Yo Soy La Fea

ELIZABETH

Me levanto a las 05:30am. Me doy un buen baño, me seco el cabello y uso la buclera, hace mucho que no me arreglaba así, ¿será Efraín el causante de esto?.

Veo a mí hermana en la puerta de mí cuarto, levanta una ceja y sonríe, se acerca a mí...

– No se quien sea ese Efraín, pero me gusta lo que te hace –*abre mí placar*– ¿Quieres que te ayude?

*Sonrío tímida*– Por favor, hermanita...

*Se ríe*– De verdad quiero conocer a ese hombre, Lizy. Me daré un paseo por la empresa un día de estos

– Helena, por favor. Solo es que... él es tan sexy

– ¿De verdad? –*me pregunta mientras saca ropa del placar*

– Si, todo en el es sexy, su mirada, su rostro, su cuerpo

– Estas pérdida hermana, olvida todo, estás completamente embobada con él –*aplaude y da saltitos de alegría*

Nos reímos un rato más mientras ella me ayuda con la ropa, cómo siempre, me da una simple falda gris con una camisa blanca sencilla. Algo simple pero que resalta la poco figura que tengo

Tomo mí bolso y mí saco por si hace más frío cuando salga. Me despido de mí hermana y salgo corriendo al trabajo antes de que se me haga tarde. Mientras voy llegando como todos los días, saco un poco de comida para perros y llamo a los que están en la calle les dejo comida y agua. Luego sigo mí camino a la empresa, saludo a Lucy y me meto al ascensor, llego a mí piso sin problemas...

*Salgo del ascensor*– Bueno, aquí vamos...

– ¡Hola, señorita Keller! –*Emma se acerca a mí sonriente*

– ¿Ahora que mierda quiere? –*susurro y me doy la vuelta*– Señorita Emma, ¿que necesita?

*Mira su reloj*– Un poco más tarde, trate de llegar a tiempo

– ¿Disculpa? ¿Quien crees que eres para decirme si llegue tarde o no? –*me cruzo de brazos*

– Soy la novia de Sean Carter, tu jefe

– Ay pero querida... No eres mí jefa, ni te acercas a eso. Así que gira tus tacones de punta y ve a buscar otro lado donde echar tu veneno

– ¿Sabes?. Podría hablar con Sean y lograr hacer que te despidan –*me dice burlona*

– Oh... por favor, me harías un gran favor, Emma –*le señaló en dirección a la oficina de Sean*– Por favor hazlo

– Escucha, y escúchame bien –*se acerca a mí*– Yo...

– Espera, es que cuando pestañeas con tus inmensas pestañas posti... ¡Perdón, pestañas heredadas de tu tatarabuela!. Haces tanto viento que me haras volar lejos

*Me toma del brazo*– Ya me estás cansan...

– ¡Chicas!. ¿Que están haciendo? –*la madre de Sean se acerca a nosotras*

– Genial, lo que faltaba ahora –*digo sarcastica*– Señora Carter, buen día

– Señorita Keller, ¿no sé cansa de buscar pelea con mí nuera?

*La miro alzando las cejas*– ¿Yo busco pelea con ella?. Creo que la edad le está afectando la vista

– ¿Cómo te atreves a ha...?

*Llega con nosotras*– Señoritas... –*mira como Emma toma mí brazo*– ¿Está todo bien, señorita Elizabeth?

– ¿Tu quién eres, jovencito? –*pregunta la madre de Sean*

– Permítame, soy Efraín Victorino... no sé si hay oído hablar de mí

– Claro que he oído de usted, señor Victorino. Soy la madre de Sean, un placer conocerlo

– Igual, señora Carter... –*mira que Emma aún sujeta mí brazo*– ¿Ya piensa soltarla o que? –*dice medio molesto*

*Me suelta*– Es que estábamos arreglando unos asuntos

– Si, claro... –*me mira*– Acompañeme señorita Elizabeth hay asuntos que quiero arreglar con usted

– Claro, señor –*digo nerviosa*– Con permiso, señoras –*me suelto del agarre de un tirón*– Lo sigo, señor Victorino

EFRAÍN

Sin lugar a duda había una gran tensión entre esas tres, me molestó mucho como esa chica sostenía a Elizabeth con fuerza. Miro su brazo tiene una pequeña marca, llegamos a mí oficina...

– Entre señorita –*abro la puerta y la hago entrar primero*– ¿Que pasaba allá? –*le digo mientras cierro la puerta*

– Nada, ¿por qué lo preguntas? –*me dice nerviosa*

*Tomo su brazo*– Te dio un fuerte apretón, no creo que haya sido un saludo

– Bueno tenemos nuestras diferencias, señor –*dice nerviosa*

– ¿Que clases de diferencias ocasionan esto? –*camino hacia mí escritorio y saco una botellita de agua fría*– Suerte que me acabo de traer esto

– ¿Que vas a hacer?

*Camino hacia ella*– Un poco de frío para eso, se irá más rápido –*tomo su brazo y pongo la botella en la marca*

*Se estremece*– Está fría... Gracias por esto

– De nada –*miro sus labios descaradamente*– Eres tan hermosa

*Me mira*– ¿Por qué me miras así?

– Porque tengo ganas de besarte, ¿no es obvio?

– No... no creo que sea buena idea –*dice nerviosa*– Aquella noche...

– Aquella noche fue la mejor de toda mí vida, Elizabeth. Durante estos dos años estuve con un sin fin de mujeres, pero no pude sacarte de mi cabeza ni un segundo

*Suspira*– Yo tampoco... me costaba no pensar en eso, en ti

– ¿Y lograste dejar de pensarme? –*me acerco más a ella*

ELIZABETH

Su cercanía y la forma en la que me está hablando me vuelve loca, su mano sosteniendo la mía me quita el aliento, ya ni siquiera siento el frío de la botella, tengo calor mucho calor...

– Yo no he logrado dejar de pensar en eso –*digo temblando*

*Se acerca más a mí*– Entonces estamos igual... –*toma mí cintura y me acerca a él*

– ¿Que harás ahora...? –*le digo con voz temblorosa*

– Bueno, me das muchas ideas... Pero está me gusta más –*acerca su rostro al mio*

Jamás sentí tantas ganas de que alguien me besara como ahora, quería que lo hiciera sin barreras ni nada. Termina de acercarse y suavemente sus labios tocan los míos

Su beso es suave, dulce y tierno, me gusta como lo hace, es como si quisiera besarme lento para calentar más el ambiente, rápidamente mis manos se conducen a su cuello, rodeandolo. Se siente bien, me gusta...

– Ese sabor... –*gruñe entre mis labios*– Me vuelve loco

– Esto es una mala idea –*digo agitada*

*Ríe*– Me encantan las malas ideas

Efraín continúa besándome y el ambiente se calienta rápidamente, sus manos levantan mí camisa y acarician la ya hirviente piel de mí abdomen van subiendo, debería pararlo pero no quiero hacerlo...

*Tocan la puerta*– ¿Efraín...? –*se escucha la voz de una joven*– ¿Estás ahí?

– ¿Quien es ella? –*pregunto mirándolo*

– Ay no puede ser... –*dice levantando la vista al techo*

*Me acomodo la ropa*– ¿Quien es?

– Quien menos esperaba que llegara –*se acomoda la ropa y va a abrir*– ¿Que haces aquí, Ale?

*Lo abraza*– Te extrañe mucho, Toto. ¿Saben lo que son seis meses sin verte?

– Es que no puedes vivir sin mí, querida

– Sin tus tonterías –*me mira y luego a él*– ¿Quien es ella?

– Ale, te presento a Elizabeth es asistente de Sean Carter y mía. Elizabeth te presento a mí hermana menor Alejandra Victorino

*Se acerca a mí y me abraza*– Hola, es un gusto conocerte, Elizabeth... –*mira a su hermano*– No sabía que las chicas de aquí era tan bellas

*Le sonrío*– ¿Yo bella?. Usted es muy hermosa, señorita

– Ay... no me digas usted, dime Ale

La belleza de esta chica es inexplicable, tiene algo que opaca a las demás, rubia y sus ojos azules son como los de Efraín, sinceros y llenos de vida, su piel es perfecta. Se ve muy sencilla y honesta, además de ser muy amable y carismática