Como en toda historia de colonización hay esclavitud y prostitución. Pero veremos cómo Gerrit, gigante holandés, se enamora de una nativa que trabaja haciendo la limpieza y como Ismaël , el militar francés, pierde el juicio por una prostituta. Dos historias de dos hombres enamorados de mujeres con culturas muy diferentes alas suyas.
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El secuestro de Hoku
En Aotearoa, los Van der Vaart logran comprar su casa, con el dinero que provenía de sus padres que le dieron el 50 % y en el día de su boda, los colegas de Gerrit le dieron el 40 % de la suma faltante, el 10 % faltante fue con los salarios juntamos de Gerrit y Pounamu. El jefe de la tribu de Pounamu no le dio dinero como regalo de bodas, pero si una caja con menaje para el dormitorio y cocina, los padres de Pounamu le hicieron regalos para decorar la casa, el día de hoy inauguran su casa.
- Mi amor, tenemos casa propia. – Gerrit le sonríe a su esposa.
- Gracias a la ayuda de tus padres y los regalos que nos dieron.
- ¿Qué sientes al ver tu sueño hecho realidad?
- Me siento muy contenta, un espacio personal y familiar contigo.
Gerrit besa a Pounamu con mucha pasión. Ya estando a unas casas de la propia, Gerrit le da la llave a Pounamu, éste carga la esposa y la lleva en brazos hasta el rejado, Pounamu lo abre, vuelve a aferrarse al cuello de su esposo quien la sigue cargando hasta la puerta principal de la estructura, ella usa la llave, y Gerrit entra, y una vez dentro cierra la puerta de inmediato. Nadie puede interrumpir a los dos. Los dos no dejan de reír, parecen dos locos en plena adolescencia, que por cualquier cosa que hacen les divierte.
Ahora, los papeles del registro civil están en camino a Países Bajos, el documento original del matrimonio Van der Vaart será registrado en el país de origen del esposo, en caso de que Pounamu quede embarazada y de a luz viva a la descendencia de un holandés, ella puede elegir si obtener o no si nacionalidad holandesa.
Ismaël ya lleva seis semanas viajando y echa de menos a sus dos pequeños sobrinos, pese al poco tiempo que los ha cuidado, se ha encariñado con ellos. Pero sabe muy bien que llegando a casa tiene a alguien con quién tener la oportunidad de tener un niño en casa. Mientras tanto, en la embarcación tiene trabajo de guardia en la proa, por si hay avistamiento de enemigos, avisa para cambiar de ruta y salvaguardar la mercancía. Aún le quedan cinco largas semanas de navegación. Siendo ex militar, aún lo consideran.
Hoku está en casa, sola, pero con trabajo de limpieza cada semana, y no solo la limpieza, sino que también tiene que cuidar a diario del jardín y de Libertad, el caballo, ella está ocupada casi todo el día.
Una mañana, los familiares de Hoku querían verla, querían saber bajo qué condiciones estaba viviendo su hija en manos de ese hombre blanco. Tantos días buscando y la encuentran en el mercado, saliendo del puesto cuyo dueño es Ismaël, hacia la derecha hay una carnicería y hacia la derecha una panadería y una boutique a la vuelta había una barbería, un banco, una carpintería, un estudio contable, un estudio jurídico y un estudio de diseño (arquitectos en esa época).
- Hija mía ¡Que gusto verte!
- ¡Papá! – le da su abrazo.
- ¿Hombre blanco te trata bien?
- Sí, pero no está. Tuvo que viajar, recibió una mala noticia y se fue muy triste.
- ¿Todavía no regresa? – su hermano está de brazos cruzados y con mala cara.
- Su país queda muy lejos, son muchos días de viaje.
- Lo importante es que tú hermana está saludable. Me preocupa que ella estuviera delgada, triste o enferma.
- No, papá. Ismaël me trata bien.
Por la espalda, dos sureños atrapan a Hoku, y otros tres con lanza mantienen alejados al padre y hermano de la rehén. Hoku pide ayuda a su papá y su hermano, los llama desesperadamente, pero ¿qué podrían hacer ellos si solo fueron a ver a su hija? No podían hacer nada para ayudarla, solo esperar a que se vayan los sureños y organizar un taque con la ayuda del jefe de la tribu. Los lugareños estaban asustados, en su vida habían visto algo así, la gente huyó del lugar por miedo a que estos hombres se les ocurriera cometer un asesinato. El ayudante de Ismaël lo vio todo, pero Ismaël aún está a cuatro semanas, hoy son siete semanas que dejó Francia, está cruzando el Cabo de Buena Esperanza que está ubicado al suroeste de la República Sudafricana.
Ismaël de repente se siente mal, piensa en Hoku, y la imagen de la mujer se le borra de la mente, Ismaël se masajea las sienes para calmar ese malestar, pero nada, la imagen se desvanece, siempre que vuelve, no perdura, eso le preocupa, piensa en la posibilidad que le haya pasado algo. Hizo todo su turno, no sabe cómo, pero lo logró y se fue a descansar. Ahora es el corazón que le molesta, cierra los ojos, para ignorar el malestar y la técnica es fallida, son cuatro semanas que le faltan, pero se espera que haya vientos fuertes y favorables para acortar unos días el viaje, es pesado un viaje así de largo, los galeones y las carabelas son barcos pesados van despacio, y más cuando tienen carga.
Hoku es subida a una pequeña embarcación dónde es maniatada con las muñecas pegadas a la espalda, teniendo una postura muy rígida e incómoda para que no intente escapar. El viaje de varios días, deben cruzar toda la isla Te ika a maui que abarca una buena área costera Este y luego cruzar el hoy en día llamado estrecho de Cook para llegar a la isla Te Wai Ponamu, desde Tuaranga (Norte) hasta Kaikoua (Sur) es una semana con viento a favor.
Por otro lado, el jefe de la aldea, junta un grupo guerreros para ir a Te Wai Ponamu para liberar a Hoku, no pierden el tiempo y van tras ellos, quieren recuperar a la rehén tan pronto como sea posible, la tensión entre los nativos se mantiene por el momento, estamos a mediados del mes de enero del año 1780 y tiempo avanza a su ritmo y pronto será un año más de tensión.
La semana pasa y ambos bandos se enfrentan, para los sureños esto significa problemas, la rehén trajo mal augurio y hay que defenderse. El enfrentamiento fue brutal, los norteños no pudieron salvar a Hoku por ahora, ella pasará a ser la sirvienta del jefe y tendrá que obedecer órdenes si no quiere ser abusada como prisionera de guerra.
Ella llora y evoca el nombre de Ismaël, como su única esperanza de poder salir de allí, ella tiene la esperanza de que él vendrá y la rescatará del lugar. Un hombre fuerte y lleno de tatuajes viene por Hoku, se la lleva a la fuerza y la tira al suelo.
- A partir de ahora tú vas a trabajar para mí. – le habla con rudeza.
Hoku guarda silencio, tiene miedo. Se limita a obedecer para evitar los castigos.
- ¡Levántate! – le ordena y Hoku obedece - ¡A buscar leña para cocinar, rápido!
Hoku se levanta y va en busca de leña, quiere aprovechar la oportunidad para escapar, pero no conoce el lugar, no está en su elemento, los caminos, los paisajes son diferentes. Para mitigar los efectos de la tristeza piensa en Ismaël, llora y suplica a los dioses para que venga.
- Ismaël. Ven, tengo miedo. No me dejes… Ismaël llévame contigo cuando viajes.
Frases como esas las dice a media voz para no sentirse sola mientras busca leña y prepara la comida de su nuevo jefe. Estar en esa soledad la abruma, mira por todos lados, hay ruidos de los animales, eso la aterra, no conoce el lugar, por ende, no sabe que camino tomar para huir Al atardecer regresa con la leña, y es reprendida por la demora. Hoku soporta el regaño cerrando fuertemente sus ojos, intentando no llorar y sin demora se pone a cocinar. Se mentaliza que ella puede ser fuerte para que Ismaël se sienta orgulloso de ella.
Después de haber cocinado y entregado la comida a su nuevo jefe, ella es encerrada en una jaula a la intemperie, como si se tratase de un animal. Ella pasa la noche allí, con la puerta bien asegurada para evitar que escape. Se podría decir que el secuestro fue planificado ¿Con qué finalidad lo hicieron? No sé sabe ¿Qué hará Ismaël cuando se entere del secuestro de Hoku?