Del Odio Al Amor: Eres Mi Obsesión

Dominic y Alana pasaron la noche en la mansión Lombardi, Mauricio y Lucia llevarían en la mañana, ellos también se mudaron a la mansión ya que sus vidas también están en riesgo.

— Por qué no nos podemos quedar en nuestro apartamento?. — pregunto Alana.

— Por ahora nos toca quedarnos aquí, si nos atacan en el apartamento las cosas podrían ponerse feas. — explico Dominic

— Si tú vida es tan peligrosa, como podremos tener hijos?

— Y quien te dijo que me gustaría tener hijos. — respondío Dominic sin mirar a Alana.

— Ok, olvida lo que te dije.

Alana había pensado hace tiempo que ella estaba embarazada y aunque en este momento ella no quería tener un hijo, tampoco se negaba a la posibilidad de tenerlos en el futuro, las palabras de Dominic la lastimaron.

— Mis hermanos llegaron, vayamos a recibirlos. — dijo Dominic sin darse cuenta del estado de ánimo de Alana.

Al bajar las escaleras se encontraron con los hermanos de Dominic y sus hijos, el niño mayor Diego era una hermosura de niño, se parecía mucho a su papá, mientras que la bebé Ana Lucia, era una muñequita, muy parecida a su mamá.

— Hola buenos días!. — dijo Alana saludando a Lucia.

— Buenos días, Alana, cómo has estado?. — saludo Lucia dándole un abrazo a Alana.

— Bien, en lo que cabe y cuéntame cómo están estos pequeños?. — pregunto Alana viendo a los niños.

— Ellos están muy bien, pero cuidarlos es muy agotador. — respondío Lucia con una mueca de cansancio.

— Ay!, pero mira a la bebé es tan hermosa me provoca comerme sus mejillas y este caballero es tan guapo, igualito a su tío. — acotó Alana.

— Te gustaría cargar a la bebé?. — pregunto Lucia con una sonrisa.

— En serio, la puedo cargar!. — dijo Alana muy emocionada.

— Por supuesto que sí, ven te enseño.

Alana cargo a la pequeña Ana Lucia y algo en ella se quebranto, pues en los planes de Dominic no está tener hijos, eso la entristecía mucho y es que ella amaba a Dominic y quería tener los hijos de él, pero al parecer el no la amaba lo suficiente como para dar ese paso.

— Creo que alguien quiere un bebé?. — le dijo Mauricio a Dominic en tono burlón.

— No me parece gracioso, ella sabe bien que no quiero hijos. — dijo Dominic con el ceño fruncido.

— Realmente eres un idiota, como le fuiste a decir eso, mírala ella está emocionada con los niños. — continuo Mauricio.

— Solo necesitamos el uno al otro, no necesitamos pequeños entrometidos. — respondió Dominic.

— Ay, hermano!, te veo mal.

Mauricio se alejó de Dominic y camino hasta las mujeres, Mauricio empezo a hablar con Alana y parecía que eran viejos amigos, esto no le gusto a Dominic, pues Alana era suya y solo con el podía hablar así.

— Entonces Alana ya casi eres médico?. — pregunto Mauricio.

— Si, en unas dos semanas empiezo el nuevo año de carrera y termino. — respondió Alana.

— Y qué piensas hacer una vez termines tu carrera?. — volvió a preguntar Mauricio.

— Quiero especializarme en pediatría, ya que me encantan los niños. — Alana lo dijo inocentemente, ella no le vio nada de malo a sus palabras, pero Dominic no lo vio así.

— Y cuántos hijos piensas tener?. — pregunto Lucia intrigada.

Alana se puso triste y no sabía cómo contestar, ella sintio que su corazón se rompía en mis pedazos y todo era por culpa de Dominic.

— Disculpen tengo que ir al tocador. — Alana le devolvió la bebé a Lucia y subió las escaleras.

Esta escena fue vista por Carolina quien ya sospechaba las razones por la cual la joven se había puesto así.

— Qué le pasó a Alana?, acaso dije algo malo?. — pregunto Lucia preocupada.

— Voy a ver qué tiene. — dijo Dominic muy serio.

Dominic subió a buscar a Alana y al entrar a la habitación no la vio por ningún lado, así que fue al baño y escucho como ella devolvía el estómago, él se preocupó e intento abrir la puerta, pero la joven la había cerrado con llave, Dominic se desespero al escucharla volver el estómago una y otra vez.

— Amor, por favor abre la puerta. — grito Dominic desesperado.

Un tiempo después Alana respondió, su voz se escuchaba cansada.

— Ahora salgo, dame mi espacio por favor.

Alana se levantó del piso y fue al lavabo, limpio su cara, lavo sus dientes y acomodo su ropa y cabello, cuando estaba algo decente salió del baño encontrándose con Dominic apoyado a la pared que conducía al baño.

— Qué haces aquí?, te dije que me dieras mi espacio. — dijo Alana cansada.

— No podía dejarte así, mirate estás pálida. — respondió Dominic.

— Eso es muy mi problema, ahora déjame sola quiero descansar. — dijo Alana tambaleándose hasta la cama.

— Déjame ayudarte, amor. — dijo Dominic tratando de ayudarla.

— No necesito tu ayuda, mejor vete con tus hermanos, yo quiero estar sola.

A Dominic no le quedó de otra que salir de la habitación, Alana no se veía bien y el no quería seguir molestando.

Al llegar con sus hermanos Dominic se veía confundido por la actitud de Alana.

— Como está Alana?. — pregunto Lucia preocupada.

— Se sintió un poco mal y se quedó recostada en la cama. — respondió Dominic.

— Qué le hiciste, ella no es la misma de hace unos días. — pregunto Lucia.

— Nada, imagino que está así por todo lo que está pasando. — respondío Dominic despreocupado.

— Si, a de ser eso. — respondió Mauricio sarcástico.

Mientras tanto Alana se encontraba en la habitación llorando y acariciando su vientre, pues ella había sospechado que estaba embarazada, pero como hace unos meses atrás también lo había sospechado, pero solo fue falsa alarma, ella no le prestó atención, solo que esta vez tenía síntomas más marcados y un retraso en su periodo de nos quince días. Ella como futura médico sabía que esta vez sí estaba embarazada, pero Dominic no aceptaría un hijo, así que debía pensar en que hacer, así que pensó en sus padres, ellos le dijeron que la apoyarían en cualquier cosa, en este momento Alana solo pensaba en su bebé y en lo que haría Dominic si se enteraba de su existencia.