Niebla y Rayo, regresan a casa después de michos años tras una mentira de su hermana menor. pero pronto descubrirán que su destino si estaba escrito y que la mentira de su hermana tan solo fue el principio de todo.
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CAPÍTULO 20
NARRADOR
Mientras Niebla se recupera bajo el cuidado de Bastián y de las Hadas en el bosque, muy cerca del castillo, alguien observa a la hermosa Cielo, quien se encuentra en su balcón observando la inmensidad del bosque, preguntándose quién es su pareja y qué es lo que despertó en ella.
—¿Qué haces aquí? —un hombre se acerca al que está hipnotizado con la belleza de Cielo.
—Cuidando a tu cuñada desde lejos —responde el hombre sin dejar de mirar a Cielo.
—Ciro, mi cuñada es hermosa, pero mamá nos espera. ¡Vámonos ya, hay magia en el centro del bosque! —el hombre se retira dejando a su hermano detrás.
—Mi hermosa Cielo, volveré por ti pronto —Ciro sigue a su hermano y se aleja de su pareja, solo porque aún no es el momento para permanecer al lado de su hermosa pareja.
Cielo observó movimiento entre los árboles en el bosque, pero no vio a nadie. Ella, aunque no lo vio, sintió la presencia de Ciro.
—Hija, buenas noticias, tu hermana lo logró y está a salvo con Bastián, falta poco para que todos estemos juntos de nuevo —Lluvia, quien se quedó a cuidar a su hija, llama su atención y esta entra nuevamente a la habitación.
—Me alegra mucho, mamá, ya quiero que todo esto acabe y que todo vuelva a ser como antes —Cielo se refugia en los brazos de su mamá y esta la lleva a la cama para que descanse.
—Mi pequeña, tú descansa, nosotros nos ocuparemos de todo —Lluvia acaricia el cabello de su hija hasta que esta se queda dormida y luego sale de la habitación para reunirse con su esposo fuera de la casa.
—¿Sabes a dónde fue Zafiro? —pregunta Lluvia a su esposo.
—No. Una empleada me dijo que tomó un libro de la biblioteca y se marchó, no dijo nada de a dónde iba o si volvería —responde Patricio abrazando a su esposa.
—Me preocupa que se fuera así, ¿y si descubrió algo malo sobre nuestra hija y no nos quiere decir? —cuestiona Lluvia pensativa. A esas alturas ya nada le sorprende. Con todo lo que ha vivido, está segura de que todas las historias de magia y criaturas especiales que ha leído y escuchado tienen algo de verdad.
—Tranquila, si no nos dijo nada es porque aún no está segura. Si confirma algo, vendrá a decirnos. ¿Qué caso tiene preocuparnos por algo que aún no confirma? Zafiro es muy precavida, en cuanto tenga la seguridad de qué es lo que hay dentro de nuestra hija nos lo dirá —Patricio sabe que lo mejor es mantener la calma, ninguno puede perder el control, menos su esposa.
Lluvia se mantiene muy bien controlada, pero por ser una Híbrida, nadie más que su esposo y su familia saben que lo es, al igual que Zafiro, quien fue quien la cuidó durante su tiempo de lucha con el veneno en su cuerpo y la única fuera del castillo que sabe la verdad sobre ella.
Detrás de una hermosa cascada, Niebla despierta un poco débil, pero Bastián ya tiene su té preparado para que recupere sus fuerzas.
—Creo que el espíritu dentro de mí sabe cuándo estoy cerca de cumplir mi misión y es él quien toma el control, porque nada de lo que pasó en ese árbol lo controlé yo —Niebla se toma el té que Bastián le da.
—Bueno, le agradeceré a ese espíritu luego, porque te protege y te guía mejor que yo —bromea Bastián, y Niebla sonríe ante las ocurrencias de su amado.
—Estoy un poco cansada —confiesa Niebla con ganas de dormir.
—Termina tu té, come algo de lo que traje para ti y yo velaré tus sueños —Bastián la besa y ella sonríe. Después de tomar su té, Niebla come de la comida que Bastián había conseguido para ella, para luego poder descansar. Sin embargo, en la profundidad del bosque, el Brujo no planea nada bueno.
—Veamos si te resistes más, pequeña chica, cuando veas a toda tu familia al borde de la muerte —el Brujo mezcla algunas hierbas mientras sonríe de forma siniestra, ya que lo que planea no es nada bueno, al menos no para Niebla y toda su familia.
Esa noche, después de comer, Niebla durmió plácidamente arrullada en los brazos de Bastián, que no la dejó sola ni un segundo, veló sus sueños y con su oído agudo se aseguró de que su bebé sigue igual de fuerte en el vientre de su madre.
Bastián suspira al darse cuenta de que todo está bien, pero tan solo faltan dos árboles y todo acabará. Él y Niebla podrán hacer una boda tradicional y tener a su hijo sin ningún riesgo, algo que anhela profundamente: una vida tranquila con su luna, su hijo y quizás Niebla luego del primer bebé quiera tener muchos más, algo que él sí quiere, ya que fue hijo único, él quiere una familia con muchos niños, así los niños no se sentirán tan solos.