Ambos creían haber encontrado su final feliz, pero les rompieron el corazón de la forma más cruel.
NovelToon tiene autorización de Nix Agriche para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 20
Hace una semana comencé mí relación con Helios, sé que es poco tiempo, pero realmente siento un tipo de conexión profunda con él. No sé cómo explicarlo, sólo sé que él me hace sentir cosas más fuertes que Kaleus. No quiero decir que Kaleus no me hizo sentir lo suficiente, al contrario, de hecho llegué a creer que luego de Kaleus, nunca volvería a encontrar el amor.
Pero Helios me demuestra día a día que el amor existe y es nuestro. Todas las mañanas, se levanta temprano y me hace el desayuno, para luego comerlo juntos en la cama. Durante el día, le hago el almuerzo, pero no me deja hacerlo sola, me ayuda a cocinar y, mientras esperamos que las cosas se cocinen, bailamos juntos, incluso sin música.
Por la tarde, sabemos salir del hotel para recorrer las hermosas tiendas del lugar, él siempre me compra todo lo que ve. Dice que la ropa en los estantes se ven hermosos, pero se verían un más hermosos y perfectos en mí, por eso hasta dinero a lo loco. Antes me sentía incómoda con eso, pero ya me estoy acostumbrando a tener un novio millonario.
Nathan, por su parte, nos ha dejado solos para seguir a aquélla hermosa brasilera hacia su país, porque no quería dejarla, él dijo que la haría su esposa, pero no estamos seguros, obviamente lo apoyamos y esperamos que todo salga como él quiere.
—¿Qué quieres hacer hoy, bombón de licor? –preguntó con dulzura, mientras depositaba besos en mí rostro–.
—Mm... Estoy agotada físicamente por culpa de alguien –lo regañé en broma y él rió, su risa era un deleite para mis oídos–. Además, me acaba de llegar la menstruación, así que creo que sería bueno quedarnos a descansar, ¿Si? –Besé sus labios y él me abrazó, devolviéndome el beso con fuerza–.
—Sí amor, todo lo que quieras.
Fuimos de regreso a la cama, mí novio me compró helado para que pudiera estar tranquila, ya que siempre que me llega el periodo, tengo demasiado calor y lo único que me calma, es el helado.
Nos la pasamos viendo películas, comiendo comida chatarra, bailando, haciendo el amor. Helios no se contiene incluso cuando tengo el periodo, él dice que eso sólo lo hace más excitante para él, ¿Y quién soy yo para negarle algo a mí hombre? No, al contrario, quiero experimentar todo lo que él quiera, y aprender todo lo que desconozco.
Nuestros siguientes tres meses allí fueron más que tranquilos, nuestra relación se fortalecía cada vez más. Estaba fascinada con el hombre que amo, lo cierto es que luego de éste viaje, voy a sufrir estando alejada de él, no quiero regresar a mí departamento. Quiero quedarme con él todo el tiempo, sí, soy intensa, pero esa es mí forma de amar. A mí no me sirven las cosas a medias, o me dan todo, o no me den nada.
Creo que mí novio pensaba exactamente lo mismo que yo, porque una noche antes de regresar a nuestro país, dijo:
—Preciosa, ¿Estás despierta? –preguntó, mientras acariciaba mí espalda de arriba a abajo. Estaba agotada por las actividades sexuales recientes pero, aún así, hice un esfuerzo por abrir mis ojos y escucharlo–.
—Si amor, ¿Qué pasa? –murmuré, frotando mis ojos, tratando de quitarme el sueño de encima. Él sonrió y comenzó a acariciar mí cabello–.
—Mañana volveremos a Londres... –dijo, y asentí, claro que lo sabía, ¿Me lo estaba recordando?–. Y ya no podré dormir contigo... –su agarré se apretó–. No quiero estar lejos de ti, me acostumbré a dormir contigo y despertarme con tu precioso rostro hinchado y adormilado... ¡Lo que quiero decir es...! –me miró directamente, con determinación en su perfecto rostro–. Mudate conmigo amor, por favor...
¿Mudarme con él? Claro que quería, pensaba preguntarle lo mismo pero soy muy cobarde como para hacerlo. Por suerte lo preguntó él primero. Besé su boca y asentí.
—Claro que si, mí amor. Me mudaré contigo.
cómo estas
cuentame