Karen Wilson, era una esposa amable, cariñosa y muy atenta con todos, ella pensaba que tenía todo hasta que su prima Samanta la engaño para poder así lograr separarla de su flamante esposo.
Sebastian Meló un hombre rico y poderoso es engañado también por Samanta y con eso ella logró llegar a ser la amante del esposo de su prima a la que envidia y odia.
Karen por decepción y para poder darle una buena vida a su hijo, decide volver a trabajar para mantener a su hijo, aún cuando eso le lleve a meter a su ex esposo y a su amante a la cárcel, Karen Wilson hará lo que sea necesario para no volver a ser pisoteada por su esposo, aún cuando ella lo ame no le pasara una infidelidad más. Ahora ella cuenta con el apoyo de Andrew Lezama, el mejor abogado, hijo de una de las mejores familias, además es guapo él la ama y no dejará que nada malo le pase.
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Capítulo 3
Al salir del gran edificio donde dejaron a Sebastian junto con una de sus amantes.
Sofia continuó caminando en silencio detrás de su amiga, hasta que llegaron al auto, Karen en el momento que abrió la puerta se giro para ver a su amiga y rompiendo por fin el silencio para decirle a Sofia.
¡Gracias Sofi!
¡No lo hubiera podido haber hecho esto yo sola!
¡Gracias por toda tu ayuda y apoyo!
¡Te agradezco tanto amiga mía, por estar en estos momentos a mi lado y no me hallas abandonado en esta situación tan dolorosa para mi!
Sofia se acercó a su amiga y la abrazo, para brindarle consuelo, Karen sintió ese abrazo como un aliciente, después de tomar aire fresco Sofia indignada le dijo a su amiga.
¡No puedo creerlo!
¿Como es posible, que el hombre al que le has dado todo tu apoyo en los últimos diez años te pague de esa manera?
¡Cuando el era un don nadie, estuviste a su lado y nunca lo abandonaste, le diste toda la confianza que el necesitaba para alcanzar todos sus sueños y metas, lo apoyaste sin rendirte ante la adversidad, sin dejar de creer en el, solo por ti pudo lograr hacerse de toda su fortuna, que el ahora disfruta, muy felizmente con otras mujeres!
¿Que piensas hacer ahora con ese hombre?
¿Le vas a pedir el divorcio a Sebastian?
¿Verdad?
¿Porque después de lo que acaba de pasar no creo que puedas perdonarlo?
En el momento que Sofia le hizo esa última pregunta a Karen, Sofía no pudo evitar mirar a su amiga como si esperase los resultados de la lotería, su mirada era interrogante, ansiosa y de incredulidad, deseosa por saber que haría su amiga con todo lo que estaba pasando.
Karen comprendía la curiosidad de su amiga, en solo unos segundos, le mostró una linda sonrisa a Sofía, Karen estaba agradecida por todo su apoyo, con una voz cariñosa le dijo a su amiga.
¡Estoy cansada!
¡Vamos Sofi, te invito un café!
¡Quiero dejar este lugar lo más pronto posible!
¡Vamos sube al auto!
¡Vamos ya!
¡Ya se que es lo que debo hacer!
Antes que Sofia pudiese preguntar más Karen le informo a su amiga.
¡No te preocupes, sube al auto y te contaré lo que voy hacer!
Sofia solo asintió con la cabeza, al subir en el auto esperando que Karen le contase sus planes de que era lo que ella iba hacer, dedicándole también una sonrisa a su amiga, ya a afuera y un poco más tranquilas después de pasar por ese torrente de emociones desagradables.
Karen condujo el auto hasta una pequeña cafetería que estaba no muy lejos del centro.
Bajaron del auto para entrar en esa cafetería que parecía un jardín por todas esas macetas con diferentes tipos de plantas y flores que adornaban el lugar, buscaron con la mirada y al encontrar una mesa disponible, tomaron asiento de inmediato, llegó el mesero para tomar su orden, la cual no tardo mucho en que se las llevasen.
¡Aquí tienen, un café expreso para usted, y un te de menta para usted señorita!
Dijo el joven camarero colocando las dos tazas enfrente de cada una de ellas.
Después de dejar sus bebidas se fue el camarero, ya al estar el joven lejos de la mesa, Sofia se volvió para mirar a su amiga, y así hacer le más preguntas a Karen curiosa por su saber su decisión.
¡Dime amiga!
¿Que es lo que piensas hacer?
¿A caso vas a perdonar al canalla de tu marido?
¿Vas a dejarlo?
¡Vamos Karen dime ya!, ¿que es lo que piensas hacer?
Sofia se encontraba muy ansiosa por saber que haría su amiga.
Karen por su parte, antes de responder a todas las preguntas de Sofia, dando un suspiro y dejando salir el aire que tenia dentro y que contuvo dentro de ella desde que había llegado a esa habitación, ya liberada por la opresión que había aguantado todo ese tiempo pudo ella responder a todas las preguntas de su amiga.
¡Como ya te había contado antes Sofia, la empresa del sur está a mi nombre y la del norte está a nombre de Sebastian!
Sofia al escuchar la explicación de su amiga, no podía comprender...
¿Las empresas que tenían estas que ver, con la infidelidad de su esposo?
¿Cómo era que los negocios de Sebastian y su división fuera hacer responsables de que el fuese un infiel?
Sofia le presto más atención a las palabras de su amiga para poder asi comprender lo que está, trataba de explicarle.
Karen continuó hablando, sin prestar atención a las caras raras que hacía su amiga.
Mi pequeño Johan, aun es muy pequeño, para un niño de su edad, el crecer sin una figura paterna le sería difícil de llevar, y para una madre que solo quiere ver sonrisas en el rostro de su pequeño sería también dolorosa esa situación.
Como puedes ver es complicado una separación entre Sebastian y yo, por un lado esta la empresa, que como tu muy bien lo has dicho, también a mi me ha costado mucho esfuerzo lograr, que sea el imperio que es ahora!
¡Tampoco quiero que el hermoso hogar que tengo junto a mi hijo se derrumbe por la falta de un padre, aun que no es el mejor, es su padre y no quiero que sufra por su abandono.
¡Sí lo piensas fríamente Sofia, el que yo le pida el divorcio a Sebastian, sería para el como sacarse la lotería!
¡El tendría todo el dinero y el tiempo del mundo para seguir disfrutándolo, con todas sus amantes sin ninguna responsabilidad!
Eso también significaría para mí pobre bebe, el no verlo en todo el día, sin mencionar que Sebastian pondría todos los pretextos posibles para no verle y así también el no hacerse cargo de su responsabilidad con la educación de su hijo, el que vivamos juntos le garantiza a mi pequeño Johan ver a su padre algunas noches y fines de semana, pasar las fiestas junto con el.
Sin mencionar a mis padres, ellos estarían más que felices por mi fracaso con Sebastian, para ellos ese fue el peor error que he cometido en toda mi vida, para mis padres Sebastian nunca va a dejara de ser el hijo de una pobre lavandera ignorante y sin padre.