CONTRATO CON EL CEO

ABIGAÍL GRUBSTEIN

Como un invitado que no esperaba llega la desgracia a mi vida.

Al día siguiente llegamos al aeropuerto para viajar de regreso a España.

Llegamos a casa. Me fui directo a la cama. Me sentía cansada.

— ¿Cómo te sientes?

— Bien— Larry empezó a acariciar mi vientre.

— Sobre todas las cosas yo te amo y para mí eres la única mujer en mi vida.

Me quedé en silencio. Me sentía un poco confundida, aunque no expresaba nada, mi cabeza pensaba mil locuras. Ese viaje me hizo revalorarme.

— Debería ir mañana a clases. Tengo que retomar mi vida, mis estudios aunque esté embarazada. Pronto los achaques pasarán.

— Aún tienes tiempo de licencia de reposo. Deberías aprovecharla al máximo.

Sea lo que sea, que esté pasando en este momento, no quiero que me afecte.

¿Será que Aurora está viva? ¿Si está viva, porque fingió estar muerta? ¿Por qué montar semejante espectáculo?

Al día siguiente me levanté temprano y me fui a la universidad. Necesitaba ocupar mi mente. Larry me llevó.

— Me pones un mensaje cuando salgas. Recuerda que te amo.

— Está bien amor.

En la clase todos eran considerados conmigo por el embarazo hasta los maestros.

Le puse el mensaje a Larry en cuanto mis clases terminaron.

Al cruzar por las puertas de la universidad vi una escena que no sé que significaba realmente.

Larry enfrente de una mujer y discutía.

No podía ver el rostro de la mujer que estaba de espalda. Caminé hasta donde él, Larry al verme se asustó. La mujer se giró.

No tenía ninguna duda de que era Aurora.

— ¿Qué diablos está pasando? — le pregunté a Larry.

— Nada— él tomó mi mano— nos vamos a casa.

— Larry, un gusto verte de nuevo.

Subimos al auto.

— ¿Ella es Aurora?

— Creo que sí. La verdad me siento confundido. Se supone que ella estaba muerta o eso es lo que creía.

— ¿Qué hace ella acá?

—Tampoco lo sé.

— Entonces que va a pasar entre nosotros.

— No debe pasar nada. Yo te amo a ti.

Llegamos a casa y no hablé con él de nada más. Solo me fui a la cama aunque era muy temprano. Larry hacía llamadas con sus abogados.

La noche llegó y Larry fue a la cama. Dormimos abrazados.

La alarma sonó a las 5 de la mañana. Me levanté, me alisté para ir a la universidad, desayuné un poco.

— No vayas por favor.

— No me pidas eso. Tengo que ir. Llévame por favor— él me llevó.

Entrando a la universidad, Aurora estaba sentada en una de las bancas. En cuanto ella me vio se acercó.

— Hola, me presento formalmente. Soy Aurora, la ex prometida de Larry. Casualmente, hoy empiezo a estudiar aquí, creo que estamos en el mismo grupo.

— ¿Cuál es tu plan? ¿Por qué apareces en nuestras vidas? ¿Cómo es que alguien que murió resucitó?

— Mmm.... Bueno, nunca amé a ese idiota, todo empezó por una apuesta con mi amiga Magda, pero me agobiaba su melosidad. Lo soporté mucho tiempo. Creo que hasta su familia me amaba.

— Eres una idiota. Deberías ir a visitar a un psiquiatra. Las personas normales no hacen ese tipo de estupideces.

— Tienes razón. Ahora necesito a Larry. Bueno, necesito su dinero.

— ¿Cómo sabías que estamos aquí?

— Magda me contó que los vio y los ha tenido vigilados.

— Nos ha seguido— le di cachetada— te diviertes jugando así. Eres un psicópata.

— No me divierte, si fingí mi muerte era porque ya no soportaba a Larry y quería deshacerme de él. Además, yo si estaba enamorada de alguien. La actuación se me da muy bien, pero necesito ahora su dinero. Mi familia está en la bancarrota. Y se que él me ama aún, si no porque crees que está contigo. Porque no me ha podido olvidar.

— Solo te advierto que nos dejes en paz. Por mi familia soy capaz de todo. No te vuelvas a acercar a mi esposo. No soy tan débil como parezco.

Aurora sonrió y caminó hasta el aula.

Que mujer más fastidiosa.

Llamé de inmediato a Larry, para que me viniera a recoger. Me sentía tan enojada que sentia un poco de dolor en el vientre.