Elizabeth es una dulce doncella no desea cumplir con su destino, y decide cambiar de vida sin tomar en cuenta los sentimientos del amor de su vida, ella se aleja, pero su Rey siempre está cerca de ella, hasta que logra doblegarla y traerla a su lado
NovelToon tiene autorización de ERUMED para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 21
Arthur salió de la habitación y se sentó afuera, estaba angustiado, las cosas se estaban complicando para él, decidió quedarse en el hospital, no quería arriesgarse a ser visto por algún conocido.
Pasó dos días en el hospital y Elizabeth estaba furiosa con él, no se había podido comunicar, en un inicio se sentía preocupada, pero llamó a su padre y este inocentemente le preguntó ¿cuándo volvía el Rey a Berona? Y ahí se dio cuenta de que él le había mentido.
Miles de preguntas la atormentaron, ¿Qué hacía en la ciudad?, ¿por qué no la había ido a ver a ella?, ¿con quién estaba?, y por su parte, Danilsa estaba muy nerviosa, no quería pensar mal de su jefe, pero ella tampoco se había podido comunicar con él y cuando llamo al escolta, este le informó confidencialmente que había sido reasignado a custodiar otra persona.
Para la tranquilidad de Arthur, apareció la nana de Hilda, era una mujer madura, pero sana y fuerte, ella se comprometió a hacerse cargo de ella, así que no la internaría en la clínica, solo tendría que asistir a las consultas con la psicóloga.
Por su parte, Elizabeth trataba de sobrellevar las dudas y la desconfianza que se sembraron en su corazón, se levantó temprano, desayuno y llegó a la Universidad, para su sorpresa una de las zorras del clan se le acercó para dejarla perpleja.
__Hola, tonta, ¿sólo quiero saber como sigue Arturo?
__¿a qué te refieres?
__ Hace dos días lo vi en el hospital central, pero su escolta no me permitió acercarme, se veía pálido y ojeroso
__ ¿Estás segura de que era él?
__ Por Dios insecto, ese hombre es inconfundible, incluso te busque ayer para preguntarte y no apareciste.
__ Ayer no vine, gracias por la información, me tengo que ir.
Elizabeth, sintió una mezcla entre alegría y preocupación , ahí estaban sus respuestas el Rey Sapo estaba enfermo y no la quiso preocupar.
Llegó al hospital, tratando de averiguar si seguía ahí, cuando lo ve a lo lejos saliendo del hospital con Hilda en brazos, la metió en el auto en el puesto del copiloto y él se subió en el del conductor y se marchó, ella aun perder tiempo tomo un taxi y lo siguió.
Él entró a un edificio con ella cargada como una princesa y Elizabeth se desplomó en el taxi, comenzó a llorar, pero decidió darle el beneficio de la duda, se bajo del taxi y se quedó sentada afuera del edificio, de lejos podía observar a los escoltas del Rey.
Estaba furiosa y después de una hora al ver que él no salía decidió llamarlo, al segundo retoque él contestó
__ Hola, mi pequeña
Ella agarró aire, y le contestó
__ Hola, Arthur ¿cómo estas?
__ bien mi pequeña, extrañandote mucho, estoy trabajando sin descanso para poder estar contigo una semana
El corazón de Elizabeth se apretó, ella sentía que la faltaba el aire y le hizo la pregunta que salvaría o hundiría a su sapo para siempre.
__ ¿Donde has estado, estos dos días, no me había podido comunicar contigo?
__En el norte del Reino, sabes que aquí no hay señal.
__ Y en este momento, ¿dónde estás?
__ Esperando para reunirme con el Duque de West.
__ Ok, me tengo que ir _ fue lo que alcanzó a decir Elizabeth antes de que sus lágrimas comenzaran salir a cántaros, tomó un taxi y se fue a su departamento.
Arthur, la sintió muy extraña, pero debía resolver con Hilda, la dejó instalada, le contrato una dama de compañía, una cocinera y un chofer para que la atiendan, también dejó a Tony a cargo de ella y se regresó a Berona.
Elizabeth, llegó directo a su habitación y comenzó a llorar, ¿cómo había sido tan tonta?, ella creía que él la amaba y que le era fiel, hasta había humillado al clan de las zorras gritándole a todas su amor, respeto y fidelidad hacia ella, pero resulta que no era más que una tonta ilusa, una ingenua, pero el Rey Sapo pagaría su osadía, ella lo dejará seguir con su farsa hasta ver a donde llega.
Se limpió las lágrimas y fue por su computadora, ella estaba estudiando dos carreras simultáneamente, pero esto nadie lo sabía, porque Economía era online en una universidad Alemana, en esa carrera sus calificaciones eran sobresalientes y le habían ofrecido hacer sus prácticas en el Consorcio Meyer, era la constructora número uno de ese país y eran ellos los que otorgaban el sistema de becas del cual ella era beneficiaria, las prácticas son de un año con la oportunidad de optar por un puesto dijo en el Consorcio.
Ella días atrás había leído la propuesta sin ningún interés, pues estaba estudiando la posibilidad de graduarse y regresar con Arthur a Berona y convertirse en la reina que él tanto espera.
Pero al parecer el destino tenía planes muy diferentes para ellos. Respiro hondo y comenzó a llenar el formulario de aceptación, pero después de calmarse decidió darle una nueva oportunidad a su amor, tenía tres meses de plazos para decidir, así que no tomar la una decisión apresurada.
Pasaron los días y Arthur seguía de lo más atento y feliz con Elizabeth, pero ella aunque fingía estar muy bien, por dentro sentía que una espina estaba clavada en su corazón.
Arthur cumplió su promesa de pasar una semana con ella, llegó con una pequeña valija y ella lo recibió gustosamente, estaba tratando de esforzarse por disfrutar de su compañía, para Arthur dormir abrazado con ella y poder besarla era suficiente para calmar sus ansias de tenerla, aunque cuando se excedían terminaba en el baño complaciéndose solo, pero él estaba dispuesto a pagar este pequeño precio con tal de respetarla y no arriesgarse a perderla.
Ya llevaban tres días juntos, incluso Danilsa se fue a quedar con su novio para darle mayor privacidad. En el momento en que están desayunando, suena el teléfono de Arthur y él se pone nervioso, se disculpa con ella y sale al balcón para contestar, a los pocos minutos regresa muy serio y continúa desayunando, ella ignora su actitud , se levanta de la mesa sin terminar de desayunar, busca su bolso y Arthur la lleva a la Universidad, ella le da un beso en la boca y se baja del auto cuando él arranca, ella decide tomar un taxi, su sexto sentido le dice que lo siga.