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" El Mundo Necesita Un Villano"

" El Mundo Necesita Un Villano"

Status: En proceso
Genre:Venganza / Posesivo / Mujer poderosa / Época / Amor-odio / Mundo de fantasía / Mundo mágico / Villano
Popularitas:21.6k
Nilai: 5
nombre de autor: AMZ

La cadena que rodeaba el cuello del peli negro fue jalada, y él cayó de rodillas a los pies de la mujer con apariencia de ángel, ella clavó sus uñas en sus párpados para que abriera bien sus ojos, sus ojos rojos se vieron inyectados en sangre, la voz dulce resonó mientras decía," abre bien los ojos Duque, abre bien los ojos y mira como tu amada se arrastra, pudiste evitarlo sin tan solo hubieras cumplido el verdadero papel de un villano" el Duque evitaba con todas sus fuerzas ver, pero ella lo obligó, cuando estuvo satisfecha lo lanzó hacía un lado, pero ahora tiro de otra cadena y el peli rubio cayó a sus pies, a este lo tomó por la barbilla y lo enfrentó mirándolo a los ojos, los ojos azules temblaban con violencia al enfrentarla, "es un hermoso rostro, pero por dentro eres tan horrible como yo, príncipe... No, eres peor, traicionaste a la mujer que amabas, la engañaste y ahora la abandonaste a su suerte a cambio de salvar tu vida... Qué desperdicio" lo tiró hacia el otro lado.

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Capitulo 21

Ravenna: no es mi problema...

Ravenna, indiferente avanzó unos pasos alejándose del hombre herido. Sin embargo, un pensamiento la detuvo en seco.

- Ravenna: Te daré una oportunidad.

Dijo volteando hacia el hombre herido, volvió sobre sus pasos y se acercó al hombre herido, arrastrándolo cuidadosamente fuera del sendero para recostarlo contra un árbol.

Encendió un fuego, la luz parpadeante iluminaba la escena en el oscuro bosque. La anatomía robusta del hombre se revelaba en su silueta. Ravenna se dispuso a examinar sus heridas, y lo que descubrió la llevó a un estado de concentración intensa. Eran varias y profundas, la piel desgarrada narraba una historia de sufrimiento.

Con habilidad práctica, Ravenna se forjó una antorcha improvisada y se adentró en la oscuridad en busca de hierbas medicinales.

Mientras recogía las plantas, su mente viajó a un pasado donde, día tras día, buscaba estas mismas hierbas para su familia. Un destello de furia cruzó su expresión al recordar aquellos días difíciles.

Al regresar con las hierbas en mano, la atención de Ravenna se volcó por completo en la tarea sanadora que tenía ante sí.

Preparó ungüentos siendo cuidadosa en cada paso. El hombre seguía inconsciente, su respiración entrecortada reafirmaba su gravedad, con cada toque de Ravenna despertaba un gemido de dolor en el hombre, quien se retorcía inconscientemente.

Limpio sus heridas con meticulosidad, enfrentándose a la resistencia física del extraño, cuyos músculos se tensaban en respuesta a los cuidados. Ravenna, sin embargo, no se detuvo hasta terminar con la tarea.

Ravenna, a pesar de su indiferencia inicial, cuido del hombre herido durante toda la noche. Renovó los ungüentos, controló su fiebre y monitorizó cada signo vital.

Sin embargo, la fatiga finalmente la venció al amanecer. Ravenna, con los ojos entrecerrados, sucumbió al sueño recostada contra un árbol, confiando en que el hombre herido se recuperaría.

El enfermero que había agonizado por quién sabe cuanto tiempo de repente sintió como la oscuridad de la noche cedió paso a la luz tenue de la madrugada, y comenzó a recuperar la conciencia en un mundo donde el dolor que antes lo consumía se había desvanecido considerablemente.

Aturdido y desorientado, el hombre abrió los ojos lentamente, apenas recuperando la conciencia.

Su mirada se posó primero en los árboles, luego en la fogata que aún ardía con un brillo débil. Finalmente, su atención se centró en la figura recostada contra un árbol no muy lejos de él, Ravenna.

Observó a la pequeña mujer con asombro, ella parecía serena en su sueño, su rostro iluminado por los primeros rayos del sol, para el hombre, su belleza parecía irreal, como si fuera un sueño del que no quería despertar. Se preguntó si acaso estaba viendo un ángel, enviado para salvarlo de su desgracia.

Con un impulso irresistible, el hombre se acercó cautelosamente a Ravenna. Extendió la mano temblorosa hacia su rostro, como si necesitara confirmar que no era una creación de su propia imaginación. Pero justo cuando estaba a punto de tocarla, un movimiento rápido lo detuvo en seco.

Un cuchillo apareció de la nada, presionando suavemente contra su cuello. Un par de ojos rosados lo miraban fijamente, llenos de intensidad.

- Ravenna: ¿Qué crees que estás haciendo?

La voz de Ravenna, suave pero firme, rompió el silencio del bosque. El hombre, aturdido y con la respiración contenida, se paralizó por la sorpresa y el miedo.

Ravenna observó al hombre con detenimiento mientras éste, paralizado por el miedo, apenas se atrevía a respirar. Sus ojos reflejaban un profundo temor, pero Ravenna pudo percibir algo más en ellos. No era un miedo repentino provocado por su presencia; este hombre había vivido con ese temor durante mucho tiempo.

Durante toda la noche, mientras cuidaba de él, Ravenna había reflexionado sobre su condición. Las heridas y cicatrices que cubrían su cuerpo no eran solo el resultado de un encuentro desafortunado en el bosque; hablaban de un pasado marcado por el sufrimiento y el maltrato.

Con esa comprensión en mente, Ravenna actuó con decisión. Retiró el cuchillo de su cuello, demostrando que no tenía intenciones de dañarlo, y le ordenó con firmeza.

- Ravenna: Muévete.

El hombre, aún tembloroso y con terror en sus ojos, obedeció, retrocediendo unos pasos mientras evitaba el contacto visual con Ravenna. Ella, sin embargo, persistió en su intento de comunicarse.

- Ravenna: Ravenna es mi nombre. ¿Cuál es el tuyo?

Preguntó con suavidad, buscando establecer un vínculo con el hombre asustado. Pero él permaneció en silencio, con la mirada baja y temerosa.

Ante la falta de respuesta, Ravenna suspiró con frustración. Se agachó para colocarse a su altura, esperando disminuir la tensión entre ellos. Sin embargo, el hombre seguía sin hablar, su mirada esquivando la suya.

Ravenna, desconcertada por la reacción del hombre, se levantó y decidió dar un paso atrás.

- Ravenna: Está bien, no necesitas hablar conmigo si no quieres. Veo que estás mejor y al menos puedes pararte, así que me voy.

Anunció con resignación, preparándose para marcharse.

Pero antes de que pudiera alejarse demasiado, una voz grave y desesperada la detuvo en seco.

- No... no, maestra, no te vayas.

Suplicó el hombre con angustia.

Ravenna se detuvo, sorprendida por el término "maestra" que resonaba en su mente como un eco. Se volvió hacia él, negando con la cabeza.

- Ravenna: Te has equivocado. Yo no soy tu maestra.

Dijo con firmeza, mirándolo directamente a los ojos.

Pero el hombre insistió, aferrándose a la idea de que Ravenna había sido su salvadora y, por lo tanto, su maestra. Ella lo observó con seriedad.

- Ravenna: ¿Eres un esclavo?

Preguntó sin rodeos, buscando confirmar sus sospechas.

-Sí...

Respondió el hombre con humildad.

Ravenna guardó silencio por un momento, procesando lo que ya había anticipado.

- Ravenna: Pues ya no lo eres. Puedes hacer lo que quieras.

Declaró, volviendo a dar media vuelta para marcharse.

El hombre no podía creer lo que acababa de suceder. Ravenna no solo lo había ayudado sin pedir nada a cambio, sino que ahora le estaba diciendo que era libre de hacer lo que quisiera. Para alguien que había vivido toda su vida como un esclavo, esta idea era impensable. Ravenna se convirtió en la primera persona que mostró compasión por él, la única que lo ayudó y le dio algún valor a su vida al curarlo.

Decidió dedicar su vida a ella. Se levantó y corrió hacia su lado, pidiéndole que lo esperara. Ravenna se detuvo, sorprendida, y le preguntó qué estaba haciendo. El hombre insistió en que ella era su maestra y le dijo que la seguiría.

- Ravenna: ¿Por qué me sigues?

- Hombre: Porque eres mi maestra. Usted me salvó, usted es mi maestra.

Ravenna, desconcertada por la insistencia del hombre, intentó disuadirlo.

- Ravenna: No tienes deudas conmigo. Eres libre de hacer lo que quieras.

- Hombre: Lo hago porque es lo que quiero, maestra.

Ravenna, confundida, le advirtió sobre las dificultades que enfrentaría.

- Ravenna: Si me sigues no habría diferencias de como fue tú vida hasta ahora incluso, podría empeorar las cosas. ¿Entiendes?

-Hombre: No importa, maestra. Quiero seguirte y ser útil para usted.

Suspirando con pesadez, comprendió que el hombre estaba decidido a acompañarla, Ravenna le pidió al menos su nombre.

- Ravenna: Al menos dime tu nombre.

- Hombre: Esclavo.

- Ravenna: eso no es un nombre.

- Hombre: es así como me han llamado siempre...

Ravenna, por primera vez desde que comenzaron las tragedias en su vida, sintió lastima por alguien.

- Ravenna: No puedo llamarte así, ya no eres un esclavo... Sanador. Es un nombre apropiado para ti.

Los ojos de Sanador se iluminaron y sonrió, le agrado la elección de Ravenna. Sin embargo, le advirtió que si no podía seguirle el paso, lo abandonaría. Sanador sonrió ampliamente y se apresuró a alcanzarla, decidido a seguir a la persona que le había dado un nuevo significado a su vida.

- Ravenna: Sí no puedes seguirme el paso te abandonaré sin dudarlo.

El recién nombrado Sandor con una amplía sonrisa en su rostro se apresuró a alcanzarla mientras decía.

-Sanador: No te preocupes, maestra. Puedo seguirte.

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Rosa Castillo Navarro
Autora pasé por aquí para ver que tal va la novela 😉 deseando que estés de maravilla, yo seguiré esperando que tela de araña seguirá tejiendo nuestra villana😍 cariños y bendiciones para ti y familia
Isabella Azul García
Gracias Autora por los Cap, están de mucha emoción.
Rosa Castillo Navarro
Gracias autora por hacer volar mi imaginación, ahora a esperar pacientemente nuevos capítulos.
Rosa Castillo Navarro
Que ansiedad por Dios!!! hasta quiero estar presente cuando Ravenna se encuentre con esa "protagonista"
Rosa Castillo Navarro
aaaaaaaaah quedé en shock
Rosa Castillo Navarro
Esta villana me entristece. Ha sufrido mucho, seré feliz cuando esa protagonista pierda la cabeza, pero espero una tortura previa antes de su final.
Rosa Castillo Navarro
Esperanza, indignación, miedo y tristeza en un solo día, pobre Ravenna
Kenny Reyna
porfavor actualiza la novela se pierde el hilo de la novela si demoran en actualizar
xiomara Magallan
Holiii autora espero que este bien Autora porfa actualiza en serio me a gustado mucho hace rato andaba buscando una protagonista fuerte que no se deje me ¡encanta! Me afecto la muerte de bastan aunque no lo mensionabas mucho el se preocupa mucho por su pueblo y estoy seguros que hubiera sido un buen rey pero buen no importa volviendo al tema espero que puedas actualizar pronto me encanta la manera en como escribes tus novelas tienen algo que me Hechiza en seguir leyendo más
Kenny Reyna
excelente novela solo pido que actualice pronto
Kenny Reyna
hay Dios quiero más porfavor autora actualiza pronto maratón
Kenny Reyna
hay Dios ya mero viene. lo malo nada es felicidad completa
Juana Paz Cabrera
Excelente
Edithh Bahena
/Sob//Sob/
Lalejandrías
Adoro cómo escribe esta autora; tanto la historia como la ortografía y el buen uso de la puntuación (eso es muy difícil encontrar aquí).
Lalejandrías
Quiero saber quién es Frederick, ese tipo guarda muchos misterios
Lalejandrías
Será que Frederick es alguien importante?🤔 Además de ser el futuro husbando de Ravenna
Topy71 🇦🇷
Pobre, ni un nombre tenía 😭
Lalejandrías
Ravenna, hazlos pagar a todos!!
Lalejandrías
La lepra no es una enfermedad mortal, en casos de no tratarse es una infección crónica.
El problema con la lepra es que puede hacer que se deforme la fisionomía de la persona que lo padece y no se trate. En la actualidad tiene cura.
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