Dos vidas marcadas por cincunstancias dificiles, dos personas que se enfrentan a una realidad triste y dolorosa, marcada por la traicion, la enfermedad y la muerte, sacaran fuerzas de donde no tienen ninguna y renaceran de sus propias cenizas, esta es la historia de Aurelio Martinez y Saray Salazar.
NovelToon tiene autorización de Betzabeth Adriana Calderón Barrios para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 20: Preparando el terreno
La cena corre por parte de la casa dijo el mesero.
Javier Nodal el jefe y amigo de Aurelio protesto, pero su hijo intuyendo lo que ocurría acepto.
La velada fue tranquila y a Saray le encanto conocer a Isabel.
Cuando la llamada preocupada de Gloria llegó se excusó para marcharse.
Aurelio se despidió con un beso en su mejilla que le hizo que su pulso aumentara.
Llámame le susurro cerca del oído que le impulso ni ella misma lo entiende, pero su presencia se convertía en una necesidad, él era como un ancla fuerte y segura en medio del mar turbulento que se cernía sobre ella, la tormenta se aproxima y Saray la sentía en su cuello.
El chofer condujo sereno y cada cierto tiempo la observaba por el espejo retrovisor, ver a su jefa sonreír no era algo usual.
Al llegar al edificio ingresaron al estacionamiento y subieron por el ascensor privado hasta el Penthouse.
Fidel caminaba de un lado a otro nervioso, mientras Gloria sentía que se desmayaría en cualquier momento.
Cuando la puerta se abrió se abalanzó a abrazarla.
Mi niña estás bien, que bueno que llegaste la revisaba por todas partes y volvía a abrazarla.
Que ocurre pregunto frunciendo el ceño ya intuyendo la respuesta.
Ellos los Salazar estuvieron aquí, bueno no aquí literalmente, la seguridad no les permitió el paso, pero estuvieron varios minutos en la entrada del edificio respondió Gloria asustada, Fidel asintió en confirmación.
Debemos preparar el terreno dijo Saray para luego darle un beso en la frente a Gloria.
Nanita linda de mi corazón, todo va a estar bien deja de preocuparte, mejor prepárame un té bien rico con un poco de miel le dedico una sonrisa que fue correspondida.
Fidel ven a mi estudio.
No comentes nada con mi nana mira como se pone, esto se pondrá feo y ellos no se van a quedar cruzados de brazos hablo con seriedad tomando asiento y abriendo su portatil para mirar los videos de seguridad.
Es inevitable que los enfrentes y lo sabes respondió con tono preocupado.
Si, pero será en mi terreno; ellos piensan que les tengo miedo, pero nunca fue así, giro en su silla.
Con una sonrisa siniestra agrego estamos en una partida de ajedrez y yo controlo el juego.
Fidel travo grueso cuando su niña pone esa mirada en verdad da miedo.
Gloria entró con la taza de té y rápidamente Saray adopto otro semblante, la miro con ternura y agradeció.
Nana reforzaremos las medidas de seguridad no quiero que salgas sin protección, el tono cariñoso pero decidido no daba pie a reproches.
Gloria asintió.
Conciliar el sueño para Saray no fue fácil, en medio de toda la incertidumbre los flashes de los momentos compartidos con Aurelio le daban cierta tranquilidad y paz.
Cuando el cansancio pudo más que el torbellino de pensamientos se quedó dormida.
Despertó a la hora de siempre, su cuerpo funcionaba como un reloj, no tenía ni necesidad de colocar alarma.
Fue a su gimnasio personal y comenzó su rutina de ejercicios, usualmente siempre salía a trotar al parque cercano, pero ese día decidió no hacerlo, aunque sus guardaespaldas siempre la acompañaban desde cierta distancia, no se arriesgaría a un encuentro no tan casual con personas indeseable.
Mientras entrenaba su celular se iluminó con una notificación.
📩 Buen dia espero hayas amanecido bien.
Aurelio.
Sonrió al leer el mensaje y respondió.
📨 Buen día para ti también, amanecí no tan bien, pero con tu mensaje ahora estoy mejor.
Aunque Aurelio sintió el impulso por preguntarle si necesitaba ayuda, pero decidió no ser entrometido había aprendido a la mala a no inmiscuirse demasiado en los asuntos de otros.
Así que dejo el celular y salió a trotar las calles poco transitadas a esa hora le daba la libertad de correr con tranquilidad cosa que adoraba.
Al volver al apartamento Isabel ya le tenía listo el desayuno.
Se duchó rápidamente, luego se vistió para ir a la oficina y desayuno junto a Isabel.
Se sorprendía y alegraba de lo mucho que había cambiado su vida.
Su cuenta bancaria reflejaba la suma de la comisión por los contratos obtenidos, y ya con una visión más clara invirtió gran parte del dinero en Colsar la empresa de salsas y mermeladas sabía que era una empresa en expansión con un porcentaje de éxito grandísimo.
En la importadora se encontró con una empleada nueva del área de marketing, no había cruzado palabra con ella, pero parecía que conocía aspectos de su vida que no cualquiera sabía.
Señor Martínez como ha estado, si no es imprudente de mi parte me gustaría pedirle su opinión en un diseño nuevo que estoy elaborando, batió sus pestañas postizas y a Aurelio le pareció repugnante.
Señorita hizo una pausa pues no sabía su apellido.
Gema Leal dijo ella intentando tocarlo, Aurelio retrocedió instintivamente.
Señorita Leal no creo poder serle de ayuda pues no se nada de diseño, por lo tanto le sugiero le pregunte al jefe de su area y le agradezco evite hacerme perder mi valioso tiempo, le responduo con tono cortante.
Generalnente Aurelio era amable con todos y si mostraba ostilidad con alguien que rara vez ocurria era porque simplemente no soportaba a la persona.
Sin esperar respuesra alguna de la mujer, se giro y camino a su oficina.
Otra empleada rio por lo bajo, durante días había escuchado a la empleada decir que pronto sería la señora de Martínez.
En su oficina se concentró en lo que mejor se le daba los números.
Saray llegó a su empresa saludo de forma fría, pero cortés a todos sus empleados.
Le pidió a su asistente, hablar en recepción si llegaba la familia Salazar le avisaran y los enviaran a la sala de juntas.
Su asistente asintio y sin preguntar hizo lo que le pidio.
Ordeno las carpetas para casa miembro de su fabulosa familia y luego se concentró en los contratos pendientes.
Habían grandes pedidos de calzados de su última colección.
Mientras trabajaba su celular sonó.
Señorita Fuentes, los miembros de la familia Salazar estan en camino, dijo la recepcionista.
Gracias respondio con una sonrisa retorcida.
Tan predecibles, que comience el juego dijo poniéndose de pie.
Llamo a Fidel quien en menos de cinco minutos estaba en su oficina.