yo inmediatamente reacciono y claro que voy a defender a Erick...

—Señor Makris, conozco a Erick, hace un año y lo considero mi amigo y mis amigos, me llaman Dary...

Los que no son mis amigos, me llaman Daranna.

Así es, como usted debe llamarme.—Le digo a Deemar Makris, quien no solo me vé a mi con intensidad, sino que a Erick le lanza miradas de forma intimidante.

—Erick, te espero en mi apartamento a las 8 pm ¿te parece, será divertido ir a bailar contigo?, ahora me voy por qué Javi me está esperando.—Les digo a todos y señaló a mi Guapo hermano, quien me sonríe a lo lejos, cuando estoy cerca, lo abrazo con cariño, luego de eso, volteo a ver a mis niños, a Daisy y Deemarito que están con sus manitas levantadas despidiéndome, y veo a ese hombre increíblemente bello, El ya no solo tiene a Erick en la mira, sino también a mi hermano.

No entiendo a este hombre, que conocí ahora por la tarde, y que con solo unas horas, ha vuelto mi mundo de cabeza.

Con todas estas, sensaciones en mi cuerpo, yo entiendo que esté corazón ajeno que tengo lo reconozca, entiendo que fue el amor de la vida de Camila, pero ella no soy Yo.

Así que, debo alejarme de este hombre lo más que pueda... con ese pensamiento me subo a la carcacha de mi Javi, ante la mirada de los Makris.

Después de la universidad, mi Rojis, fue a recogerme, y lo que hago es contarle todo sin omitir ningún detalle.

—Ay Dary, ¿Camila si que te dejo bien clavada, con esa familia.

Sé, que debemos estár muy agradecidas con Camila, quien te dejo su corazón, ella prácticamente te dio la oportunidad de vivir.

Pero eso, no quiere decir que tengas que vivir su vida.

Con Bernardo siento que es lógico tener cercanía, Él fue quién se encargó de todo lo económico, en este proceso del trasplante, aparte es un hombre muy respetuoso, gentil y sincero.

Con lo de los niños, es algo de verdad increíble, misterioso, sobrenatural, pero muy hermoso y ellos son muy inocentes, pienso que dándoles amor a esos bebes, estás retribuyendo un poco a la generosidad de Camila, aparte de que esos niños son adorables y sé que en poco tiempo, ya los amas mucho.

Y puede ser entendible, que sientas esa coneccion con el esposo, son dos corazones que se sientan identificados, por lo que me contaste te sentiste intimidada con su cercanía y tu cuerpo reaccionó.

También me dices que sus miradas son intensas y que te hace sentir cosas extrañas, cuando te vé.

Y que tú corazón quería explotar cuando lo tenías cerca.

Pero eso, es el corazón de Camila y tienes que aprender a separar lo que ese corazón dice, con lo que tu mente dice.

Porque no quiero, que ese Señor ricachon se vaya a confundir y te confunda a ti también.

Tu, eres Daranna Engel y aunque tienes el corazón de quien fue su esposa, no eres Ella.

Yo Hermanita, en la cafetería me doy cuenta de que, la mayoría de hombres como Makris, buscan señoritas como nosotras, para tener con quien divertirse, despues simplemente las dejan, sabes muchas compañeras mias, se van con los viejos que llegan alli y al poco tiempo, se les puede ver llorando por que les ha ido mal.

Así que te diré.

Tu y Yo, no vamos a ser la diversión de nadie, para luego ser desechadas, si nos queremos divertir o quitarnos la virginidad de encima, es porque queremos nosotras, jajaja, nadie nos va usar.

No nos vamos a dejar engatusar, de nadie.

¿De acuerdo Dary?.

Ahora preparémonos, pongámonos bellas, porque iremos a divertirnos, tienes 18 años y ya puedes entrar a todo lugar...—Me dice la Pekis, dejándome muy pensativa, yo sé que ella tiene toda la razón y no me quiero confundir, así que lo que tengo que hacer es lo que ya dije que haré.

Alejarme de Deemar Makris...

Es lo mejor...

Aveces pienso que voy a enloquecer de tanta emoción.