Mejor Juntos

CAPITULO SUBIDO DE TONO 🔥

Tras escuchar mis palabras, Ronald sonrió y dijo- Muy bien, estando todo aclarado creo que sería maravilloso si empezamos nuestra luna de miel-

Le sonreí y respondí- estoy de acuerdo-

-Muy bien, sube a nuestra habitación a ponerte traje de baño -me dijo él, yo solo asentí y subí con una sonrisa, aún sentía mil dudas, pero era cierto, era nuestra luna de miel y no quería arruinarla más, había decidió creer en él y así seguirá hasta que él demostrara algo para no confiar.

Al llegar a la habitación, tome el primer traje de baño que encontré al no haber empacado yo misma la maleta no sabía que había, pero definitivamente notaba que este traje de baño mostraba más de lo que yo solía mostrar, pero lucía bien.

Cuando volví a bajar Ronald ya me esperaba él también tenía su traje de baño y lucia realmente bien con el pecho descubierto.

-Luces maravillosa nena -dijo él tomando mi mano y guiándome al mar, el mar lucía mejor en la noche a mi parecer y esto y el hecho que fuéramos los únicos en isla daba un aspecto muy romántico y sensual.

Guiándome hacia el mar entramos hasta que el agua me llegó a la altura de la cintura y a él a la altura de las caderas.

-Este lugar es tan hermoso, amo el mar, le tengo respeto, pero es maravilloso y más aún con el reflejo de la Luna -dije, Ronald se posicionó detrás de mí y me abrazo.

-Si nena, es hermoso, pero tú lo eres aún más, en este momento amo la imagen que veo, la mujer más hermosa, que es mi esposa -dijo conmoviéndome- estoy seguro de que tendremos un matrimonio maravilloso-

-Sí, tengo miedo, pero algo me dice que si, contigo me siento feliz y segura -le dije volteándome aún en sus brazos y mirándolo directo a los ojos.

-No debes sentir miedo nena, todo entre nosotros saldrá perfecto -dijo y se agachó un poco y me beso, este beso fue diferente a los anteriores, más exigente más pasional, mientras me besaba y me tenía como loca, quito el nudo de la parte de atrás de mi sostén y paso el resto por mi cabeza, me sentí un poco apenada, pero no, él no me permitió pensar mucho, volvió a atacar mis labios, mientras sus manos pasaron a mis pechos, se sentía tan bien.

-Eres mi mejor imagen mi amor, eres perfecta -me dijo él, con la voz un poco entrecortada mientras se quitaba su traje de baño y me quitaba la parte de abajo del mío, en ese punto estaba tan embriagada de placer que no sentí vergüenza que me viera totalmente desnuda, mi esposo comenzó a besar mis pechos se sentía tan bien, mientras sus manos tocaba otras partes íntimas de mi cuerpo y yo seguí su ejemplo.

Después de unos minutos Ronald me cargo, incitándome para poner mis piernas alrededor de su cadera y así lo hice, seguimos besándonos y tocándonos, las olas chocando con nuestros cuerpos hacia todo más placentero, Ronald salió del mar y aún conmigo aferrada a su cuello y caderas se arodillo en la arena, aun con el mar tocándonos los pies, lo que daba un efecto más maravilloso en todo.

Separó sus labios de los míos y aún tocando mi parte más íntima, me dijo- te sientes tan bien, nena y tan lista para mí, ya no aguanto más te necesito-

Dicho esto comenzó a entrar en mí, se sentía tan bien, al principio fue lento, mientras nos besábamos y acariciábamos el uno al otro, luego él comenzó a acelerar el ritmo, se movía muy bien, el placer aumento mucho más, luego se movió para que yo quedara arriba, ame ver su mirada de placer, mirando todo mi cuerpo y rostro, mientras yo me movía encima de él, me sentía poderosa, finalmente ambos llegamos juntos y nos acostamos en la arena a recuperar la normalidad de nuestra respiración.

-Eso fue una maravillosa primera vez -me dijo él sonriéndome.

Yo asentí, respondiéndole- Nuestra primera última vez-

Cuando ya nos sentíamos un poco más descansados, entramos a la cabaña y sin llegar a dar muchos pasos Ronald me tomó cargada de nuevo y me sentó en la barra de la cocina, volviendo a entrar en mí, con el todo se sentía tan bien, tan delicioso, tan perfecto.

-Me encantas nena -me decía mientas ambos gemíamos, cuando ambos llegamos, nos sentimos con un poco de hambre y sed, así que mientras yo hice una ensalada de pollo sencilla, el saco una botella de champaña, nos sentamos en el piso de la sala a comer, brindar y hablar un poco, pero esto duró poco, en un momento salte encima de él y terminó tomándome conmigo de rodillas y él desde atrás, creo que esta es mi posición favorita.

Cuando terminamos Ronald menciono que aún estábamos llenos de arena y sal de mar, normalmente odiaba sentirme así, pero todo con el estaba resultando tan sorprendente que no lo había notado, aún así fuimos a la ducha y aunque pensé que nuestra noche de bodas ya había acabado, en la ducha Ronald menciono lo hermosa que era y lo Feliz que lo hacía mientras seguía acariciando mi cuerpo y yo a él, así que cuando nos quitamos el jabón, Ronald coélnzó a besar todo mi cuerpo y bajo su boca a mi zona íntima, era muy bueno con su boca y dedos, así que no me demore mucho en llegar, cuando él se puso de pie, decidí devolverle el favor y dar lo mejor de mí en eso y siento que lo hice bien, pues sus gemidos, temblores y lo rápido que llegó me lo confirmó.

Cuando finalmente salimos de la ducha nos tiramos en la cama de la habitación principal, totalmente agotados, no dijimos ni una palabra, pero no hacia falta, ambos estábamos demasiado cansados, así que rápidamente nos quedamos dormidos en los brazos del otro y una felicidad tan grande que se respiraba en el ambiente.