UN NOVIO PARA JULIETTE

Después de haberse despedido de su amigo Roy Juliette sé dirigió al casino para distraerse un poco.

Sin darse cuenta de que ya habían pasado varias horas decidió irse a casa.

Cuándo llegó ya era más de medianoche, Darío al verla de inmediatamente le dijo.

¿De dónde vienes,? ¿Qué no tienes casa,? ¿O te mandas sola?

Juliette solo le rodó los ojos haciéndole una mueca, pero antes de que ella pudiera decirle algo.

Quiero que me entregues el dinero que te dio tu padre necesito invertirlo.

Juliette no pensó en las consecuencias que de inmediato le respondió.

-- No lo tengo conmigo. -

A lo que Darío le respondió en tono de enojado.

¿Cómo que no lo tienes.?

¿No? No lo tengo.

Darío sé dio media vuelta pasando su mano por su cabello en señal que ya estaba enojado, para después decirle.

Pues me los vas a dar ya sea por las buenas o por las malas.

Juliette enseguida le respondió.

Ya te dije que no lo tengo lo jugué en el casino y lo perdí todo.

Darío no podía creer lo que Juliette le había dicho.

¿Qué diablos estás diciendo?

Darío le dio una bofetada a Juliette que la hizo que cayera al suelo después la levantó por los cabellos llevándola a la habitación le volvió a pegar esta vez hasta que sé cansó.

Natalia solo podía escuchar los gritos de súplica de Juliette cuando Darío salió de la habitación sé encontró con Natalia diciéndole.

No sé te ocurra Natalia meterte en lo que no te importa.

Después sé dirigió a su despacho.

Esta vez como pudo Juliette sé levantó y sé metió a duchar cuando salió sé dirigió al espejo viendo su mejilla que la tenía demasiado colorada por la bofetada que Darío le había dado cuando vio su espalda que la tenía toda marcada.

"Oh por Dios casi me deja marcas"

Pasaron varios días para que sé presentara en la empresa a trabajar.

En cuanto su padre la vio llegar de inmediato le reclamó.

Cómo es posible que te hayas gastado el dinero que te di en el casino y lo hayas perdido todo. Te lo di para que sé lo dieras a Darío él sabe de negocios.

Esta vez Juliette no sé quedó callada antes su padre y decidió enfrentarlo sin importarle las consecuencias que tendría.

Ese dinero me lo dejó mi madre así que era mío y yo podía ser con él lo que sé me diera la gana.

Al escuchar su padre en la manera que Juliette le estaba hablando sé acercó a ella dándole una bofetada.

Juliette no sé movió ni hizo ningún moviendo, por la bofetada que su padre le había dado.

Eres una desconsiderada con Darío, El que tuvo la amabilidad de casarse contigo le pagas de está manera.

Pues si tanto lo quiere entonces dele usted el dinero para que pueda invertirlo, usted y él son iguales tienen la misma maldad por dentro.

Al escuchar que Juliette lo estaba retando prefirió quedarse callado para decirle luego.

Mejor lárgate a trabajar que es para lo único que sirves.

Juliette lo quedo viendo fijamente para decirle después.

Si gracias a esta que no sirve para nada ocupa los primero lugares en las listas de las mejores fragancias y cosmético.

Juliette sé dio la vuelta para irse a su pequeña oficina sabía que no tenía ningún apoyo por parte de su padre era evidente que no podía contarle de lo que estaba pasando entre ella y Darío porque él no le creería y terminaría dándole la razón a él. Y así pasó el tiempo.

**TRES AÑOS DESPUÉS**

Pasaron tres largos años las cosas no habían cambiado en nada su padre seguía tratándola de la misma manera Darío había logrado convertirse en el hombre de negocios que siempre había soñado con la ayuda de Markus.

Quién fue quien le dio el dinero para sacar la empresa de su padre adelante.

Ahora él trabajaba para distintas empresas sé la pasaba viajando a diferentes países.

Aunque por dentro siguiera haciendo el mismo patán de siempre.

Ahora le había dado por embriagarse cada vez que llegaba a su casa.

Esa tarde llegó Juliette más temprano que de costumbre llevaba varios días sin dormir bien, pues su padre constantemente le exigía mucho más en su trabajo sé dirigió a su habitación sé metió a ducharse cuando salió se recostó quedándose profundamente dormida en cuestión de segundos.

Cuando despertó ya eran más de las diez de la noche sintió un poco de hambre fue a la cocina ceno estuvo platicando un rato con Natalia, cuando salía de la cocina sé encontró con Darío.

Este estaba bastante pasado de copas la quedo viendo inmediato la jaló por los cabellos llevándola a la habitación le dió un empujón que la hizo caer sobre la cama le comenzó a romper la ropa a la fuerza.

Suéltame Darío me lastimas no sabes hacer otra cosa nada más que hacerme daño.

No te voy a soltar estúpida. Al fin y al cabo tú no sirves para nada.

Esa noche Darío la tomó a Juliette a la fuerza.

Soportó todo lo que Darío hizo con ella, cuando él salió de la habitación.

Poco después Juliette sé metió a luchar abrió la regadera dejando caer el agua fría por todo su cuerpo, ahí pasó varias horas sentada bajo el agua llorando.

Todo sé pudo imaginar menos que Darío sé atreviera a tocarla esa manera, pero que podía esperar de él, sí desde que se habían casado él solo sé había dedicado a maltratarla.

Al día siguiente tenía que continuar como si nada hubiera pasado.

No tenía con quién platicar todo lo que le estaba pasando su amiga Darinka se encontraba fuera del país ni qué decir de su padre para él era como si ella no existiera era evidente que en ese tiempo Juliette había desmejorado, la delgadez de su cuerpo era más notorio, su sonrisa y su alegría. El brillo de sus ojos que siempre había en ellos había desaparecido ya no le importaba si Darío le pegaba.

Solo cuando Roy la venia a visitar sé sentía un poco feliz ver como su pequeña empresa empezaba a dar frutos aunque fuera en medio de tanto sufrimiento.

Una tarde cuando estaba en su oficina llegó su padre con Darío.

Quiero que me expliques qué tienes tú que ver con ese tu amigo el rarito "el tal Roy."

No sé de qué habla padre hace años que no hablo con él.

No me digas que no sabes nada y que no te enteras de nada, ese condenado rarito está sobresaliendo en la industria de la fragancia y los cosméticos, está casi en la lista de las mejores fragancias y son algo parecidas a las tuyas.

Juliette al escuchar hablar a su padre de esa forma sintió una gran satisfacción al ver el rostro de su padre.

Yo no sé nada si estoy todo el día metida aquí no tengo tiempo ni para comer.

No me quiero enterar Juliette que tú tienes que ver algo con ese tipo porque todavía no sabes de lo que soy capaz.