Final Feliz? Talvez

Al llegar a los calabozos son recibidos por los guardias, les permiten el paso y piden no ser interrumpidos durante la interrogación. Llevan a los rebeldes a una sala lo suficientemente lejos para tener más privacidad, además de que al ser un lugar casi vacío y alejado los gritos de esos hombres harán eco y Esmeralda adora escuchar el sufrimiento de sus enemigos.

Los rebeldes están atados en una silla, con los ojos y bocas vendados. Al llegar ahí Esmeralda les quita la venda de los ojos.

-Buenos tardes, queridos rebeldes, hoy tendremos un entrenamiento llamado "Localización de los rebeldes restantes".

Los rebeldes la miran de con enojo y uno de ellos mueve la cabeza dando a entender que no darán ninguna información.

-Bien son 4 rebeldes, es decir, uno de ustedes tendrá algunas oportunidades para responder correctamente.

-Cariño, puedes empezar, ya quiero ver cómo se retuercen del dolor, escuchar sus gritos pidiendo clemencia.

Alexander se aproxima de Esmeralda y le da un beso, para luego sentarse en una silla y observar el entretenimiento.

-Ya lo oyeron, es su última oportunidad de darle esa información por las buenas.

Esmeralda se deshace de los pequeños tejidos que cubrían la boca de los rebeldes.

-No obtendrás ninguna información de nosotros maldita perra.

Al escucharlo llamarla de esa manera Alexander manda un rayo que impacta directamente en la pierna de aquel rebelde.

-Te atreves a hablarle así nuevamente y la próxima irá en tú entre pierna.

El rebelde lo observa de mala manera y luego vuelve su vista a Esmeralda.

-Quién lo diría, con que eres la puta del momento para el principito. No quieres pasar un poco de tiempo conmigo también, eres linda, te trataré muy bien.

Antes de que Alexander pudiese hacer algo contra el hombre, Esmeralda ya había atravesado el miembro del mismo con una navaja.

-Eres asqueroso, y te equivocas, no soy la puta del momento. Soy la futura emperatriz de Luner, así que habla con más respeto. Te causé una herida en un lugar bastante doloroso, aún no sientes el dolor porque lo bloqueo con mi magia.(Esmeralda se aproxima un poco más del hombre y le susurra). Prepárate porque en el momento en que retire está navaja sufrirás bastante, pero tranquilo que aún no morirás.

Ella retira la navaja y el hombre grita desesperadamente por el inmenso dolor que le provocó con aquella herida, al poco tiempo no soporta el dolor y se desmaya. Alexander observa al rebelde que se encontraba al lado del hombre que desmayo.

-Siento decir que eres el próximo. Mejor dale lo que te está pidiendo, ella tiende a ser peor a medida que avanza con sus enemigos, eso que acabas de ver es solo el comienzo.

El hombre siente un escalofrío subir por su espalda y dirige su mirada a Esmeralda, ella estaba observando algunas armas que tenía disponible en una mesa cercana.

-Me dirás por las buenas donde están sus aliados y quiénes de la alta sociedad conspiran contra el imperio de Luner.

-No se nada sobre eso, por favor ten piedad de mí.

Esmeralda tenía en manos unas pinzas y procede a arrancar las uñas del pie. El hombre grita y pide clemencia, pero Esmeralda ríe ante sus súplicas. Al terminar de arrancar todas las uñas del pie y de la mano el hombre desmaya.

-No duran nada, así es difícil divertirse.

-No te preocupes cariño, el próximo va a resistir bastante.

-Si, les puse un hechizo, con eso sentirán el dolor diez veces peor y no podrán desmayarse.

Al escuchar aquello los hombres comienzan a entrar en desespero.

-Te daremos lo que pides, solo no hagas nada malo con nosotros.

-Ahora nos vamos a entender. ¿Cuántos rebeldes aún están escondidos en el imperio?

-Aproximadamente cien.

-¿Cuántos nobles están involucrados en esto?

-Son 5 nobles señorita.

-Quiero los nombres.

El hombre se queda callado y prefiere no decir nada, sabe qué si menciona a alguno de esos nobles su familia estará en peligro. Esmeralda pierde la paciencia y comienza a quemar los testic*los del hombre, el mismo grita y pide que pare.

-No puedo dar los nombres de esos nobles o mi familia estará en peligro.

-Hubieras comenzado por ahí, veo que te gusta complicarte la vida. Dime quienes son esos nobles y me aseguraré de que no lastimen a tu familia.

Alexander observa todo y les dice que nadie además de ellos saben sobre la misión que fue llevada a cabo y que tampoco es de su conocimiento que ellos se encuentran presos en el palacio.

-Los involucrados son el Marqués Diol, el conde Torbe, el vizconde Winfer y el hijo del Márquez Diol.

-Gracias por la información.

Esmeralda lanza un hechizo y los hombres desmayan.

-¿Un lindo sueño como recompensa?

-Sufrirán de terribles pesadillas hasta el día del juicio y los otros dos sentirán el dolor de sufrir la misma herida hasta el día de su muerte.

-Que mala, eso me encanta en ti.

-Ya lo sé cariño, soy perfecta a mi manera y eso te enloquece.

-Y vaya que me enloquece, vamos a mi habitación para darnos un bajo y luego iremos con mi padre a darle la información.

-Me parece excelente idea.

Ambos se dirigen a la habitación del Alexander, llegando a la misma comienzan con un beso.

Se separan por falta de aire, Alexander aprovecha y la hace girar y se deshace del vestido. Baja besando cada centímetro de su piel, hasta llegar a las nalg*s, deja una mordida y un leve golpe, provocando que ella deje salir sus gem*dos.

-Vayamos al baño, tengo que quitarme la sangre de esos rebeldes antes de poder continuar con esto.

Esmeralda ya se dirigía al baño, cuando Alexander la toma en brazos y la lleva consigo.

-Sabes que eso te deja aún más se*y, verte con la sangre de tus enemigos me recuerda lo cruel y maliciosa que eres y eso me hace desearte aún más.

-Sí que sabes ser romántico cuando te lo propones. Debería darte un premio por eso.

Ambos ya estaban en la bañera, ella estaba sentada en el regazo de Alexander y realizaba movimientos leves, soltando ambos un jadeo ante la sensación.

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Ya en la cena se reúnen con los emperadores y les informa sobre los nobles involucrados con los rebeldes.

-Siempre estuvieron en contra de que tomara el trono, pero no creí que llegarían tan lejos por eso.

-Al parecer ellos les proporcionaba armas y dinero a los rebeldes, de esa manera no se exponían a tanto para buscar comida o más armamentos.

-Entiendo hijo, daremos una fiesta dentro de dos días, creo que será el momento justo para que intenten atacar. Ideamos un plan y usamos la fiesta como carnada.

-Lo que el emperador dice tiene sentido, podemos utilizar la fiesta para que ellos vengan hasta nosotros, con eso nos ahorramos el trabajo de ir a buscarlos. Además, en esos dos días podemos buscar información de los nobles involucrados y así acabar con ellos de una buena vez.

-Me parece perfecto. Reuniremos información en estos días.

-Nosotros nos encargaremos de la fiesta, aún con todo lo sucedido no deja de ser una fiesta en agradecimiento a los involucrados en acabar con los rebeldes.

-Asi será madre.

Luego de la conversación, continúan cenando de manera tranquila, ya en la mañana comenzarían a buscar información sobre los nobles.