Cuando sabemos que la vida nos tiene deparado un futuro, pero somos nosotros mismos quienes creamos los caminos que nos llevan ya sea a la toma de buenas o malas decisiones, todas las que he tomado de ninguna me arrepiento me han hecho el hombre que soy y llegar a ser lo que soy y nada ni nadie me hará cambiar de parecer eso era lo que creía hasta que supe que jamás tendría una oportunidad en su vida
NovelToon tiene autorización de Deyanira Noguera para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
20
Sacudí la cabeza, tratando de deshacerme de esos pensamientos. Quizás era solo mi mente jugándome una mala pasada, me dije a mí mismo. El ambiente en la sala estaba cargado de tensión y emociones. Todos estábamos en medio de una negociación importante, con años de trabajo y reputación en juego. Era natural que mis nervios estuvieran a flor de piel, pero no podía dejar que esa pequeña chispa de duda me consumiera.
Solté la mano de James con una leve inclinación de cabeza, tratando de recuperar la compostura. Teníamos un acuerdo, al menos preliminarmente. Nuestros secretarios se encargarían de los detalles, pero una cosa estaba clara: si aceptaba trabajar con él, tendría que mudarme a Pekín. Iba a ser un gran cambio, tanto personal como profesionalmente. A pesar de las incógnitas y las dudas que me rondaban, sabía que no podía dejar pasar esta oportunidad. El proyecto que teníamos por delante era monumental, una verdadera obra maestra arquitectónica que podía definir el futuro de nuestras carreras.
Pero entonces, un pensamiento incómodo se instaló en mi mente: Ella estaría allí. Eileen, la mujer que me había causado una primera impresión tan profunda desde la conferencia en la universidad. Desde el momento en que la conocí, su presencia había sido como una constante distracción, un faro luminoso en mi horizonte. Y ahora tendría que verla a menudo, trabajar en estrecha colaboración con ella. El solo pensar en eso me producía una mezcla de emoción y temor.
Ella no me pertenecía, y lo sabía. Su devoción hacia James era evidente, tan clara como el agua. Era casi palpable en la forma en que lo miraba, en cómo sus ojos se iluminaban solo cuando él estaba cerca. Pero, aun así, había algo en ella que me atraía, algo que no podía ignorar por completo. Era como si su presencia fuera un imán al que no podía resistirme, aunque sabía que me haría daño.
Esto va a ser un gran problema,pensé mientras me obligaba a apartar la mirada de Eileen. Tendría que luchar contra estos sentimientos, reprimir cualquier emoción que pudiera amenazar con aflorar. Pero lo que más me preocupaba no era mi propia atracción hacia ella, sino lo que sabía sobre James. Era un hombre posesivo, eso estaba claro. La forma en que la protegía, la manera en que su mirada se volvía feroz si alguien se acercaba demasiado a ella... Sabía que tendría que ser extremadamente cuidadoso. Lo último que necesitaba era enemistarme con él, especialmente cuando estaríamos trabajando tan estrechamente en el proyecto.
No quería problemas. No quería complicaciones, no quería. Y, sin embargo, allí estaba, atrapado entre la admiración hacia una mujer que no podía tener y una creciente duda sobre mi propio pasado que comenzaba a inquietarme más de lo que estaba dispuesto a admitir. El camino que tenía por delante iba a ser largo y lleno de desafíos. Pero sabía que no tenía otra opción que seguir adelante, aunque ese camino me llevara directo a mi propia perdición.