Cristal Herrera una joven que quedó bajo la tutela del doctor Aldo Galarza al perder a sus padres en un accidente, sufre de sonambulismo debido a ese trágico suceso que marco su vida. Su tutor la ayuda a superar ese trastorno del sueño. La llegada de Joaquín, el hijo mayor del doctor, despertó en ella un deseo sexual que solo lo complace en sus sueños o eso ella cree.
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Capitulo 15- Conociendo a los suegros
Narra Cristal
Con Jon congeniamos bien como dos compinches, él se sentía cómodo hablando conmigo, no tenía que fingir ser otra persona. Acordamos al final que me trataría para que mejore de mi problema de sonambulismo.
-Entonces seré tu esposa ante los demás. Le dije riendo.
-Si... Pero solo para guardar las apariencias. Me dijo.
-Bien. Le respondo. -Pero quiero una fiesta... Si vamos a fingir... Qué se haga bien. Le dije.
-No soy de las fiestas. Me dijo.
-No te preocupes... En una pareja siempre cada una aporta de su lado... En este caso... Yo aporto la diversión... Tu lo correcto. Le dije sonríendo y el agachó la cabeza negando.
-No se lo que es divertirse. Me dice.
-¡¿Qué?!... Nunca... A no... Eso lo solucionaremos. Le dije.
-¿Qué tienes en mente?. Me pregunta al ver mi mirada pícara.
-Acompañame a la playa. Le digo.
-No... La arena y yo no nos llevamos. Me dice.
-Tu me vas a ayudar a superar lo que me aqueja... Deja que te ayude a superar lo que te apriciona aquí en el pecho. Le digo.
-¿Qué sería eso?. Me pregunta.
-Si no quieres tocar la arena... Ingresa con la camioneta y solo mira... Cuando me veas bailar te animaras. Le digo segura.
-Bien... Vamos. Me dijo.
Le hice señas a mis amigas que bailaban con los amigos de él y se aproximaron los seis.
-Vamos a la playa. Les dije.
-¡SI!. Gritaron mis amigas.
-Nos dejarán entrar. Pregunto uno de los amigos de Jon.
-Si... Ella es la reina de la comparsa... La ven... Le dan paso. Dijo Gladys señalando hacia mi.
-Ya me acuerdo. Dijo uno de los chicos.
-Tenias el pelo azul o violeta en ese entonces. Me dice otro.
-Era peluca. Le aclare.
Fuimos a la playa, la luna llena iluminaba la costa, el paisaje era espléndido, solo estábamos nosotros ocho, a lo lejos se veía la luz de la ciudad, algunos barcos que se divisaban por sus luces.
Los amigos de Jon se pusieron a tocar con una guitarra y a cantar mientras las chicas bailaban y cantaban la letra de la melodía que interpretaban. La alegría de todos era contagiosa.
-A esto te referías a que es mejor juntar vivencias. Me dice Jon.
-Vas entendiendo. Le dije.
Lo ayude a quitarse los zapatos y a remangar su pantalón. Lo lleve a caminar por la arena, su cara era cómica pero ví un reflejo de sonrisa.
-Se siente molesto... Pero a la vez relaja. Me dice al sentir la arena entre los dedos de sus pies.
-A mi me gusta así... La que se desliza... Pero no me gusta la que parece lodo. Le murmuró.
-No te gusta. Me pregunta
-No... Una vez con mis amigas hicimos lucha de lodo y es incómodo sentir que se desliza por tu piel eso. Le cuento.
-¿Dónde hicieron eso?. Me pregunta.
-En el internado... Era parte de un desafío... Para ganar un premio. Le cuento.
-¿Qué fue el premio?. Me pregunta
-Un beso mío. Le respondo a modo de broma.
-¡¿Qué?!. Pregunto asombrado.
"Es tan inocente, siendo que es mayor que yo"
"Cree lo que le digo"
-Pero gane... Así que no tuve que besar a nadie. Le digo y veo su cara de asombró.
-No me puedo imaginar como podía ser eso. Me dice.
-Es que... Éramos todas chicas. Le respondo.
-No te creo. Me dice y no puedo contener la risa.
-Me atrapaste... Solo bromeo... Pero no me pude aguantar ver tu expresión. Le digo riendo.
-Debo aprender más sobre cuando es broma o no... Cómo casi no me relaciono con las personas... No sé leer las actitudes. Me dice.
-Prometo decirte siempre la verdad ... Así no abra mal entendidos. Le digo.
-Anunciare el fin de semana a mis padres que nos unimos... Y de seguro van a querer conocerte ... Desde ya te advierto que son muy estrictos. Me dice.
-Aqui solo me importa lo que tú pienses... Por lo demás me pasa sin cuidado. Le digo
-Siempre eres así... Cómo si nada te preocupa. Me dice.
-Mejor ver la solución a que te ahogues en preocupación. Le respondo.
-Lo voy a tener en cuenta... Siempre estoy preocupado... Debido a mi ocupación. Me dice.
-Oh... Mira ... Está por amanecer... Es la primera vez que voy a contemplar el día... Estando así de despierta. Le comento señalando el horizonte.
-Para mi también es la primera vez... Siempre veo la luz del día por la ventana de mi laboratorio. Comenta Jon y los dos estamos parados firmes con las manos en nuestras espaldas mirando como se asoma el día.
-Debemos irnos. Me llama Gladys.
-Cierto... Debemos llevar a las chicas ... Antes que sus padres despierten. Le digo a Jon.
-No salieron con permiso. Me pregunta Jon.
-Si... Pero siempre le piden que estén antes que ellos se despierten. Le respondo.
-Ah. Me dice Jon.
Nos subimos todos al vehículo y dejamos de paso a cada chica en su casa. Al final me dejó Jon en casa y el doctor Galarza nos recibió en la entrada.
-Asi que estuviste con él... Pasen a tomar café. Me dice el doctor Galarza al verme.
-Si señor... Ella estuvo conmigo y sus amigas... Fuimos a la playa. Le comento Jon siguiéndonos a la cocina.
-Me alegro oír eso. Dijo el señor Galarza que le pasó una taza de café.
-Decidi que aceptaría que me trate. Le avisé al doctor Galarza, al agarrar mi taza de café.
-Genial... Son excelentes noticias. Dijo el señor Galarza.
-Solo recuerden la condición. Dijo Jon.
-Por supuesto... Cuente con nuestra discreción... Siempre y cuando pueda curar a Cristal del sonambulismo. Le dijo el doctor Galarza.
-Sera un placer... Gracias por el café... Y gracias Cristal por enseñarme a tener vivencias. Me dijo al despedirse.
-¿Qué quiso decir con eso?. Me preguntó el doctor Galarza.
-El siempre está en su laboratorio... Así que le dije que le enseñaría a tener vivencias... Que era mejor que guardar el dinero en el colchón. Le respondí.
-Eso mismo me decía tu padre... Le vendrá bien tu compañía. Me respondió el doctor Galarza.
Pasaron los días y nos avisó Jon de la cena que armaban sus padres para conocerme, así que el doctor Galarza quedó en acompañarme a la misma.
-¿Qué ropa debo lucir?. Le pregunté al sentir que los nervios me invadían.
-Lo que elijas te queda bien... Eres joven. Me respondió.
-Eso no me ayuda a decidir... No sé porque me pone nerviosa. Le comento.
-Es que vas a conocer a sus padres. Me dice el doctor Galarza
-Se que el matrimonio no es real... Pero de todos modos me pone nerviosa ... Y si digo algo inapropiado. Le pregunto preocupada.
-Siempre dices algo inapropiado. Me respondió haciendo que sonría.
-Esa sonrisa debes enseñar... Tu belleza conquista a cualquiera. Me dice y al final me decidí que vestido ponerme.
Opte por uno en color celeste pastel en tul sin breteles y con un brillo que cruza por el medio de mi pecho y adorna el hombro izquierdo, con unas sandalias altas, así le paso un poco el hombro para tenerlo un poco de frente y no tener que estar mirando hacia arriba.
El doctor Galarza fue de traje gris oscuro.
Llegamos al restaurante donde nos encontraríamos con Jon y sus padres, ellos estaban esperando.
Vi a la madre de Jon una señora en sus cuarenta y tantos bien cuidada, gringa natural, de figura delgada se ve que cuidaba su imagen, de ella saco el color de ojos y de su padre el cabello ondulado revelde un señor de unos cincuenta muy bien arreglado cuyas canas lucía con orgullo.
Cuando ven que nos aproximamos Jon se incorpora y nos alcanza.
-Buenas noches. Saludo el doctor Galarza.
-Padre... Madre... Ella es Cristal y el doctor Galarza.
Nos presenta Jon.
-Tiene buena postura y una sonrisa encantadora. Dijo la madre de Jon.
"¿Me está evaluando mi postura creyó que era un camello?"
-Graciela no empieces. Le dijo el esposo.
-No le prestes atención. Me susurro Jon.
-Estoy diciendo que es muy bella... Con el historial de este creí que sería una indigente que agarro de paso. Dijo gestualizando.
-Que fe te tienen. Le susurré a Jon y trago una risa tapándose conmigo.
-Dime como lo conociste. Me exige su madre.
-Es colega del doctor Galarza... Un día fue a la casa y fue como amor a primera vista. Le dije. Siempre es mejor contar algo de verdad, así no nos perderíamos en el relato.
-Y ¿qué te gusta de él?. Me pregunta.
-Me resulta muy sexi los lentes que usa, le da un aire de chico inteligente ... Y eso siempre me gustó. Le respondo.
-Asi que eso te gusto de él... Tienes algún título. Me pregunta.
-¿Debo tenerlo para casarme con Jon?. Pregunté. Me empezaba a molestar las interrogaciónes de esa mujer y por debajo de la mesa el doctor me apretó la mano que tenía sobre mi regazo.
Por suerte Jon fue más rápido en aclarar.
-No querida... Pero es el modo de saber de mi madre si tienes educación. Me dice con una sonrisa.
-Ya veo... Estoy por recibir mi título a fin del trimestre... En el instituto nos han instruido en canto, baile, idioma, artes marciales, natación, equitación, y mi favorito arte... Fui capitana en cada una de las áreas mencionadas... Si no me cree solo con una llamada puede confirmarlo o mejor aún puede marcar el link y mi rostro figura en el inicio de la misma. Le respondí con una sonrisa y se me hacia escuchar a esas niñitas que canturreaban sus logros.
-Vaya... Y como ha solventado todos esos gastos. Pregunto la muy cínica.
-Madre por favor. Le dijo Jon.
-Es que quiero saber si no va atrás de tu dinero. Dijo de una.
-No persigo la fortuna de Jon... Es más firmaría un prenupcial para resguardar mis bienes. Le respondí.
-¿Bienes?. Pregunto.
-Es la única heredera de los Herrera. Le dijo el doctor Galarza y ví que la mujer cambio la cara.
-Es esa Herrera... La Herrera. Volvió a repetir.
-Asi es... Y como su tutor estoy cargo de supervisar sus bienes. Le responde serio.
Veo que ella se sacudió incómoda y su actitud ante mi cambió.
-Pues no hay más nada que decir... Solo que nos da gusto que seas parte de la familia. Concluyó y solo asentí.
Nunca me agradaron las personas que solo te tratan bien cuando le sacas la credencial.
Terminó la cena y Jon se quedó a hablar conmigo.
-Si no quieres seguir... Lo entenderé. Me dice.
-¿Por qué lo dices?... Aquí está en juego mi salud. Le respondí.
-Ok... Me sorprendió saber... Qué eras esa heredera. Me dice.
-No me gusta andar gritando cuánto tengo en mi caja de ahorro. Le digo y veo que sonríe.
-Serias un blanco para los asaltantes. Me dice.
-Pero de que sirve hacer tanto dinero si no lo disfrutas. Le digo.
-¿A que se debe que digas eso?. Me preguntó.
-Mis padres vivían trabajando... Acumulando ganancias en su caja de ahorro... Y nunca disfrutaron de ellas. Le respondo.
-Ahora entiendo porque eres así. Me dijo.
-Me gustaría compartir con mis amigas esto. Le digo a Jon.
-Si... Está bien. Me dijo.
-Y de seguro van a querer hacerme la despedida de soltera. Le digo.
-Habra chicos involucrados. Me preguntó.
-No... Siempre solo nosotras celebramos. Le respondí.
-Igual me gustaría buscarte... Si no te molesta... Dónde sea que vayan. Me dice y sonrió.
-Me agrada... Marcando terreno. Le digo sonriendo.
-No quisiera que te pase nada antes de que nos casemos. Me aclara.
-Si... Entiendo. Le respondo.
Nos despedimos y no bien llegué a casa tuve una video llamada con las chicas anunciando mi unión y todas pegaron el grito en el cielo.
📱¡¿QUE!?... ESO NO ME LO ESPERABA. Grito asombrada Gladys.
📱TE EMBARAZASTE. Me consulto Vivi.
📱NO... SOLO NOS GUSTAMOS Y YA. Le respondí.
📱ENSEÑANOS UNA FOTO. Dijeron en coro por lo que les mostré la que nos tomamos en la cena.
📱AHORA ENTIENDO... ESTA PARA CHUPARSE LOS DEDOS... GENIAL. Grito Gladys, en cambio a Susan la ví sería, solo asentía y no decía nada.
Gladys se ocupó de repartir el rumor en el bloc del instituto y las que estaban cerca se unieron para hacerme la despedida de soltera.
En casa el señor Galarza con su abogado y el abodago del doctor Jon se ocuparon en ver los puntos en que se basaría el contrato de matrimonio.