Una emperatriz, un camino y un destino trágico. Solo él podrá salvarla.
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capitulo 3: Lo que se avecina.
Akai dejó a kana en la entrada del templo.
— hasta aquí llegó, su alteza. La veré dentro del público.
— ¿Te quedarás?... Es que me gustaría saber cómo te está yendo como príncipe en el imperio lunar.
— mi estadía aquí no será por mucho tiempo, pero te aseguro que te diré todo lo que tú quieras saber antes de irme.
— está bien.
Akai hizo una reverencia y se marchó ya que debía dejarla a la espera de Raiden, sin embargo, kana estaba muy feliz, al ver a su viejo amigo le hizo recordar su infancia.
Unos minutos después, Raiden llega con gran presencia. Con una pequeña sonrisa toma la mano de kana y la besa gentilmente.
— mi futura emperatriz.
— lo veo muy feliz, mi señor.
— así es. Las cosas están saliendo como se debe.
“ kana, tal vez sea difícil aceptarlo, pero Mei será mi concubina al llevar mi hijo en su vientre. Seguirás siendo mi emperatriz, eres muy buena en el puesto y eso lo has demostrado, pero si tanto te importa el trono sé que aceptará mi relación y lo perdonarás ya que eso es lo que significa el amor ¿No?"
El concepto de querer de Raiden era totalmente diferente a la de kana. Mientras ella lo amaba sinceramente, él solo veía manipulación y narcisismo por su futuro, fingiendo ser amable solo para así tenerla en su mano.
A pesar de la reciente muerte del difunto emperador, kana se sentía alegre de cumplir uno de sus propósito al cual fue inculcado desde niña. Tanto años de estudio y esfuerzo, puede decir que valieron la pena al poder ser una gran emperatriz.
Ya adentro del templo, Raiden y kana eran nombrados nuevos emperadores del imperio del Sol inmortal.
— todos, inclínese antes los nuevos emperadores...— declaró él sacerdote.
Los habitantes presentes se le ofrecieron el respeto ante sus gobernantes. Oficialmente, Raiden y kana era los legítimos emperadores.
Rato después, la celebración de esta ceremonia se llevó a cabo en el palacio imperial. Ambos emperadores estaban sentados en sus tronos disfrutando el momento.
Raiden se levanta y le dice a kana que tomará un poco de aire, que se quede aquí en su espera. Ella asintió y miro como los demás le daban la reverencia.
En su mente, la mujer solo pensaba que esta etapa de su vida iba a ser grandiosa, sin esperar que en un futuro tendrá que enterarse de algo que tal vez le rompa el alma por completo.
Kana también necesitaba estirar un poco las piernas y así lo hizo, al bajar del trono se encontró con la emperatriz madre.
— madre.
— kana, sabía que eras perfecta para ocupar el trono al lado de Raiden. Serás una gran ayuda para esta nación.
Tomó uno de sus broche y se lo colocó en el cabello de kana.
— con tu inteligencia y capacidad para enfrentar, podremos en un futuro apoderarnos de las naciones débiles.
Kana la observó un poco en dudas. Ya que jamás pensó oír algo tan repentino como eso.
— ¿A que se refiere madre? Esta nación ya está perfecta sin intimidar a las otras más pequeñas.
— no digas tonterías— ríe— nosotros, la nación del Sol inmortal seremos los únicos poderosos. Pero, es tu coronación, dejaré que disfrutes el momento.
Kana le da una reverencia rápida y se va al balcón más proximal.
“ solo espero que la emperatriz madre no piense en la guerra. La nación ha durado siglos en paz con otros países. De todas formas, no lo permitiré si ese es el caso"
— pequeña, ¿Que tanto piensas?
Un susurro como el viento pasa por el oído de kana. Ella se asustó ya que sabía que estaba sola, hasta este momento que él apareció.
— Akai... No te vi durante la coronación.
— perdoname. Fui a la tumba de mi tío. Se me fue el tiempo.
— Akai. Te notó un poco diferente ¿Que sucede?
Él la miró un poco desconfiado, no por ella, sino de lo que le puede pasar si se entera de lo que pudo haber descubierto.
— ¿Le has contado a Raiden de mi llegada?— ella niega con la cabeza— sería mejor que se quede así.
— ¿Que sucede?...— le tomó las manos y le preguntó atenuando su voz—... No confías en mí ¿Verdad?
— por supuesto qué si...— apretó él, con fuerza.— pero no quiero ponerte en peligro, ya mi presencia contigo aquí lo es. Mañana, antes de que salga el sol, me iré, pero si algo pasa, vendré por tí, te lo prometo.
— Akai-...
Akai tenía el presentimiento de que algo le pasaría a kana, no sabía que era, pero si ella estará en peligro en algún futuro la salvara a como de lugar.
— su alteza... ¿Donde está?— era la voz del sirviente personal de Raiden.
Cuando kana quería mirar a Akai nuevamente, este se había desaparecido de inmediato, dejándola en alerta de lo que podría pasar.
— ¿Que sucede?— preguntó ella al sirviente.
— el emperador quiere verla.
Al mirar como ella se va del balcón, él solo pensó en su mente, afligido y con un sentimiento de impotencia.
“ si tan solo pudieras entender que Raiden realmente no te ama. Sin embargo, tu darías su vida por él. Por eso, no puedo sacarte de aquí hasta que pienses lo contrario de él"
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Muchas gracias por leer y no olviden dejar su bonito me gusta en el capítulo 💗
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